El imparable fenómeno de La K´onga: los embajadores del cuarteto irán a Europa y Japón antes de llegar a Vélez y un crucero temático

En abril cumplieron 22 años como banda. Les sucedió de todo, pero nada comparable a estos últimos cinco años. En este lustro, a La K´onga la popularidad la arrasó. En poco tiempo, la banda cordobesa se convirtió en lo que se conoce como “fenómeno”, esa explosión de éxito -apabullante para muchos- y de expansión que hace que sus canciones parezcan brotar desde debajo del asfalto.

Quién crea que aún no fue alcanzado por “el efecto K´onga”, seguro se equivoca. El crecimiento parece no tener límite: llegará a Japón el 21 de octubre, previo paso por Europa, aterrizará en Vélez el 13 de noviembre y soltará amarras en el puerto en diciembre para la navegación inaugural de un crucero temático con shows a bordo que promete “joda flotante”. ¿Algo más?

La K’onga tocará en Vélez el 13 de noviembre, pero antes llegará a Europa y Japón, además de subirse a un crucero temático. Foto Victoria Gesualdi

Sí, poco antes de la entrevista con Clarín, los cantantes del grupo cordobés, Nelson Aguirre, Diego Granate y Pablo Tamagnini estrenaron tres nuevas canciones (Estoy tan lastimado, De bien mal y Coqueta) que se suman al catálogo cuartetero y seguramente serán parte de los bailes venideros.

Con la moneda de los singles ya girando, las voces de La K`onga aseguran no volverse locos con los resultados. Aunque tienen más de tres millones de escuchas mensuales en Spotify, intentan no abrumarse y concentrarse en hacer música.

“Somos conscientes de que todo es número pero hemos bajado un poco los decibeles. Yo siempre fui el más controlador y el más atento a ver cómo funcionaban las cosas, pero estoy tratando de disfrutarlo más. Ya hemos conseguido un número súper importante como para estar pensando en eso”, dice Diego a modo de mantra para sí mismo pero al instante agrega: “¡Pero obvio hay que relojearlo porque es parte del juego!”.

La grabación de estos singles se dio en el marco que más disfrutan: el en estudio, tranquilos, en la “zona de confort”, coinciden.

-Igual son muy del vivo, ese parece ser el ámbito natural para ustedes.

Pablo: -Nuestra zona de confort es el lugar donde estemos todos juntos con la banda. Siempre hemos ido con esa bandera, sea a un programa de TV o a un escenario nuevo lo más importante es estar juntos, con el apoyo de los amigos, de los compañeros. Siempre estamos con desafíos nuevos, con algún tipo de cruce con nuestro género, buscando.

La K'onga en su primer Vélez, en marzo de 2023. Foto de prensa La K’onga en su primer Vélez, en marzo de 2023. Foto de prensa

-¿Cuánta gente forma parte del universo K´onga? Ya son una PyME.

Nelson: -Somos alrededor de 30 personas que viajamos de un lado para el otro, entre luces, sonido, pantallas, redes y 16 arriba del escenario.

Nos llevó mucho tiempo poder complementarnos. Entendernos no es fácil, aunque siempre hubo una linda armonía entre nosotros tres que somos la cara visible del equipo. Cada uno en lo suyo se ocupa de que nosotros podamos cantar y darle alegría a la gente. Ojalá sigamos por ese camino.

Llevar el cuarteto al mundo

No hace tanto, y con un crecimiento sostenido, La K´onga hablaba del deseo de internacionalizar la banda, de llevar el cuarteto al mundo. Así de vertiginoso fue todo que ahora están por arrancar la segunda gira internacional del año. El trabajo en equipo, el objetivo común y el foco para lograrlo son la clave de este grupo que, siguiendo los pasos de La Mona Jiménez, Rodrigo y Ulises Bueno, entre otros, lleva el cuarteto como bandera. “Es pura atracción”, sintetiza Diego sobre los deseos cumplidos.

La Konga sigue los pasos de otros grandes del cuarteto, como La Mona Jiménez y Rodrigo. Foto Victoria GesualdiLa Konga sigue los pasos de otros grandes del cuarteto, como La Mona Jiménez y Rodrigo. Foto Victoria Gesualdi

-¿Hay mucha negociación a la hora de delinear objetivos, o les resulta natural?

Pablo: -Es mucho tiempo juntos. Tenemos una forma muy sincera de hablarnos entre nosotros y entre todos los que se involucran en la banda. Nuestros objetivos son nuestros sueños y los de mucha gente. Siempre respetamos nuestras decisiones y tratamos de ponernos de acuerdo en el rumbo que queremos para la banda. Trabajamos muchísimo para lograr lo que tenemos y creo que esa es la esencia, estar conformes con lo que estamos haciendo y que nos haga felices.

Diego: -También hubo cosas que nos fueron apareciendo. Antes teníamos objetivos cortitos. Cuando empezamos queríamos tocar en la Semana Estudiantil de Villa Dolores, después llegar a Mina Clavero, luego a Córdoba capital y ni hablar de Buenos Aires. Nunca imaginamos un Vélez.

-Y con un género musical de una identidad muy regional.

Diego: -Hasta el día de hoy, salimos a defender el cuarteto por el mundo. Para la cumbia, por ejemplo, el camino está más allanado en Perú, Chile y Colombia, pero a nosotros nos toca dar los primeros pasitos. A pesar de ser como hermanitos del merengue, para nuestro género son todas tierras nuevas.

