
Ante los enormes retos de la salud en México, la Facultad de Medicina de la UNAM planea un cambio grande en cómo forma a sus médicos, siendo el principal y más prestigiado semillero de profesionales de salud en el país. Entrevisté a su directora general, Carolina Sepúlveda, la primera mujer en casi 450 años de historia de la UNAM en dirigir dicha facultad, y nos compartió detalles sobre la propuesta de un nuevo plan de estudios en base a un nuevo perfil de egreso del médico general acorde a las necesidades actuales y futuras de la salud del país.
Será para la carrera de medicina, pero también para sus otras licenciaturas como nutrición, neurociencias, fisioterapia, ciencia forense e investigación biomédica.
No es solo un ajuste: buscan preparar a los doctores para el mundo real de hoy y mañana, conectando la educación con temas económicos como ahorrar en salud pública y privada, y poner más énfasis en prevenir antes que curar.
El nuevo plan de estudios, previsto a que entre en vigor en agosto de 2026, ya está en consultas con la comunidad universitaria, así como con hospitales, médicos, autoridades y demás actores externos que de una u otra manera interactúan con los egresados de la FacMed. El mayor giro estará en el enfoque que ya no será centrado en diagnosticar y tratar enfermedades, sino mucho hacia la prevención, y con materias opcionales en administración o gestión de salud. También se agregan en el programa aspectos clave como igualdad de género, ética, salud digital, enfermedades relativas a migraciones o males crónicos, que no son parte fija del actual programa. La doctora Sepúlveda nos comenta que un comité lo analizó todo y creó un perfil para el médico general mexicano que cubre eso y más.
Algo interesante es que aparte de la carrera principal como tal, se alinearán además áreas menores que proporcionarán al alumnado microcredenciales en unas 13 áreas, tales como investigación, enseñanza, administración, economía de la salud o digital. Así, podrán egresar como médicos o nutriólogos y con un plus especializado desde la licenciatura. Además, se duplican horas en bioética, se pone énfasis en salud pública para promover vidas sanas y el énfasis mayor en prevenir.
Considerando la necesidad del mercado laboral, el enfoque del nuevo programa es formar médicos que, si tienen interés en administración y economía, puedan orientarse hacia esas áreas desde la propia carrera.
Cuestionada sobre la insuficiente capacidad para cubrir la elevada demanda, la titular de la Facultad de Medicina reconoce que admiten a los más que les es posible en función de su capacidad, recursos y número de docentes. Actualmente, dice, sus aulas están repletas (con 80 grupos en primero grado) y turnos completos. Admite que sería genial abrir más cupos, pero para ello hace falta inversión. La facultad hoy tiene como 30,000 alumnos en total: 13,500 en pregrado, 16,500 en especialidades y el resto en posgrados. Egresan unos 1,500 médicos al año, y casi todos logran colocarse: 70% van a especialidades a hacer el examen ENARM y 30% se quedan en medicina general. El problema de la desequilibrada distribución de médicos en el país no es tema de la UNAM, sino de la Secretaría de Salud, y al respecto la directora de Facmed hace ver que urge un diagnóstico nacional de necesidades, liderado por Salud, con participación de instancias académicas. El observatorio de la Facultad podría aportar para balancear oferta y demanda, evitando exceso en especialidades saturadas, pero depende del llamado del órgano rector.
En investigación, promueven programas como Apoyo y Fomento a la Investigación Estudiantil (AFINES) para meterse temprano, o el PECEM (Plan de Estudios Combinados) que permite a alumnos de alto rendimiento hacer carrera y doctorado en 9 años –aunque lo triste aquí es que muchos se van al extranjero porque México no los retiene.
En investigación clínica, el nuevo plan refuerza el área y la titular de la facultad comenta que están alineados con los trabajos impulsados por el secretario de Salud, David Kershenovich, donde en diversos foros se reúne la posición de todas las instancias relacionadas con la formación y la agilización normativa abriendo puertas a alianzas público-privadas y al impulso de ensayos que atraigan inversión.
