Más de 100.000 personas marcharon por Berlín este sábado, en una de las mayores manifestaciones propalestinas desde el inicio de la guerra en Gaza. La presión sobre el Gobierno de Alemania por su postura frente a la guerra en el enclave se intensifica, tanto de forma interna como externa, en medio de un creciente aislamiento diplomático.
Los manifestantes exigieron el cese de las exportaciones de armas a Israel, sanciones desde la UE y un alto el fuego inmediato. “Hablan de razones de Estado mientras los hospitales quedan reducidos a cenizas. Guardan silencio sobre el genocidio y se hacen cómplices”, denunció Inés Schwerdtner, dirigente del partido de izquierda Die Linke.
Mientras países como Francia, Reino Unido, Canadá, Australia y España dieron pasos hacia el reconocimiento del Estado palestino y condenado con dureza la ofensiva israelí, Berlín mantiene una postura más cauta, alimentada por su histórica relación con Israel, y se niega a posicionarse en su contra.
Relación compleja
Alemania, tradicionalmente un firme aliado de Israel, se enfrenta ahora a crecientes presiones tanto dentro de la Unión Europea como en su sociedad civil. La cuestión toca una fibra sensible para el alma política alemana. Desde la posguerra, el apoyo a Israel ha sido considerado un pilar de su “razón de Estado”, en palabras de la excanciller, Angela Merkel.
Pero el debate se reactivó con las denuncias de un genocidio en el enclave por parte de la ONU, incluso entre figuras históricamente alineadas con esa posición. Christoph Heusgen, ex asesor de Merkel y embajador ante la ONU, advirtió recientemente que Israel podría encaminarse hacia un “Estado de apartheid” si continúa con su política en Gaza y Cisjordania.
En agosto, el canciller Friedrich Merz anunció una restricción en la venta de armas a Israel, una decisión que generó aplausos en sectores progresistas pero fue duramente criticada por la derecha conservadora. Desde la CSU, el diputado Stefan Mayer advirtió sobre “una inversión narrativa” entre víctimas y perpetradores, mientras que la Sociedad Germano-Israelí calificó la medida como “una victoria para Hamas en la guerra de propaganda global“.
Sin embargo, la marea parece estar cambiando en la sociedad civil. Según encuestas recientes de la cadena alemana ZDF, el 76 por ciento de la población considera injustificada la ofensiva israelí, y un 62 por ciento califica los hechos en Gaza como genocidio.
Cortesía de Página 12
Dejanos un comentario: