Aumenta a 14 el número de muertos por explosión de pipa en el Puente de la Concordia, Iztapalapa

La Secretaría de Salud de la Ciudad de México confirmó este 15 de septiembre que la cifra de fallecidos por la explosión de una pipa de gas en el Puente de la Concordia, Iztapalapa, aumentó a 14.

En su reporte de las 10:00 horas, la dependencia detalló que 39 personas permanecen hospitalizadas y 30 ya fueron dadas de alta. En total, 83 pacientes fueron ingresados en distintos hospitales tras el siniestro ocurrido el pasado 10 de septiembre.

Te puede interesar

Las autoridades capitalinas también habilitaron la línea telefónica 55 5683 2222 para que familiares puedan consultar información sobre las personas lesionadas.

En tanto, el conductor de la pipa continúa recibiendo atención médica en el Hospital Magdalena de las Salinas. De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), su estado es crítico y su identidad no ha sido revelada por respeto a la privacidad de la familia. La jefa de Gobierno, Clara Brugada, precisó que el chofer se encuentra bajo resguardo, aunque no está detenido.

Investigación sobre las causas

La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México informó que una de las principales líneas de investigación apunta a que la volcadura de la pipa se debió al exceso de velocidad, lo que desencadenó la explosión que afectó a decenas de personas y vehículos en la zona.

“Estamos próximos a concluir los primeros peritajes y el exceso de velocidad es una de las hipótesis que se investigan”, señaló la fiscal Bertha María Alcalde Luján.

Te puede interesar

Apoyo a los afectados

Ante la magnitud de la tragedia, ciudadanos y universidades han instalado centros de acopio para apoyar a las víctimas y sus familias.

La Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza y la Facultad de Psicología de la UNAM han habilitado espacios para recibir alimentos no perecederos, medicamentos y artículos de primera necesidad. También se han montado puestos afuera de los hospitales donde se atiende a los heridos.

Cortesía de El Economista



Dejanos un comentario: