Año con año, Calaverandia se ha consolidado como uno de los eventos más esperados por los tapatíos, ganándose un lugar especial en el corazón de la ciudad y convirtiéndose en un referente de entretenimiento, cultura y tradición, no solo a nivel local, sino en todo México. Es el único parque temático del país dedicado por completo a una de las tradiciones más representativas de nuestra cultura: el Día de Muertos. Su crecimiento constante lo ha posicionado como una experiencia indispensable para locales y turistas que buscan celebrar esta festividad de manera única.
Para su edición 2025, el evento regresa al parque Ávila Camacho -su hogar desde sus inicios- más grande, colorido y festivo que nunca, con nuevas atracciones y actividades diseñadas para recibir a las familias tapatías. Esta edición combina lo mejor de la festividad con un enfoque moderno, gastronómico, inmersivo y tecnológico, reafirmando su papel como un referente indiscutible en el estado. Entre sus novedades destacan “El cementerio”, considerado el primer cementerio interactivo del mundo, un gigantesco Altar de Muertos, espectáculos multimedia 4D e inmersivos, y recorridos que transportarán a los visitantes desde pintorescas calles de pueblo hasta las oscuras y misteriosas cavernas del inframundo.
“Cada año hay novedades. Siempre mantenemos la esencia del parque, pero buscamos perfeccionar la experiencia”, comenta Fernanda Cortés, coordinadora de accesos de Calaverandia, en entrevista con EL INFORMADOR. “Contamos, por ejemplo, con el primer cementerio interactivo del mundo, lo que nos da una proyección muy grande. La fusión de tradición, arte y tecnología es fruto del trabajo de un equipo creativo talentoso, siempre a la vanguardia, para lograr experiencias inmersivas y satisfactorias”.
Desde su primera edición en 2017, la evolución del evento ha sido sorprendente para el equipo organizador. Ocho años después, se ha convertido en una fecha obligatoria cada fin de año, atrayendo no solo a los tapatíos, sino también a visitantes de todo México y del mundo. Según datos oficiales, más de 400 mil personas han disfrutado de la experiencia en los caminos arbolados del parque Ávila Camacho, convirtiéndose en una cita cultural que combina entretenimiento y tradición.
La planeación de cada edición es meticulosa y comienza seis meses antes. El montaje requiere aproximadamente mes y medio de trabajo intenso, involucrando a un gran equipo compuesto por arquitectos, diseñadores, voluntarios y personal de taquilla. Cada miembro tiene un papel fundamental para que el evento cobre vida y la experiencia del visitante sea plenamente satisfactoria.
“La verdad ha sido un proceso muy sorprendente porque no esperábamos que Calaverandia se convirtiera en un evento insignia de la ciudad”, asegura Cortés. “Es un orgullo muy grande, y más porque esta es una empresa 100% tapatía. Estamos felices de que sea parte de nuestra identidad. Tenemos muchísimo talento que participa dentro del evento, tanto en el montaje como en la operación. Nuestra plantilla crece cada año y el montaje nos toma aproximadamente mes y medio. En la operación generamos muchos empleos en seguridad, barras, alimentos, bebidas y más. Somos un gran equipo. La planeación inicia seis meses antes, trabajando en oficinas a full: creando, diseñando, conceptualizando y planificando para que, al final, cuando abramos puertas, la experiencia del usuario sea totalmente satisfactoria”.
Con cada edición, Calaverandia no solo celebra una tradición, sino que también fortalece su identidad como un evento cultural y turístico clave en Guadalajara, capaz de atraer a miles de visitantes y generar un impacto significativo en la economía local y la comunidad.

Experiencia 2025 y actividades destacadas
Para la edición 2025, la Coordinadora de accesos invitó al público a no perderse la experiencia, ya sea que hayan visitado el evento en ediciones anteriores o que lo hagan por primera vez. “A quienes aún no han visitado Calaverandia les diría que no se lo pueden perder. Incluso si ya fueron, cada año es diferente, con cambios y experiencias nuevas según con quién vayas: en familia, con amigos o en pareja. Es una experiencia única”, comenta Cortés.
El evento se llevará a cabo del 22 de octubre al 9 de noviembre en el parque Ávila Camacho, de martes a domingo. Los horarios serán: domingo, martes, miércoles y jueves de 7 a 12; viernes y sábado de 7 a 1. La venta de boletos comenzará el 24 de septiembre a través de boletomovil.com y en la taquilla del parque, con horario de lunes a domingo de 11:00 a 19:00 horas; a partir del 22 de octubre, el horario de taquilla se ampliará a 11:00 a 22:00 horas.

