Cómo llegó Sarkozy a la condena que lo puede convertir en el primer expresidente francés encarcelado

El expresidente francés, Nicolas Sarkozy, fue condenado este jueves a cinco años de cárcel por los vínculos con el régimen del fallecido mandatario libio, Muammar Khadafi (1969-2011) que, según la sentencia, financió la campaña que lo condujo al frente del Elíseo en 2007. Se trata de la condena más severa pronunciada contra el que fuera presidente de Francia hasta 2012, y que ya fue condenado a penas de prisión en otros dos casos anteriores, por corrupción y tráfico de influencias, y por la financiación ilegal de su campaña de 2012.

Esta vez, el tribunal dio un paso más y afirmó que el delito es más grave porque “perseguía obtener una corrupción al más alto nivel y conseguir beneficios de un dignatario libio condenado por terrorismo”. La sentencia coloca a Sarkozy en el centro de una trama delictiva puesta en pie en 2005 junto a sus dos colaboradores más próximos, Claude Guéant y Brice Hortefeux. Aunque se lo absolvió de los otros tres delitos por los que estaba acusado: malversación de fondos, corrupción activa y delito electoral.

El expresidente francés, acompañado de su esposa Carla Bruni y de sus tres hijos en la lectura del veredicto, aseguró a la salida del tribunal que su sentencia es una gravedad extrema para el Estado de derecho y para la confianza de los ciudadanos en la justicia. “Si quieren que duerma en prisión lo haré con la cabeza bien alta porque soy inocente”, manifestó. “Lucharé hasta mi último suspiro para probar mi inocencia completa”, remarcó.

Primer expresidente en prisión

Sarkozy apelará la condena, aunque eso no suspenderá la aplicación de la pena. En un mes será convocado por la Fiscalía que establecerá su entrada en prisión los cuatro meses siguientes, lo que puede convertirlo en el primer expresidente francés encarcelado. Una demanda de liberación provisional basada en su edad, 70 años, le podría permitir salir de la cárcel a Sarkozy.

La fiscalía había pedido a finales de marzo siete años de prisión, al considerarlo el verdadero responsable de un pacto con Khadafi, muerto en 2011. Para los investigadores, Sarkozy y su equipo prometieron al exlíder libio ayuda para restaurar su imagen internacional, después que se acusara a Trípoli de atentar contra un avión en Escocia y otro en Níger, a cambio de dinero para su campaña electoral.

Otras once personas fueron juzgadas. La justicia condenó a seis años de prisión a su exmano derecha Claude Guéant por corrupción y asociación ilícita, y a dos años al exministro Brice Hortefeux sólo por el último cargo. Tres fueron absueltas. El caso se basaba en declaraciones de siete exdignatarios libios, viajes a Libia de Guéant y Hortefeux, transferencias de dinero y los cuadernos del exministro de Petróleo libio Shukri Ghanem, encontrado ahogado en el río Danubio en Viena en 2012.

Uno de los principales acusadores, el empresario franco-libanés Ziad Takieddine, murió a los 75 años el martes en Beirut de un paro cardíaco. Este hombre afirmó en varias ocasiones que ayudó a entregar a Sarkozy y a su equipo dinero procedente de Khadafi. Posteriormente se retractó de sus acusaciones, antes de contradecir su propia retractación.

Sarkozy fue imputado en octubre de 2023 por haber tratado de influir en el testimonio de Takieddine en el caso de la financiación libia de su campaña. La Justicia sospecha que maniobró para que cambiara su testimonio, y también está imputada su esposa. El caso está en proceso de instrucción, pero el reciente fallecimiento de Takieddine el pasado martes en Beirut, puede tener consecuencias.

Historial judicial

Desde su salida del Elíseo en 2012, derrotado por el socialista François Hollande, Sarkozy ha tenido que afrontar una nutrida agenda judicial, que incluye varias causas en las que fue imputado y que le han valido ya tres condenas, una de ellas definitiva, por corrupción y tráfico de influencias. En ese caso fue sentenciado a un año de cárcel por el tribunal Supremo en diciembre de 2024, por lo que llevó un brazalete electrónico entre febrero y mayo del año pasado, que le fue retirado por cumplir los 70 años. Fue condenado por las escuchas interceptadas por la Policía por haber tratado de obtener informaciones de un magistrado sobre otra investigación judicial que tenía abierta, a cambio de influir para obtener para él un puesto en Mónaco.

El exmandatario conservador también fue condenado en una causa vinculada a la financiación de su campaña de 2012. En noviembre de 2021 recibió una condena de un año de prisión en primera instancia, que en febrero de 2024 fue reducida a la mitad en Apelación. La decisión del Supremo se espera para el mes próximo. El tribunal consideró probada la existencia de una trama de falsas facturas para financiar de forma oculta actos electorales de Sarkozy en la campaña para su reelección para no superar los límites que impone la ley francesa.

El expresidente también aparece en la denuncia que investiga la Fiscalía sobre posible corrupción en la atribución del Mundial de fútbol de 2022 a Qatar, tras una denuncia presentada en abril de 2023. Una factura cobrada por un allegado de Sarkozy y la presencia del ex presidente en una comida en noviembre de 2010 junto a Michel Platini, entonces presidente de la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA), y el emir de Qatar, en presencia de Emmanuel Macron, levantan las sospechas de los investigadores.

Sarkozy figura en la investigación de presunta corrupción para modificar el voto en 2018 de un inversor qatarí en el Consejo de Vigilancia de Lagardère en favor del heredero del grupo francés, muy amigo del expresidente. En enero de 2020 la Fiscalía abrió una investigación sobre los 500.000 euros recibidos por Sarkozy a principios de ese año del grupo ruso Reso-Garantia, que él asegura que responden a un contrato de asesoramiento pero que la Justicia sospecha que puede ser para promover un tráfico de influencias. El expresidente fue absuelto en la investigación de un caso de desvío de fondos que data de 1995, cuando era ministro de Hacienda del Gobierno de Edouard Balladour, por el que otros ministros sí fueron condenados.

Por otro lado, la inmunidad presidencial protegió a Sarkozy en la investigación por la atribución de 404 millones de euros al empresario Bernard Tapie por la confiscación de Adidas en 1993, por la que, entre otros, fue condenada su ministra de Economía Christine Lagarde, actual presidenta del Banco Central Europeo. También se benefició de la inmunidad presidencial en la investigación sobre la atribución sin licitación previa de contratos para elaborar sondeos cuando estaba en el Elíseo, por la que algunos allegados fueron condenados.

Sarkozy fue absuelto en el “caso Bettencourt”. Fue la primera investigación en la que estuvo implicado, la del presunto abuso de la debilidad de la anciana heredera del imperio cosmético L’Oréal Liliane Bettencourt (ya fallecida), para obtener fondos para su campaña de 2007. Sarkozy además fue absuelto en 2013 en el llamado “caso Bettencourt”, la primera investigación en la que estuvo implicado. Se lo acusaba de haber abusado de la debilidad de Liliane Bettencourt, la heredera del imperio cosmético L’Oréal —ya fallecida—, para obtener fondos para su campaña de 2007.

Cortesía de Página 12



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