La última vez que la falla de San Andrés abrió todavía más su enorme grieta sucedió en 1906, cuando los movimientos tectónicos causaron un poderoso sismo de magnitud 7.8, ocasionando miles de muertes y personas damnificadas sin hogar, fenómeno que marcó a la población en un antes y un después de lo catastrófica que puede ser la naturaleza.
La falla de San Andrés no cruza directamente el territorio mexicano, sin embargo, la crudeza de su actividad sísmica interactúa con otras fallas próximas que sí pueden afectar a México, que son las fallas de San Jacinto y la falla Imperial.
El ejemplo más cercano de ello ocurrió en 2010 en el municipio de Mexicali en Baja California. Eran las 17:40 horas del domingo 4 de abril cuando el Servicio Sismológico Nacional (SSN) registró un temblor. El epicentro ocurrió sobre el sistema de fallas Cerro Prieto, que es una prolongación de la falla de San Andrés.
El movimiento de la tierra fue percibido en el valle de Mexicali, Ensenada, Tecate y Tijuana, Baja California, así como en Puerto Peñasco, San Luis Río Colorado, Plutarco Elías Calles y Sonoita, Sonora; el origen de ese movimiento fue en territorio mexicano, pero se percibió en la zona sur de California.
¿Qué es la falla de San Andrés?
La falla de San Andrés separa a las placas tectónicas de América del Norte de la placa del Pacífico. Para ubicarla geográficamente, prácticamente se encuentra toda dentro del estado de California en Estados Unidos, precisa Raúl Valenzuela Wong, investigador del Departamento de Sismología del IGEF–UNAM, en entrevista con El Heraldo de México.

La falla de San Andrés es una de las zonas en el mundo en la que expertos sismólogos mantienen una especial atención, por ser donde ocurren constantemente una serie de sismos producidos por los movimientos en las placas tectónicas, además de contar con otras fallas muy cercanas.
De acuerdo con Allen Husker, doctor en Geofísica del Instituto Tecnológico de California (CalTech), el riesgo de la falla de San Andrés se debe a que es una “falla madura”, es decir, ha existido por miles de años.”Es un camino para que los sismos puedan crecer y ser más fuertes (…) los sismos más grandes que han ocurrido en California han sido sobre la falla de San Andrés”, aclara.
Es por ello que tras revisar los registros de sismos y eventos geológicos en la zona se puede establecer que ocurrirá terremoto en la región, aunque no se puede saber en qué fecha. Eso se conoce como el Big One.
¿Qué es el Big One? Es el nombre con el que los científicos y la gente describen un futuro terremoto de gran magnitud que devastaría grandes áreas debido a la presencia de la falla de San Andrés en California, Estados Unidos.
¿Por dónde pasa la falla de San Andrés?
“La falla de San Andrés empieza en la parte sur del estado, en un lugar que se llama el Lago de Salton y se extiende hacia el norte pasando por la ciudad de San Francisco, y de hecho un poquito más al norte, en en la parte norte del del estado de California, donde las características de la falla empiezan a cambiar y entramos en lo que llamamos una una zona de subducción”, explicó Valenzuela Wong.