TOMA NOTA
Precios de preventa (disponibles por tiempo limitado)
- General Adulto +13 años – $711
- General Niño 4 a 12 años – $351
- Comfort Pass Adulto +13 años – $1,368
- Comfort Pass Niño 4 a 12 años – $738
- Niños de 0 a 3 años no pagan
Precios de venta regular
- General Adulto +13 años – $790
- General Niño 4 a 12 años – $390
- Comfort Pass Adulto +13 años – $1,520
- Comfort Pass Niño 4 a 12 años – $820
- Niños de 0 a 3 años no pagan
Los precios no incluyen cargo por servicio de Boletomóvil

Importancia cultural y turística
Calaverandia implica múltiples dimensiones para Guadalajara. Más allá de ser un evento local, se ha convertido en un motor económico y cultural que atrae visitantes de todo México y del mundo, dejando una derrama económica significativa en la ciudad. Este evento ha logrado posicionarse en el imaginario tapatío junto a otras festividades de fin de año, como las Fiestas de Octubre y la FIL, consolidándose como un referente del entretenimiento familiar y la tradición cultural.
Su relevancia se extiende no solo por la diversión que ofrece, sino también por mantener viva la tradición del Día de Muertos, transmitiéndola a nuevas generaciones y manteniendo presente la memoria de quienes formaron parte de nuestra historia, a través de experiencias diseñadas para toda la familia y todas las edades.
“La respuesta de las familias tapatías y de los turistas, tanto nacionales como internacionales, ha sido increíble. Se ha vuelto un evento insignia de la ciudad y cada vez recibimos más visitantes de otros países y estados”, comenta Fernanda Cortés, coordinadora de accesos de Calaverandia.
“Nuestros turistas nacionales también son muy importantes porque llevamos la magia de la tradición a toda la república. La respuesta siempre ha sido muy positiva. En lo económico, generamos una derrama significativa para la ciudad. Somos ya un evento turístico. Cada fin de semana llegan camiones de distintas ciudades y hay una gran generación de empleos. Participan diseñadores, arquitectos, administradores y todo tipo de profesiones y oficios, lo cual nos enorgullece porque se activa una cadena de valor muy amplia”.
“Creemos fielmente que la esencia de Calaverandia es prevalecer el Día de Muertos, mantener viva una de las tradiciones más antiguas de nuestro país y reconocida en el extranjero. Queremos que esta tradición no muera, que vayamos a las raíces más profundas y que tanto locales como extranjeros la disfruten”, agrega Cortés, resaltando el compromiso cultural del evento.

Crecimiento y proyección futura
El evento sigue creciendo año tras año, y aunque el equipo no descarta que pueda cambiar de sede o incluso expandirse a otros estados de México, por el momento la festividad está enfocada en la Perla Tapatía, buscando perfeccionar la experiencia cada año. “Este año seguimos en el parque Ávila Camacho. A futuro no sabemos si siempre será ahí, pero por ahora permanece nuestra sede. Nuestra casa siempre será Guadalajara, aunque nos encantaría expandirnos a otras ciudades e incluso a otros países”, asegura Cortés.
“La idea no está cerrada, pero dependerá de cómo evolucione todo. Visualizamos que Calaverandia siga creciendo, cada vez más sólido en su sede y expandiéndose en un futuro. Queremos que el parque sea más innovador, más tecnológico y parte integral de Guadalajara”.
El crecimiento del evento no solo se refleja en la cantidad de visitantes, sino también en la complejidad y profesionalismo de su planeación. Desde seis meses antes del inicio, el equipo trabaja intensamente en la conceptualización, diseño y logística de cada edición, asegurando que cada detalle, desde la decoración hasta las actividades, ofrezca una experiencia memorable para los asistentes.

Impacto social y económico
Calaverandia se ha convertido en un motor económico importante para la ciudad, generando empleos en seguridad, alimentos, bebidas, operaciones y servicios generales, además de ofrecer oportunidades para arquitectos, diseñadores, administradores y otros profesionales. Cada edición activa una cadena de valor amplia que beneficia a cientos de familias y contribuye al desarrollo turístico de Guadalajara, consolidando el evento como un referente nacional y un atractivo internacional que combina cultura, tradición y entretenimiento de manera integral.
Cortesía de El Informador
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