Adaptación será clave en Mundial 2026: David Silva

El próximo verano, literalmente, calienta para albergar la edición 23 del Mundial de la FIFA entre Canadá, México y Estados Unidos. Los últimos dos países destacan por tener temperaturas mayores a 30 grados centígrados en varias de sus ciudades sede.

La prueba más cercana fue el Mundial de Clubes, celebrado en Estados Unidos entre junio y julio. Las imágenes de jugadores de equipos europeos tirándose agua en el rostro para refrescarse se hicieron virales alrededor del planeta, con partidos que deambularon entre los 32 y 37 grados.

El calor no es el único desafío del Mundial 2026. También está la altura de las tres sedes en México (Guadalajara, Monterrey y Ciudad de México), las distancias entre los tres países y el extenuante calendario de la temporada 2025-26, principalmente, en el futbol de Europa.

El Economista consultó estos retos con David Silva, campeón del mundo con España en Sudáfrica 2010 y que también compitió en Brasil 2014 y Rusia 2018. El ex jugador del Manchester City compartió sus puntos de vista desde The Trophy Experience, evento organizado por HBO Max y TNT Sports.

Preparación anticipada

“Con la altura y el clima, puede pasar que haya dificultades (para las selecciones europeas), pero creo que al final tienes que venir un poco antes a adaptarte a todo”, destacó Silva, quien se retiró del profesionalismo en 2023.

El Mundial 2026 debutará con 48 selecciones, ya que entre 1998 y 2022 se celebró con 32. Europa contará con 16, aunque hasta este momento no hay ninguna que ya haya asegurado su boleto. Las más cercanas son España, Francia, Portugal e Inglaterra, que están invictas en sus respectivos grupos eliminatorios en la Confederación Europa de Futbol (UEFA).

Otra de las que se perfila a calificar es Noruega, cuya temperatura promedio es entre 17 y 21 grados centígrados. En caso de lograr su primer boleto a un Mundial desde 1998, tendría que prepararse para condiciones opuestas en Norteamérica, sobre todo si le toca jugar en México o Estados Unidos.

“Es verdad que vi en el Mundial de Clubes en Estados Unidos que hacía mucho calor y los campos no estaban tan finos, pero al final la gente se adapta a todo y para todas las selecciones es un poco de lo mismo”, insiste ‘Chino’ Silva.

Cuando él y sus compañeros, Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Íker Casillas, entre otros, ganaron la final del Mundial 2010 contra Países Bajos, jugaron a una temperatura estimada de 14 grados en Johannesburgo, Sudáfrica.

En Brasil 2014 la temperatura promedio se elevó a más de 25 grados y España no pudo superar la fase de grupos. Tampoco lo consiguieron otras seis selecciones de Europa, destacando potencias como Italia, Inglaterra y Portugal.

Sin embargo, el Mundial de Clubes dejó sensaciones positivas con el boleto a semifinales para tres equipos de Europa: Real Madrid, París Saint-Germain (PSG) y Chelsea. Al final, los ingleses se quedaron con el trofeo en Nueva Jersey.

Otra característica a resaltar en 2026 es que las únicas sedes que rebasan los 500 metros sobre el nivel del mar son las de México: Monterrey con 530, Guadalajara con 1,540 y Ciudad de México con 2,240. Las restantes 13, entre Estados Unidos y Canadá, no rebasan los 200.

Traslados y calendario

Otros desafíos que tendrá el Mundial 2026 son los largos recorridos para disputar partidos entre México, Estados Unidos y Canadá, así como el cansancio que arrastren los jugadores tras la temporada 2025-26.

Será la primera vez que el Mundial se dispute en tres países, cuya máxima distancia entre dos ciudades sedes es superior a 4,700 kilómetros entre Vancouver y Ciudad de México. En Qatar 2022, la máxima distancia fue de 72 kilómetros entre las sedes más lejanas (Al Khor y Al Wakrah).

“Con tres países sede creo que el reto va a ser, sobre todo, con las distancias. Subirte a un avión por tantas horas después de un partido, pero a ver qué tal, esperemos que salga bien y todo vaya en orden, que los jugadores también puedan disfrutarlo”, destacó Silva, que también ganó dos Eurocopas con España (2008 y 2012).

Luego está el tema del calendario. Según un reporte que publicó el Sindicato de Futbolistas Profesionales FIFPRO sobre la temporada 2024-25, hubo jugadores que llegaron a disputar 76 partidos entre club y selección.

Dicho reporte también señala, con sustento médico, que el descanso recomendable para los futbolistas es de 28 días antes de volver a máxima exigencia. En el caso de los finalistas del Mundial de Clubes, esa cifra fue de apenas 13 y siete días, respectivamente, para Chelsea y PSG.

“Cada vez hay más partidos y competiciones, pero también hay más lesiones”, expresó Silva en ese sentido, recordando que una rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda lo obligó a retirarse hace dos años.

“Creo que hay que cuidar un poco más al jugador. Si quieres que haya un buen espectáculo en el Mundial y que los jugadores lleguen frescos, aunque siempre es difícil porque llegan con muchos partidos, hay que intentar un poco cuidar al jugador de mejor manera”.

Pese a estas situaciones, ‘Chino’ ve con entusiasmo el Mundial 2026, advirtiendo que las condiciones serán las mismas para todos los participantes. Más bien, enfatizó que la comunión de grupo puede ayudar a una selección a ser favorita.

–Más allá de que en un Mundial puede ocurrir cualquier cosa, ¿consideras que hay algo esencial que puede ayudar a un grupo a ser favorito?

“Algo esencial es que haya un buen grupo humano y luego ya depende de las características de los jugadores. Al final, los que mandan son los jugadores en ese sentido. Ahora, en una selección tampoco puedes trabajar mucho como en un equipo, que estás todo el año. Creo que es un poco de ambas cosas: tener un buen grupo y luego la generación que tengas para ganar, que creo que se trata de eso”, respondió a este diario.

El Mundial 2026 será del 11 de junio al 19 de julio. Representa la primera vez que el torneo se juega en la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Futbol (Concacaf) desde 1994 en Estados Unidos.

Cortesía de El Economista



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