En cuanto a salud digital en un contexto de austeridad, la facultad, dice que la están incluyendo como materia obligatoria y como menor, organizando congresos con Ingeniería (hackatones divertidos), con el diplomado en IA que organiza con Funsalud, y preparando a sus alumnos con herramientas como telemedicina.
Salud mental, otro foco crítico
El cuidado de la salud mental de los estudiantes que atenderán la salud del país es otro tema que la directora Sepúlveda reconoce con implicaciones económicas por el alto costo de la deserción y el burnout en profesionales de salud. Informa que la Facultad ha implementado el programa de salud mental (PROSAM), evolucionado desde la pandemia, que incluye desestigmatización, promoción de bienestar (cursos en mindfulness), prevención (cultura de paz y “Centinelas por la Salud Mental”), así como diagnóstico oportuno vía examen EMA y tratamientos cortos. Abrieron además una nueva asignatura de autocuidado en el primer semestre, junto con dos semanas iniciales de “habilidades para el éxito” mediante el que se busca fortalecer a los alumnos en manejo de estrés. Hace unos días se firmó un compromiso por la paz en educación médica para romper con los ciclos de violencia normalizados con los residentes. Algo en lo que se tiene consciencia es que invertir en salud mental reduce ausentismo y mejora productividad en instituciones de salud.
Por último, le preguntamos a la doctora Sepúlveda sobre qué tanto están incluidos los capítulos de infecciones hospitalarias y resistencia a antibióticos en el programa de la Facultad, y detalló que se imparten clases de infectología, y se les alista para la “próxima pandemia” pero en este ámbito hizo ver que se requiere también una mejor regulación. Carolina Sepúlveda aspira a que su mandato (de 4 años que pueden replicarse y ser 8) derive en una facultad vanguardista y humanista, centrada en las personas para alcanzar una medicina más armónica.
Ranking 2025 de Hospitales y Clínicas de América Latina
Está por conocerse el Ranking de los Mejores Hospitales y Clínicas de América Latina 2025 realizado por la consultora latinoamericana IntelLat. Le podemos adelantar que 9 hospitales mexicanos clasificaron entre las 80 instituciones evaluadas en la región. Y entre los 20 hospitales mejor rankeados se encuentran tres mexicanos: el Centro Médico ABC de la CDMX; el Hospital Zambrano Hellion -Tec Salud, de San Pedro Garza García, Nuevo León; y el Christus Muguerza Hospital Alta Especialidad en Monterrey, Nuevo León. Y entre los mexicanos, también destacan: el Hospital Infantil Teletón de Oncología de Querétaro; el Hospital Galenia de Cancún, Quintana Roo; y los Doctors Hospital AUNA, Hospital Clínica Nova, OCA Hospital AUNA y Doctors Hospital East AUNA, todos estos localizados en Monterrey, Nuevo León.
¿Qué pasa en Cofepris?
En medio de menudos desafíos que tiene el regulador sanitario Cofepris, en particular en la agilización de masivos trámites que detienen a sus distintas y tan importantes industrias reguladas, hoy está envuelta en rumores que no abonan más que a una indeseable y costosa parálisis que ya hemos conocido en años anteriores. Desde hace unos días circulan versiones de una supuesta renuncia de su titular, la doctora Armida Zúñiga, que pueden ser sólo rumores, pero lo que sí es que en el sector regulado se percibe nerviosismo por esas versiones. Nos comentan personajes cercanos al sector que podría ser por señalamientos de supuestos actos de corrupción que están relacionados con algún asunto donde tiene que ver la FDA. Por lo pronto, otra versión es que el asunto ya detonó en la salida de la jefa de oficina, Cristina Viruega, quien ha sido brazo derecho de la doctora Armida. Todo son rumores, pero generan gran inquietud.
Cortesía de El Economista
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