Musk y Bannon presionan a Londres

Londres. El primer ministro británico, Keir Starmer, defendió el derecho a la protesta pacífica tras la multitudinaria marcha antiinmigración realizada el sábado en Londres, pero condenó los actos de violencia contra la policía y advirtió que el Reino Unido no tolerará intimidaciones por motivos de origen o color de piel.

La manifestación, organizada por el activista de extrema derecha Tommy Robinson en el centro de Londres bajo el lema “Unite the Kingdom”, reunió a entre 110,000 y 150,000 personas, según cálculos de las autoridades. Muchos de los asistentes portaban banderas inglesas y la Union Jack.

Durante la protesta, 26 agentes resultaron heridos —cuatro de ellos de gravedad— y la policía practicó 24 arrestos, aunque prevé realizar más en los próximos días. Entre los detenidos, con edades de 19 a 58 años, se encuentran tres mujeres y 21 hombres acusados de agresión, daños, posesión de armas ofensivas y otros delitos.

“La gente tiene derecho a manifestarse pacíficamente. Es fundamental para los valores de nuestro país. Pero no toleraremos agresiones a policías que hacen su trabajo ni que la gente se sienta intimidada en nuestras calles por su procedencia o el color de su piel”, escribió Starmer en X.

El primer ministro subrayó que “Gran Bretaña es una nación orgullosamente construida sobre la tolerancia, la diversidad y el respeto” y rechazó que la bandera nacional sea utilizada como símbolo de violencia y división.

La magnitud de la concentración sorprendió a la Policía Metropolitana, que reportó episodios de “violencia inaceptable” al tratar de contener a la multitud. Botellas, proyectiles y golpes contra los agentes marcaron la jornada.

Inmigración, eje del debate

Los manifestantes marcharon por el puente de Westminster y se concentraron cerca de Downing Street, donde se pronunciaron discursos de figuras vinculadas a la extrema derecha de Europa y Estados Unidos, incluido Steve Bannon, exconsejero del presidente estadounidense, Donald Trump.

El multimillonario Elon Musk, propietario de X, se dirigió a la marcha por videoconferencia y pidió la disolución del Parlamento británico y el reemplazo del gobierno laborista.

“Elijan o no la violencia, la violencia vendrá a ustedes”, dijo. “O se defienden o mueren”, apostilló.

Unas declaraciones que generaron indignación en las asociaciones antirracismo.

“Para cualquiera al que le preocupe el auge del activismo de extrema derecha y la normalización de los sentimientos violentamente antimigrantes y antimusulmanes, esto podría ser un indicio de los tiempos oscuros que están por llegar”, declaró en un comunicado la ONG “Hope not Hate”.

Algunas personas desfilaron con pancartas que exigían “el fin de los ‘small boats'”, los botes con los que los migrantes indocumentados atraviesan el Canal de la Mancha.

La policía informó que: “La investigación posterior al evento está en marcha, con agentes trabajando para identificar a otras personas implicadas en los disturbios con miras a realizar más detenciones en los próximos días y semanas”.

El debate sobre la inmigración se ha convertido en el tema central de la política británica, desplazando incluso las preocupaciones económicas. En lo que va del año, más de 28,000 inmigrantes han cruzado el Canal de la Mancha para solicitar asilo.

Cortesía de El Economista



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