Una zona de subducción es el sitio donde dos placas tectónicas chocan y una de ellas se desliza debajo de la otra, hundiéndose en el manto de la Tierra, por ese proceso tectónico se generan terremotos de gran intensidad.
El experto de la UNAM aseguró que la falla de San Andrés tiene aproximadamente una longitud de 1,200 kilómetros. Precisó que la falla que se extiende hacia México se llama falla Imperial. “En la parte en el extremo más al sur o al sureste del estado de California es la Falla de Imperial. Llega a México con el nombre de falla de Imperial y más al sur recibe el nombre de falla de Cerro Prieto y posteriormente se continúa por el Golfo de California”, detalló.
¿Qué tan fuerte debe ser el sismo en la falla de San Andrés para afectar a México?
Para que un sismo generado en la falla de San Andrés pueda provocar daños en México, el investigador del Departamento de Sismología del IGEF-UNAM, señaló:
“México está afectado esencialmente; está repartido en cinco placas tectónicas diferentes. Estas placas tectónicas están en un movimiento constante, es un movimiento muy lento. Sin embargo, donde se junta una placa con la otra, la mayor parte del tiempo no hay un desplazamiento, no hay un movimiento de un lado de la placa al otro. ¿Qué quiere decir esto? Que donde se junta una placa con la otra se va produciendo una deformación o se va acumulando dando una energía”, acotó, la cual al liberarse suceden los sismos.
Asimismo, detalló que va a llegar un momento en el cual esa deformación va a ser tan grande que se va a producir una ruptura o fracturamiento.
Es como, por ejemplo, cuando tomamos una liga entre nuestras manos y le empezamos a estirar. Nosotros sabemos que si la si jalamos muy fuerte esa liga, en algún momento se se va a reventar. Entonces, de manera repentina se va a liberar esta energía que estaba guardada o almacenada. Esa liberación de la energía es en forma de lo que llamamos nosotros ondas sísmicas que normalmente conocemos como un terremoto y que pueden viajar grandes distancias”: Raúl Valenzuela.
Para Allen Husker, además de la falla Imperial, la falla de San Jacinto es uno de los riesgos más importantes para México, especialmente para Mexicali y Tijuana, así como San Diego, en el otro lado, que se encuentra entre ambos países y también podría tener su propio “Big One“, aunque quizá no tan fuerte como San Andrés.
“Es una que va justo al límite al lado del México y de Estados Unidos, San Jacinto es una de esas fallas que puede tener un Big One, tal vez no tan grande como sería en San Andrés (…) los sismólogos están esperando un sismo ahí”, indicó. La falla de San Jacinto es más grande que la Imperial, pues cuenta con una longitud de 209 kilómetros.
¿Qué zonas de México serían afectadas por un sismo en la falla de San Andrés?
Raúl Valenzuela explicó que en el caso de México, “si hubiera un sismo con esas características, pues muy posiblemente donde nosotros pudiéramos esperar las afectaciones más fuertes sería posiblemente en la zona alrededor de Mexicali en Baja California“, precisó.
“En ese sentido es importante mencionar que hemos tenido una serie de sismos que han ocurrido no en la falla de San Andrés, sino más bien en su extensión o su continuación hacia el sureste. Uno de ellos ocurrió en 1940, otro ocurrió en 1979 y los dos ocurrieron en la falla de Imperial”, indicó el investigador.

Sobre la existencia de una zona parecida de la falla de San Andrés en México, el investigador del Departamento de Sismología de la UNAM, señaló:
“Son fallas un poco diferentes de las que normalmente o más frecuentemente pensamos nosotros en México, la llamamos zona de subducción donde tenemos sismicidad importante frente a la costa empezando desde Jalisco, pasando por Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas”.
Las devastación que causan los sismos en la falla de San Andrés
En 2019 ocurrieron algunos de los sismos más fuertes de los últimos 20 años que se sintieron cerca de la falla de San Andrés, en la ciudad de Ridgecrest. ubicada a 250 kilómetros al norte de Los Ángeles, y aunque no hubo muertes que lamentar, el movimiento telúrico provocó incendios y múltiples daños en la infraestructura.
En 1906, un movimiento en la falla de San Andrés provocó un poderoso terremoto de magnitud 7.8 que destruyó varias zonas de San Francisco, además de provocar la muerte de más de 3,000 personas. Tras el terremoto, H. F. Reid, de la Universidad Johns Hopkins, llevó a cabo un estudio donde determinó que sismo estuvo acompañado por desplazamientos horizontales superficiales de varios metros a lo largo de la parte norte de la falla.
Las investigaciones de campo determinaron que durante este terremoto, la placa del Pacífico se desplazó hacia el norte deslizándose hasta 4.7 metros con respecto a la placa Norteamericana adyacente, indicó el estudio citado por el Instituto de Geofísica de la UNAM en una publicación.
De acuerdo con estudios geológicos consultados por la BBC, en los últimos 1,500 a 1,400 años se han registrado terremotos de gran intensidad en una periodicidad de unos 150 años, fecha que ya rebasó el estimado y que muy pronto podría suceder.
Según el estudio, la sección sur de la falla de San Andrés lleva demasiado tiempo sin descargar grandes cantidades de energía por lo que estaría cerca de presentarse, dado que el sismo más grande ocurrido en la región fue en 1857; pero no es posible anticipar con exactitud cuándo temblará.
En caso de presentarse un sismo de la misma magnitud 7.8, el impacto directo en Los Ángeles ocasionaría la muerte de unas 2,000 personas y un saldo de alrededor de 50,000 heridos, de acuerdo con estimaciones publicadas por el medio citado.
Cortesía de El Heraldo de México
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