Una multitud se congregó este martes en la ciudad de Ramalá, en la Cisjordania ocupada, para celebrar el reconocimiento del Estado palestino por parte de las potencias occidentales y países de otras regiones, en una jornada marcada tanto por la emoción como por la desconfianza y las demandas de acciones concretas.
En medio de banderas palestinas, europeas y retratos del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, cientos de personas se reunieron en la plaza central de la ciudad al ritmo de canciones nacionalistas, pancartas con mensajes como “Paren el genocidio” y consignas que agradecían a los países que avanzaron en el reconocimiento de Palestina como Estado soberano.
Las imágenes de las marchas en Ramala y Tulkarem, con banderas, retratos, pancartas y lágrimas, reflejan una mezcla de esperanza, dolor y desconfianza. “Si quieren reconocer algo que reconozcan el genocidio que tiene lugar hoy, y pongan fin a estas atrocidades”, dijo Jamila Abdul, habitante de Ramala.
Un “primer paso”
El acto fue encabezado por el propio Abás, junto a altos funcionarios de su gobierno y dirigentes del partido Fatah. La movilización, sin embargo, no fue homogénea: al mismo tiempo que se celebraba el gesto diplomático, diversas voces se alzaban para reclamar medidas concretas frente a la situación humanitaria y política en los Territorios Palestinos.
Jibril Rajoub, secretario general del Comité Central de Fatah, sostuvo que el reconocimiento de países como Francia, Reino Unido, Canadá y Australia constituye “el primer paso de un proceso que esperamos que continúe”. Rajoub calificó la medida como el resultado de “más de un siglo de resistencia” y expresó su emoción por los discursos pronunciados el lunes en la sede de la ONU.
Varios países reconocieron oficialmente el lunes el “Estado de Palestina” desde el podio de la ONU, un gesto con miras a alcanzar la paz entre israelíes y palestinos, que, aunque histórico, sigue siendo careciendo de aplicaciones prácticas.
También participó Maysoun Mahmud, política de Fatah, quien afirmó que el objetivo de la convocatoria era doble: “Agradecer a los países que reconocieron Palestina” y “pedirles que nos apoyen para que cese la guerra”.
“No queremos palabras, queremos acciones”
En la ciudad de Tulkarem, al norte de Cisjordania, también se realizaron manifestaciones con banderas de los países que anunciaron su reconocimiento del Estado palestino en los últimos días. Sin embargo, entre los asistentes no todos compartían la misma visión optimista.
Roula Ghaneb, académica de Tulkarem, participó en la marcha de Ramala sosteniendo una foto de su hijo Yazan, detenido desde hace ocho meses. “No queremos palabras, queremos acciones”, dijo a periodistas. En una línea similar, Jamila Abdul denunció que “Palestina está siendo exterminada hoy en Gaza y en Cisjordania de diversas formas” y exigió a la comunidad internacional frenar lo que describió como “atrocidades”.
Especialistas en derecho internacional señalan que el reconocimiento de un Estado, aunque simbólico, tiene peso político. “El reconocimiento no crea el Estado, pero sí lo legitima en el plano internacional”, explicó Romain Le Boeuf, académico francés. Sin embargo, las implicancias prácticas son limitadas. Palestina sigue siendo un Estado observador en la ONU, sin estatus de miembro pleno, debido al veto estadounidense en el Consejo de Seguridad.
La existencia de Palestina como Estado fue proclamada en 1988 por la OLP, liderada entonces por Yaser Arafat. Desde entonces, hubo varias olas de reconocimiento, la más reciente impulsada por la guerra en Gaza. Las críticas se multiplican en el contexto de una ofensiva militar israelí que ya ha causado más de 65.000 muertes palestinas en la Franja de Gaza, según datos del Ministerio de Salud del gobierno del enclave.
Un futuro incierto
El lunes, en el marco de la Asamblea General de la ONU, se realizó en Nueva York una conferencia internacional centrada en la solución de los dos Estados. Organizada por Francia y Arabia Saudita, la cumbre contó con la participación de decenas de países y culminó con la llamada “Declaración de Nueva York”, que pide un alto el fuego inmediato en Gaza, la liberación de los rehenes, el desarme de Hamas y su exclusión de un futuro gobierno en el enclave.
Francia, Bélgica, Luxemburgo, Malta, Andorra y San Marino anunciaron oficialmente su reconocimiento al Estado palestino desde el podio de la ONU. Un día antes lo habían hecho Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal. En total, al menos 157 de los 193 países miembros de la ONU reconocen a Palestina como Estado, según cifras recopiladas por la AFP. Sin embargo, tanto Estados Unidos como Israel, que no participaron de la conferencia, se oponen firmemente al reconocimiento, al igual que un puñado de países europeos como Alemania e Italia.
A pesar del impulso diplomático, persiste un clima de escepticismo en Cisjordania y Gaza. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró que “no habrá un Estado palestino” y, en julio, el Parlamento israelí votó en contra de su creación. El presidente estadounidense, Donald Trump, alineado con Netanyahu, condenó la decisión. “Reconocer al Estado de Palestina es una recompensa para Hamas”, afirmó su vocera Karoline Leavitt.
Por su parte, durante su intervención por videoconferencia en la cumbre de la ONU, el presidente Abás, a quien el gobierno estadounidense le negó la visa para ingresar al país, prometió que habrá elecciones presidenciales y legislativas “un año después de que acabe la guerra”.
Palestina no celebra elecciones generales desde 2005 (en Cisjordania) y 2006 (en Gaza). Abás también anunció reformas estructurales, entre ellas la redacción de una nueva constitución interina, la reforma educativa según estándares de la UNESCO y el compromiso con un Estado “moderno, democrático y basado en el imperio de la ley”, donde prometió que Hamas no tendrá rol alguno.
Cortesía de Página 12
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