Pablo: -Muchas veces toca explicar desde dónde viene, dónde nació, cuáles fueron sus influencias. Después de 80 años, el género ha tomado un montón de ramificaciones y de estilos y nosotros siempre contamos cómo llegamos a tocarlo. Estamos en esta cruzada de llevarlo lo más lejos posible.

Un tinte nacional

A los cantantes de La K´onga les encanta el folklore que cantan y guitarrean en las juntadas. Pero, claro, el cuarteto es su ADN. Así, con inteligencia logran llevar distintas melodías y artistas a su terreno. Esto, aseguran, fue una de las claves para difundir el género y que, sin perder la raíz cordobesa, tome un tinte nacional. Cantaron con Nicki Nicole, Cristian Castro, David Bisbal, Sergio Dalma, entre muchos otros, aunque la colaboración que sin duda los llevó a otro nivel fue su versión de Universo paralelo con Nahuel Pennisi.

La gran puesta de La K'onga en su Vélez de 2023. Ahora repetirán el 13 de noviembre. Foto de prensaLa gran puesta de La K’onga en su Vélez de 2023. Ahora repetirán el 13 de noviembre. Foto de prensa

-Hicieron cantar cuarteto a los más disímiles artistas pero… ¿hay que ser cordobés para entender el cuarteto?

Nelson: -Uno nace allá y desde chiquito en nuestra provincia todo es cuarteto. Es como decirle a un santiagueño que no escuche chacarera. A nosotros nos gusta tocar chacarera, pero no nos va a salir como a los santiagueños. Y si ellos intentan un cuarteto, seguro no les salga como a un cordobés.

Diego: -Es cierto que hizo falta que gente que no sea cuartetera lo cante y lo toque para que el género llegue a donde está. Eso hizo que se abra y fue muy importante en el crecimiento.

Pablo: -Compartir la música fue el paso que dio el género como para hacerse más conocido. Hoy ya no es tan territorial cordobés, ya es un género del país, es argentino. Nosotros como argentinos y cordobeses buscamos llevarlo a otros lugares, festivales, culturas. Es un orgullo y una responsabilidad muy grande.

Diego Granade, de La K'onga. Foto de prensa Diego Granade, de La K’onga. Foto de prensa

-¿Quiénes eran ustedes antes de ser parte de La K´onga?

Diego: -¡Éramos unos indios bárbaros! (risas) En realidad éramos muy chicos, empezamos con 16-17 años. Yo venía de la mano del folklore, era bailarín y aprendí a tocar un par de instrumentos para que zapateen los chicos, para que bailen. Siempre estuve enfocado al arte.

Pablo: -Mi viejo era albañil, así que mi trabajo de base cuando dejé el colegio era ir a la obra con papá. Tenía un problema en el habla, me trababa mucho en las consonantes y una profe de canto, fonoaudióloga, me hizo entender que afinaba y empecé a cantar. Ya de adolescente tuve una banda de rock y otra de folklore. La música me acompañó desde siempre y me salvó también.

-¿Cantabas en la obra, trabajando con tu padre?

Pablo: -Sí, muchísimo. Los compañeros de mi viejo eran más grandes y me hacían cantar porque, además, el peón del albañil alcanza un balde y después se queda un rato bastante al vicio. Yo animaba la cosa y cantaba arriba de la radio y los compañeros me hacían la devolución. Fueron mis primeras cantadas en público.

Nelson Aguirre, de La K'onga. Foto de prensaNelson Aguirre, de La K’onga. Foto de prensa

-¿Y vos, Nelson, quién eras?

Nelson: -También supe de chico que iba a seguir este camino, aunque no sabía que iba a llegar a tanto. Me defendía mejor con el folklore y terminé en una banda de cuarteto. Ayudaba también a mi papá que es albañil hasta hoy, probé con el deporte que me encanta y estudié Educación Física, pero la música le ganó a todo. Han pasado muchos años, imposible de resumirlos, pero no dejo de disfrutar este presente que tanto sacrificio nos llevó.

Pablo: -Hoy siento que el vínculo que hemos creado es irrompible. Pienso que con estos dos y la banda que nos acompaña, conquisto el mundo. El grupo entero confía en nosotros tres y eso es lo más importante. Lo más fuerte que tenemos como banda es el vínculo familiar que tiene que ver con quienes somos y quienes fuimos.

Seis momentos clave en la historia de La K´onga

1) La pandemia: “Aprendimos a trabajar desde casa sin ningún tipo de recurso y fue una bisagra”. (Pablo)

2) El ingreso de Pablo: “Fue importantísimo y consolidó esta formación actual que lleva 14 años”. (Diego)

3) Cuando empezaron a ser sus propios productores: “Antes teníamos gente que manejaba al grupo, y hacernos cargo nosotros fue un antes y un después. Nos cambió todo”. (Nelson)

4) El primer hit: “Cuando la pegamos con La cabaña fue fundamental”. (Diego)

5) Tener estudio propio: “Nos ayuda mucho, es nuestra casita, nuestra cueva. Trabajamos sin ninguna presión de tiempos”. (Pablo)

6) El primer Vélez: “Es un momento que nos marcó y ahora estamos disfrutando que se viene el segundo”. (Diego)

Cortesía de Clarín



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