La reina de estos insectos puede clonar otras especies y crear obreras híbridas: así son las hormigas cosechadoras ibéricas

Investigadores franceses han descubierto algo impresionante sobre la hormiga cosechadora ibérica (Messor ibericus). Resulta que estos insectos solo producen reinas, por lo que dependen del esperma de machos de otra especie con la cual están emparentadas: la Messor structor. Solo así logran dar a luz obreras que son un híbrido con información genética de ambos.

No se trata de la primera especie incapaz de producir obreras mediante la reproducción con su propia especie (los huevos fecundados solo dan lugar a otras reinas y los no fecundados producen machos alados que abandonan el nido para aparearse con las reinas. Sin embargo, lo realmente sorprendente acerca de la M. ibericus es que es capaz de clonar machos de M. structor para aparearse y producir obreras.

Hormigas que clonan hormigas

Por lo general, las cosechadoras ibéricas coexisten con las M. structor en varias partes de Europa, pero el equipo liderado por el biólogo Jonathan Romiguier encontró en Sicilia solamente colonias de las primeras, sin rastro de las segundas. Sin embargo, dentro de las colonias encontraron tanto M. ibericus como M. structor, ¿cómo era esto posible?

El estudio, publicado recientemente en la revista Nature, las hormigas M. structor eran machos que permitían producir obreras híbridas. Pero, ¿cómo habían llegado estos ejemplares a las colonias en Sicilia? Tras una serie de análisis morfológicos, el equipo descubrió que se trataba de clones hechos por las reinas a partir del esperma almacenado. Para Romiguier, esta era una prueba de que “M. ibericus ha domesticado a M. structor y su genoma“.  

Silvia Abril, de la Universidad de Giron, explicó a El País que la M. ibericus es un animal único, ya ques es capaz de tener hasta cuatro tipos diferentes de descendientes: Mediante partenogénesis tiene machos de su especie y de M. structor. Al aparearse con estos últimos, crea a las obreras, pero al hacerlo con un macho de M. ibericus, es capaz de dar a luz a otras reinas. 

Messor ibericus (izq.) y Messor structor (der.). Imagen | Jonathan Romiguier, Yannick Juvé, Laurent Soldati/ Nature.

Reproducción xenópara

A este nuevo método, en el que las reinas deben producir individuos de otra especie como parte de su ciclo vital, los científicos lo han denominado reproducción xenópara. Según Phys.org, aún se desconoce cómo es que las hormigas logran clonar a los machos de M. structor, aunque ya se han barajado algunas posible explicaciones.

Entre las hipótesis que se barajan se encuentra la evolución de un largo continuo de parasitismo-mutualismo, en el cual la M. ibericus perdió su capacidad para producir obreras por sí misma. Esta no es la única especie que recurre al parasitismo espermático (o ginogénesis) para reproducirse. Otras hormigas, como las Acanthomyops también requieren del esperma de otra especie para reproducirse, y peces como los mollies amazónicos (Poecilia formosa) también se reproducen por ginogénesis.

Ibericus Structor

El caso de los eucariotas

M. ibericus y M. structor provienen de un ancestro común y se separaron hace más de cinco millones de años, casi al mismo tiempo en el que los humanos y los chimpancés divergieron, según Romiguier. También afirma que la domesticación del genoma de M. structor es semejante a la asociación que hizo que las mitocondrias se integraran en la célula eucariota hace más de mil millones de años.

Este tipo de células, que forman parte de animales, plantas y hongos, tiene dos genomas distintos: uno en el núcleo y otro en la mitocondrias. Hoy en día esta asociación se considera todo un éxito evolutivo; sin embargo, Jacobus Boomsma, biólogo evolutivo de la Universidad de Copenhague, cree que el parasitismo sexual de la M. ibericus no será tan exitoso como la adquisición de mitocondrias por parte de los organismos eucariotas.

Cortesía de Xataka



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