La televisión siempre nos ha mostrado la manera incorrecta de lavar nuestros trastes. Esto dice la ciencia

Estás lavando mal los trastes. Es una frase que siempre me decía mi mamá y que ahora cobra más sentido, pero la culpa no era del todo mía, sino de la televisión. Como casi siempre, mucha de la influencia que tenemos para bien y para mal viene de esa caja, que satanizábamos cuando estábamos en la prepa y éramos revolucionarios.  

En este caso específico me refiero a la clásica imagen de comercial de trastes, en donde vemos cocinas con mucha luz y una montaña de trastes en el fregadero. De pronto, la marca equis (X) sale a escena para salvar el día, con su clásico color verde en botella transparente, y al momento de “arrancar la grasa”, observamos cómo una gota de jabón directamente en los trastes, limpia todo. Error. 

Cuál es la manera correcta de utilizar el jabón de trastes y por qué 

Seguramente te preguntas qué de la imagen anterior está mal. Va de nuevo, a veces el comercial no muestra la gota de jabón en el traste, sino directo en la esponja y ese precisamente es el problema: los lavatrastes no deben ir de manera directa en el plato o la esponja, deben disolverse en agua.

La principal razón está en el dodecilsulfato sódico, que de acuerdo con STPP Group, es un tensioactivo aniónico con potentes propiedades detergentes, que se caracterizan por su alta descontaminación, emulsificación y formación de espuma. De manera química, es un organosulfato y una sal, compuesta por una cola de 12 carbonos unida a un grupo sulfato y al ser un tensioactivo con carga negativa, su función principal es actuar como agente humectante y reducir la tensión superficial de un líquido.

En palabras más sencillas, es justamente esta sustancia la que crea espuma. Esto es importante porque, si bien la espuma por sí sola no limpia, sí está ligada a la presencia de tensioactivos, que de acuerdo con algunos fabricantes como Loredana, son los encargados de disolver la suciedad y la grasa. Algo relevante en el lavado de trastes. 

Otro punto fundamental, como explica Unilover, estos detergentes de trastes contienen moléculas con dos lados opuestos. El primero es hidrófilo, lo que implica que se sienta atraído por el agua; el segundo es hidrofóbico, que causa la reacción contraria, mantenerse alejado del agua, que hace lo posible por mantenerse lejos del agua. 

Es decir, mientras el lado hidrofóbico de las moléculas se aferra a la grasa en la suciedad de los platos, el lado hidrófilo hace lo posible por entrar en contacto con el agua. La buena noticia es que los extremos hidrófilos son un poco más fuertes, y las moléculas son arrastradas por el agua, junto con la suciedad y restos de comida. 

Kristine Wook Eoam5tsbia Unsplash

Otros consejos para lavar trastes 

  • Separa tus trastes por nivel de suciedad: Lo aconsejable es comenzar a lavar por cubiertos, luego vasos, tazas, platos y al final dejar las ollas y sartenes.
  • Remoja lo más sucio: Casi siempre lo más sucio son platos y sartenes, por ello, lo ideal es remojarlos mientras lavas lo más sencillo. 
  • Usa guantes: Los guantes de latex tienen su razón de ser y es que el jabón en exceso puede ser tóxico para las manos. 
  • Agua caliente, tibia y fría: Los cubiertos por materiales y suciedad, se recomienda lavar con agua fría. La cristalería y platos, dependiendo del nivel de suciedad, será mejor usar agua caliente y limpiar en movimientos circulares en sentido del reloj. De la misma manera, ollas y sartenes, ya que el remojo debería ayudar a quitar la suciedad, pero para limpiar completamente, lo mejor será utilizar agua caliente.
  • Cambia periódicamente tu esponja: Cada siete a 20 días. 
  • Escurridor de trastes limpio: El escurridor de trastes es de esos elementos que debes mantener limpio, ya que es el lugar en donde se secarán los platos recién lavados.
  • Usa agua caliente: El agua caliente mata bacterias, elimina la suciedad que se ve y la que no, disuelve más fácil la grasa, reduce el tiempo de secado y desaparece la viscosidad de algunos alimentos.  
  • No dejes los platos sucios demasiado tiempo: Dejar tus platos, ollas, sartenes o cubiertos a la intemperie, es un entorno atractivo para plagas, insectos y bacterias que pueden proliferar ahí. 

Cortesía de Xataka



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