
No cualquier actor puede compartir el hecho de tener en su historial tres victorias en los Premios Ariel -los más importantes del cine en México-, y estar nominado de nuevo a los mismos, con la oportunidad de ganar por cuarta ocasión. Raúl Briones es uno de esos actores nuestros. Por su papel como “Pedro” en la película “La cocina”, de Alonso Ruizpalacios, Briones fue nominado en la categoría de Mejor actor, lo que implicaría que, en caso de ganarlo, acumularía cuatro estatuillas por su labor interpretativa.
Briones conversó con EL INFORMADOR sobre sus sentimientos respecto a la nominación, pero también lo que para él implican los Ariel y la labor misma de ser actor desde una perspectiva crítica y consciente, como un personaje que, más que buscar los aplausos, los reflectores y el reconocimiento del público y la crítica, es alguien que debe compartirse con el otro, y que también debe someterse a una constante reflexión.
Se dijo feliz por la nominación de Mejor actor, reconociendo que es un incentivo, pero que su labor como actor no está sustentada en la búsqueda de premios.
“Me siento muy feliz, para mí es un honor estar nominado a un premio en una ceremonia tan importante como lo es el Ariel”, comparte Raúl Briones. “Yo quiero mucho a este premio y lo respeto mucho y pues es la cuarta nominación; siempre he dicho que es un honor que te reconozca tu propio gremio. Sí, es una motivación en términos del cariño que le tengo al premio, pero nunca he trabajado pensando en los reconocimientos. Alguna vez, cuando era muy joven, llegué a considerar los premios como algo muy importante y trabajaba pensando en ellos. Pero al crecer y madurar fui entendiendo que los premios tienen un alto grado de subjetividad. Trabajo para conectar y ser más honesto; pienso en los premios como una consecuencia de ese camino”.
Un instante atrapado en la pantalla
En “La cocina”, Briones interpreta a “Pedro”, un migrante mexicano que debe enfrentarse a las vicisitudes de una cocina neoyorkina, con el riesgo inminente de la deportación. Para Raúl, lo valioso de este personaje es que le permite ver una versión de sí mismo que él ya no es; atestiguarse en el pasado, en un ejercicio que el actor considera educativo, puesto que “no todo el mundo tiene la oportunidad de revisar cómo ha ido avanzando en la vida”.
“También hay algo muy lindo en todo esto: ya no soy la misma persona que filmó ‘La cocina’, soy alguien completamente diferente. A quien se premia es a un ‘yo’ del pasado, y eso me da cierta ventaja. Ha sido muy educativo. Antes me costaba mucho trabajo ver mis trabajos con distancia, porque al madurar y crecer uno se da cuenta de lo torpe que era, de lo que no sabía o de lo mucho que le faltaba por aprender”.
“Solía juzgarme mucho al verme en esos trabajos, porque pensaba en ese ‘yo’ del pasado. Ahora no. Con la madurez también de la edad entiendo que es un gran regalo. No todo el mundo tiene la oportunidad de revisar cómo ha ido avanzando la vida. Cuando veo al Raúl que interpretó a ‘Pedro’, me da mucha ternura. Pienso: “órale, ahora ya no pienso igual, ya no tomaría las mismas decisiones”. Lo disfruté mucho; fue muy rico trabajar con un elenco tan maravilloso, de gente tan talentosa y comprometida”.
Briones también reconoció que, aunque fue satisfactorio trabajar con Ruizpalacios, fue demandante por igual, pues el director es riguroso en su manera de trabajar. “También lo sufrí, porque yo no hablaba inglés y Alonso es un director muy exigente. Siempre recomendaré trabajar con él y, por supuesto, volvería a hacerlo. Pero es un hueso duro de roer”.
Sin presiones ante la estatuilla
La Edición 67 del Premio Ariel se realizará el próximo sábado 20 de septiembre en Vallarta, donde Raúl Briones tiene altas posibilidades de ganar su cuarta estatuilla. En este camino recorrido, el actor se reconoce agradecido.
“La verdad es que no estoy nervioso. Siempre que estás nominado viene todo un proceso muy bonito de encuentro con tus colegas, entrevistas, eventos de tu trabajo. Entonces es muy lindo estar nominado. Al principio es muy difícil porque generas expectativas, entonces lo disfrutas menos porque hay una mucha información que antes no tenías. Pero una vez que ya pasaste por eso, empieza a volverse todo como mucho más lindo, te empiezas a dar cuenta que no es una competencia. No se trata realmente de ganar, sino de seguir hablando de cine”.
Pide más cercanía con la gente
Además de su trabajo como actor, Raúl Briones también es docente, en su búsqueda de compartirse con el otro, y ser un actor que, más que buscar el reconocimiento o los aplausos de la crítica, busca ser más cercano con la gente.
En ese sentido, Briones es muy autocrítico consigo mismo y con la industria cinematográfica, compartiendo que aunque siempre le es un honor estar nominado en los Ariel y ser parte de los mismos -y aunque sean los premios más importantes del cine en México-, siguen siendo un galardón y una ceremonia alejadas de la gente, del público mismo.
“También doy clases en una escuela de cine de Iztapalapa y estoy promocionando mis talleres porque queremos descentralizar la educación cinematográfica, que generalmente se concentra en la Ciudad de México. Pronto comenzaré a dar un taller en Tlaxcala sobre autonomía cultural, defensa del territorio e identidad. La sensibilidad, la ternura y el amor son cosas que también deben enseñarse”, asegura el actor.
“Lo único que no me gusta de todo esto con los Ariel es la idea de haber sacado la ceremonia de CDMX sin que haya una consecuencia en los territorios donde se realiza. Creo que tanto la Academia como los actores nominados deberíamos organizar talleres, que no sea nada más ir a nuestra fiesta privada -ahora a Vallarta-, sino también compartir algo con el lugar al que vamos. No se trata solo de destinar recursos para vuelos y cócteles”.
“Creo que la ceremonia todavía necesita más contacto con el pueblo: quitar barreras, invitar a la gente, rifar boletos, permitir que vaya la banda, que nos conozca la gente que hacemos cine. Todavía hace falta mucho más convivio con el público y con el pueblo. Por ahora sigue siendo una ceremonia bastante cerrada y algo elitista”, opinó el actor.
CT
Cortesía de El Informador
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