
La ingeniería mexicana ha colocado el nombre de México en el certamen internacional de ciencia y tecnología Premio James Dyson 2025, con tres proyectos que destacan por su ingenio, impacto social y compromiso con la innovación.
Alejandro Aguilar, de la Universidad Sabes Celaya, fue nombrado ganador nacional por su proyecto OpticalApp, mientras que Lifecore y Rho fueron reconocidos como finalistas nacionales.
Estos tres equipos avanzarán a la fase internacional del concurso, donde podrán competir por un premio de hasta 756,000 pesos mexicanos, al tipo de cambio del 19 de septiembre de 2025. El jurado de la fase nacional incluyó a un panel de jueces externos y a un ingeniero de Dyson.
El Premio James Dyson, que forma parte del compromiso de Sir James Dyson para demostrar el poder de la ingeniería para resolver los problemas del mundo, es organizado por la Fundación James Dyson, una organización benéfica educativa internacional fundada en 2002.
La misión es inspirar a la próxima generación de ingenieros e invertir en causas sociales e investigación médica. El desafío del concurso es diseñar algo que resuelva un problema, ya sea una dificultad cotidiana o un desafío global. A diferencia de otros concursos, los participantes conservan la autonomía sobre su propiedad intelectual.
El proceso de evaluación consta de varias etapas. Primero, las postulaciones son evaluadas a nivel nacional, donde se selecciona un ganador y dos finalistas en cada país o región. A partir de estos ganadores nacionales, un equipo de ingenieros de Dyson elige una lista de 20 proyectos a nivel internacional. Finalmente, Sir James Dyson revisa los 20 finalistas y selecciona a los ganadores globales.
Alejandro Aguilar, de la Universidad Sabes Celaya, fue nombrado ganador nacional por su proyecto OpticalApp.
OpticalApp, el ganador nacional
Alejandro Aguilar, estudiante de ingeniería en tecnología de la información en Guanajuato, fue el ganador nacional de la edición 20 del Premio James Dyson en México. Su proyecto, OpticalApp, es una aplicación móvil que diagnostica 28 enfermedades de la retina y un estado saludable en menos de 30 segundos, utilizando solo una imagen de la retina.
Aguilar se enteró del concurso por una creadora de contenido llamada Aziel Medina. Aunque no planeaba participar, un día se le ocurrió una idea y decidió probar la viabilidad de su proyecto. Encontró un “terreno más fértil” en las enfermedades oculares, en parte porque su madre se dedicaba a diagnosticarlas.
Para su proyecto, Alejandro investigó modelos de inteligencia artificial que detectan enfermedades oculares, pero al no encontrar uno que lo convenciera, creó el suyo propio.
“Luego terminé complementando con un un adaptador para poder tomar estas imágenes que luego entendiera la inteligencia artificial”, dijo Aguilar en entrevista.
El primer prototipo fue de cartón, pero para la fase del concurso diseñó uno con impresión 3D. A diferencia de otras aplicaciones médicas que necesitan internet o hardware costoso, OpticalApp funciona sin conexión, está disponible en tres idiomas (español, inglés y francés) y fue diseñado para usuarios sin conocimientos médicos.
La discapacidad visual es un problema de salud pública en México, donde 45.8% de las personas con discapacidad tiene dificultades para ver. Además, el glaucoma es la segunda causa de ceguera irreversible a nivel mundial y se estima que la mitad de los 1.5 millones de mexicanos que lo padecen lo desconoce. Con un diagnóstico oportuno y acceso adecuado a servicios oftalmológicos, 80% de los casos de ceguera podría prevenirse.
OpticalApp recibirá 126,000 pesos mexicanos para las siguientes etapas de desarrollo y comercialización.
Evelyn Gisele Ramírez Chávez.
Rho
Evelyn Gisele Ramírez Chávez, del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, fue una de las finalistas nacionales con su proyecto Rho. Su proyecto es un calzón menstrual que se diferencia de la competencia por su patrón que distribuye el flujo menstrual, evitando filtraciones, infecciones y humedad
Este diseño permite extender el ciclo de uso del producto y está pensado para mujeres que viven en situación de calle o son vendedoras ambulantes. El proyecto nació de una experiencia personal de su creadora, quien se sensibilizó ante las dificultades que muchas mujeres enfrentan para gestionar su menstruación en condiciones de vulnerabilidad.
Rho está diseñado para absorber el flujo de manera eficiente y prolongar el tiempo de uso, lo que reduce el riesgo de fugas e infecciones. Su innovación radica en su estructura de capas, que incluye materiales como lana merino, poliéster hidrofílico, Zorb® y Tencel™, además de un patrón interno exclusivo inspirado en redes biológicas que distribuye el flujo de forma uniforme
Este diseño mantiene la piel seca y fresca por más tiempo, ofreciendo una alternativa accesible y segura para mujeres con acceso limitado a productos de higiene menstrual. Evelyn comentó que esta es la segunda vez que participa en el concurso, ya que el año pasado quedó como finalista nacional con otro proyecto.
Ella se graduó recientemente y espera que el reconocimiento del premio le brinde exposición y le ayude a potencializar su currículum y portafolio para desenvolverse mejor en la industria.
“Espero tener más exposición, poder desarrollar mi proyecto en el futuro y también tener contacto como con estudios y pues sí, más exposición como diseñadora para poder desenvolverme mejor profesionalmente”, dijo.
Equipo de Lifecore.
Lifecore
El tercer finalista nacional fue Lifecore, un proyecto creado por un equipo de la Universidad Iberoamericana, compuesto por María José Gutiérrez, Rina Green, Elihan Guerrero, Galilea Reyes, Eugenio Merigo, Sharon Rodriguez y Dana Bernstein.
Lifecore es un sistema eficiente y accesible para el transporte de corazones destinados a trasplantes. En México, la práctica común para trasladar estos órganos sigue siendo el uso de hieleras de unicel con hielo triturado, lo que representa un riesgo para la viabilidad del corazón.
Lifecore surge como una alternativa de bajo costo y alto rendimiento, diseñada para mantener una temperatura homogénea y estable durante el trayecto, incluso en terrenos irregulares.
El sistema está fabricado con PET termoformado y PLA impreso en 3D, lo que garantiza un sellado hermético y una protección física adecuada. Su principal característica es que ofrece una solución tecnológicamente eficiente y económicamente viable, pensada para hospitales que no cuentan con acceso a sistemas especializados de transporte de órganos.
Los tres proyectos pasarán a la siguiente fase internacional del Premio James Dyson. La lista de los 20 finalistas internacionales, los cuales serán seleccionados por un equipo de ingenieros de Dyson, se anunciará el 15 de octubre. Los ganadores globales, elegidos por Sir James Dyson, se darán a conocer el 5 de noviembre.
Además de la exposición global y el reconocimiento, los ganadores globales recibirán cada uno un premio de 30,000 libras, mientras que los ganadores nacionales reciben 5,000 libras
Para los equipos mexicanos, esta etapa representa una oportunidad para obtener visibilidad, impulsar el desarrollo de sus proyectos y conectar con la industria.
Cortesía de El Economista
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