Xi Jinping y Trump: conversación telefónica, encuentro en Corea del Sur y acuerdo por TikTok

Desde Beijing

La disputa abierta por el funcionamiento de TikTok en Estados Unidos fue la excusa que encontraron Donald Trump y Xi Jinping para reencauzar el diálogo bilateral. Tras las amenazas del republicano de prohibir la red social de origen chino y las negociaciones encaradas en Madrid para evitarlo, el presidente norteamericano y su par de China abordaron por teléfono temas claves de la agenda global: no solo sellaron un pacto para que 170 millones de usuarios estadounidenses puedan seguir utilizando la aplicación de videos, sino que conversaron sobre las tensiones comerciales, la guerra entre Rusia y Ucrania y acordaron verse cara a cara el mes que viene en Corea del Sur. Desde Beijing calificaron a la charla como “pragmática, positiva y constructiva” y remarcaron que Xi Jinping le pidió a Trump que evite tomar “medidas unilaterales de restricción comercial”. El republicano, en tanto, celebró el acuerdo por TikTok y prometió visitar el país asiático el año que viene.

La comunicación entre los mandatarios de las dos economías más grandes del mundo fue la segunda del año –la anterior había sido en junio– y sirvió para discutir la suspensión del bloqueo a TikTok, que se formalizó el martes por decreto. “Acabo de tener una conversación telefónica muy productiva con el presidente Xi”, señaló Trump en redes sociales y enumeró los ejes del diálogo: “Avanzamos en muchos temas importantes, como el comercio, el fentanilo, la necesidad de poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania y la aprobación del acuerdo de TikTok”.

Respecto a un encuentro presencial, Trump confirmó que se verán cara a cara en la próxima cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y que existe la posibilidad de concretar reuniones bilaterales en ambos países. “Acordamos que voy a ir a China a principios del próximo año y que el presidente Xi también visitará Estados Unidos en el momento oportuno”. “La conversación fue muy positiva; volveremos a hablar por teléfono”, completó el mandatario estadounidense.

En medio de la guerra comercial que promueve el republicano desde 2018, el jefe de Estado chino le pidió que evite “adoptar medidas unilaterales de restricción comercial” y subrayó –según la agencia Xinhua– que China y Estados Unidos “pueden lograr un éxito mutuo y una prosperidad compartida, en beneficio de ambos países y del mundo”. En suma, le demandó frenar con las presiones arancelarias. 

La disputa por TikTok

La prórroga que permite a TikTok seguir operando en Estados Unidos fue la cuarta en lo que va del 2025 y es imposible confirmar si será la última. Las anteriores amenazas del norteamericano habían sido en enero, abril y junio. La extensión de esta semana llegó luego de las negociaciones que encabezaron en Madrid el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, y el viceprimer ministro chino, He Lifeng. Según dejaron trascender en Beijing, el acuerdo marco implica “la delegación de la operación de los datos de usuarios estadounidenses y de los servicios de seguridad de contenidos, la autorización del uso de algoritmos y otros derechos de propiedad intelectual”.

El principal cuestionamiento de Trump a TikTok, sobre todo durante su primera presidencia, estaba vinculado a la seguridad nacional. El planteo era que China lo utilizaba para vigilar a los usuarios y promover su ideología. En Washington, sin embargo, reconocen que en la última campaña electoral el republicano logró interpelar a millones de jóvenes a través de esta popular plataforma. Incluso, el republicano sostuvo que fue clave en su regreso a la Casa Blanca. “Me gusta TikTok; me ayudó a salir elegido”, afirmó el jueves pasado en el Reino Unido. Por esa razón, decidió negociar en lugar de prohibirla.

El gobierno de Xi Jinping, por su parte, aseguró que Estados Unidos utiliza “indebidamente el concepto de seguridad nacional” para intimidar y “aumentar continuamente la lista de sanciones contra las entidades chinas”. Más allá de los cruces, el viceministro de Comercio, Li Chenggang, remarcó ante la prensa en Beijing que Bessent y He Lifeng entablaron “una comunicación franca, profunda y constructiva” y que se logró “un consenso que favorece los intereses mutuos”. Trump, en tanto, expresó en la red social Truth que la relación con China “sigue siendo muy sólida”. Los detalles del acuerdo, sin embargo, aún no están claros.

La disputa de fondo es quién opera TikTok en Estados Unidos. Tras el intento fallido de Trump de restringirla durante su primera gestión, en 2024 -durante la presidencia de Joe Biden- el Congreso norteamericano aprobó un proyecto que obliga a ByteDabce, el dueño asiático de la red social, a desprenderse de sus operaciones en suelo estadounidense. La ley, que también obtuvo el respaldo de los demócratas, le dio un plazo de 9 meses a la firma china para vender su participación mayoritaria a un consorcio de inversores norteamericanos. Tras el desembarco de Trump en la Casa Blanca, la administración republicana decidió no aplicar la ley y abrir un espacio de negociación.

En su primer día de gestión, el magnate firmó una resolución que le otorgó a ByteDance 75 días para conversar con compañías estadounidenses. La prórroga se extendió por otros 75 días, en abril; y 90, en junio. Así, se llegó la fecha tope del 17 de septiembre. Dos días antes de que se venciera ese plazo, el mandatario confirmó que había logrado un acuerdo con China para que la operación de TikTok quede en manos de norteamericanos. Por eso, volvió a posponer su bloqueo hasta el 16 de diciembre. Sobre este punto, el gobierno chino dejó en claro su posición: subrayó que “respeta plenamente la voluntad de las empresas y las apoya para que lleven a cabo negociaciones comerciales en pie de igualdad de acuerdo con los principios del mercado”. 

La llamada telefónica coincidió también con otro foco de conflicto tecnológico: esta semana, la Administración Estatal de Regulación del Mercado chino posó su mirada en el gigante estadounidense Nvidia. El órgano de supervisión anunció que investigará a la firma por “violaciones antimonopolio” por su compra en 2020 de Mellanox Technologies.

Bajo este péndulo de choques cotidianos y acercamientos esporádicos, fluctúa el vínculo entre Washington y Beijing. Más allá del diálogo abierto de este viernes, las celebraciones diplomáticas y las promesas de viajes, las tensiones geopolíticas, comerciales y tecnológicas siguen abiertas y suman nuevos frentes.

Cortesía de Página 12



Dejanos un comentario: