Donald Trump, enemigo público número uno del multilateralismo

Naciones Unidas. El presidente estadounidense, Donald Trump, volvió a la Asamblea General de la ONU el día de ayer 23 de septiembre, con un discurso incendiario en el que advirtió a los países europeos que se están “yendo al infierno” a causa de la inmigración ilegal y calificó el cambio climático como una ” gran estafa”.

El eje central de su discurso fue un ataque frontal contra la ONU. Trump criticó los valores de la organización, que busca reducir el sufrimiento causado por los conflictos globales, las hambrunas y la persecución, y abordar el cambio climático mediante la reducción de las emisiones y la quema de combustibles fósiles.

En una intervención que sobrepasó ampliamente los 15 minutos protocolarios, Trump afirmó que el reconocimiento de un Estado palestino es una “recompensa” por los ataques del 7 de octubre de 2023 perpetrados por Hamás contra Israel, que precipitaron la actual guerra en Gaza.

Trump se mostró sarcástico porque al llegar a la sede de la ONU, mientras subía al hemiciclo, las escaleras mecánicas se estropearon. Luego tampoco pareció funcionar su teleprónter en el estrado. Ambas situaciones lo hicieron enojar.

Aprovechó el momento para criticar a la ONU.

“Esto es todo lo que he logrado de la ONU”, aseguró el mandatario republicano, que lleva menos de un año en el poder y ha puesto del revés a la diplomacia mundial con sus aranceles y decisiones unilaterales.

El incidente de las escaleras no lo olvidó durante la jornada. Por la noche, la Casa Blanca exigió investigar si fue deliberado.

“Si alguien en la ONU detuvo deliberadamente la escalera mecánica cuando el presidente y la primera dama la utilizaban, debe ser despedido de inmediato y se debe iniciar una investigación”, manifestó la portavoz de la presidencia estadounidense, Karoline Leavitt, en X.

Un vocero de la ONU indicó que se trató de una falla.

Con el teleprónter, en el momento de la falla, se observó el rostro de Trump molesto. Siempre criticando a la ONU.

En su idea de que compite por el premio Nobel de la Paz, el estadounidense criticó también a la ONU por no acompañarlo en sus mediaciones internacionales.

Trump afirmó que ha logrado poner paz en “siete conflictos”. La ONU no ayudó en esos esfuerzos, sostuvo. “La ONU tiene un potencial tan tremendo. Siempre lo he dicho. Pero ni siquiera se acerca a la altura de ello”, aventuró.

Otro de los temas que braceó a contracorriente de los esfuerzos internacionales es el cambio climático. Lo definió como “la mayor estafa” del mundo.

Trump habló durante varios minutos sobre el cambio climático, criticando a la Unión Europea por reducir su huella de carbono, algo que según él ha pasado factura a su economía, y advirtiendo a los países que han invertido con fuerza en energías renovables que sus economías sufrirán.

También alabó la firme apuesta de su administración por producir más combustibles fósiles.

“No tenemos que buscar mucho, porque tenemos la mayor cantidad de petróleo y gas del mundo, y si añadimos el carbón, tenemos la mayor cantidad del mundo”, afirmó.

Estado palestino

Uno de los temas centrales que cruzará la semana en la Asamblea General de Naciones Unidas es el reconocimiento de Palestina como Estado.

El lunes lo hizo Francia, un día después de Reino Unido, Australia y Canadá, entre otros.

Ante el avance de la presión internacional por lo que ocurre en la Franja de Gaza, el presidente Trump dijo que “el reconocimiento de un Estado palestino sería una recompensa demasiado grande para Hamás”.

Trump pidió el fin inmediato de la guerra en Gaza. Los partidarios de la paz deben unirse para exigir la liberación de los rehenes, comentó.

“Como para alentar la continuación del conflicto, parte de este organismo pretende reconocer unilateralmente el Estado palestino. La recompensa sería demasiado grande para los terroristas de Hamás, por sus atrocidades”, sentenció ante el pleno.

El mandatario estadounidense no podría dejar fuera de su discurso el tema de la migración: central en su administración.

Trump reiteró que los países europeos se están “yendo al infierno” a causa de la inmigración ilegal, y afirmó que la ONU contribuye a esa “invasión”.

“Es hora de poner fin al fallido experimento de las fronteras abiertas”, dijo Trump en la Asamblea General de la ONU, para luego añadir: “sus países están yendo al infierno”.

Brasil y Venezuela

Trump criticó a aliados y advirtió a enemigos, pero también anunció que se reunirá con su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, “la semana que viene”, tras cruzarse ambos mandatarios en el pasillo que da acceso al estrado.

Lula habló antes de Trump, y sostuvo que “fuerzas antidemocráticas intentan subyugar instituciones” en todo el mundo.

“No hay justificación para las medidas unilaterales y arbitrarias contra nuestras instituciones y nuestra economía”, opinó el mandatario brasileño.

Trump reiteró que Brasil merece aranceles y sanciones por la condena al expresidente Jair Bolsonaro, pero luego sorprendió a la audiencia: “Nos hemos abrazado y hemos decidido que nos veremos la semana que viene”, expresó en alusión a Lula.

Con Venezuela fue mucho menos gentil: “A todo matón terrorista que esté traficando drogas venenosas hacia los Estados Unidos de América: téngase por avisado, lo haremos saltar por los aires”, lanzó.

También repitió su afirmación de que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, lidera redes de narcotráfico, algo que Maduro niega.

Y así concluyó su largo discurso. Tan explosivo como su propia personalidad; intolerable ante la ONU y ante la falla de las escaleras eléctricas.

Cortesía de El Economista



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