El expresidente Barack Obama advirtió que Estados Unidos vive “una crisis política de un tipo que no hemos visto antes”, en referencia al asesinato del activista conservador Charlie Kirk, ocurrido la semana pasada en Utah.
Durante un evento en Pensilvania, Obama dijo que el ataque que le costó la vida a Kirk es “horrible y una tragedia”. “No conocía a Charlie Kirk. En general, conocía algunas de sus ideas. Creo que eran erróneas, pero eso no invalida el hecho de que lo ocurrido fue una tragedia y que lloro por él y su familia”, aseguró.
“No hay peros ni condiciones: la premisa central de nuestro sistema democrático es que tenemos que ser capaces de estar en desacuerdo y tener debates a veces muy polémicos sin recurrir a la violencia”, señaló el exmandatario demócrata, quien advirtió que las “serias diferencias” y “profundas divisiones” que atraviesa el país son parte de un momento crítico de su historia.
Obama también le lanzó pullas al mandatario Donald Trump, quien arremetió contra la “izquierda radical” desde el asesinado de su aliado político.
“Cuando escucho no solo a nuestro actual presidente, sino también a sus asesores, que tienen un historial de llamar a sus oponentes políticos alimañas, enemigos que deben ser atacados, eso habla de un problema más amplio que tenemos ahora mismo”, expresó el expresidente.
La Casa Blanca respondió a los señalamientos de Obama, acusándolo de ser “el arquitecto de la división política moderna en Estados Unidos”.
Abigail Jackson, portavoz del gobierno, aseguró en un comunicado que “Obama aprovechó cada oportunidad para sembrar la división y enfrentar a los estadounidenses entre sí, y después de su presidencia, más ciudadanos sintieron que dividió al país que lo unió”.
Charlie Kirk, de 31 años, fue asesinado el pasado miércoles tras recibir un disparo en el cuello mientras participaba en un evento en una universidad en Orem, Utah.
Kirk era una de las figuras conservadoras más influyentes del país, con millones de seguidores en redes sociales, y cofundador de Turning Point USA, organización que ha movilizado a votantes jóvenes en apoyo a Trump.
Los expresidentes Joe Biden y Obama condenaron en ese entonces el asesinato y coincidieron en que la violencia “no tiene cabida” en la democracia estadounidense. “No hay cabida en nuestro país para este tipo de violencia. Debe terminar ya”, escribió Biden en su cuenta en la red social X.
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Obama, por su parte, pidió separar las diferencias ideológicas del respeto a la vida: “Este tipo de violencia despreciable no tiene cabida en nuestra democracia”.
Trump, por su parte, culpó a la retórica de “la izquierda radical” del asesinato de Kirk.
“De la manera más odiosa y despreciable posible, durante años, la izquierda radical ha comparado a estadounidenses maravillosos como Charlie con nazis y los peores asesinos en masa y criminales del mundo”, indicó, antes de decir que “este tipo de retórica es directamente responsable del terrorismo que presenciamos hoy en nuestro país, y debe cesar de inmediato”.
El crimen ocurrió en medio de una escalada de violencia política que ha golpeado a Estados Unidos en los últimos meses. En junio fue asesinada Melissa Hortman, presidenta demócrata de la Cámara de Representantes de Minnesota, junto a su esposo, y en abril se registró un ataque contra la residencia del gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro.
Cortesía de El Colombiano
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