SWIFT y los principales bancos mundiales trabajan en una reforma basada en la tecnología blockchain

La red mundial de mensajería financiera SWIFT y más de 30 bancos internacionales anunciaron ayer que trabajan “a buen ritmo” para que los pagos transfronterizos sean instantáneos y para crear un sistema capaz de gestionar las diversas formas nuevas de dinero digital.

SWIFT, una pieza clave de la arquitectura financiera mundial, afirmó que las instituciones colaboran en un “libro mayor digital compartido” basado en la cadena de bloques, que consideran fundamental para modernizar las transacciones bancarias internacionales.

El calendario aún no se define, pero inicialmente se centrará en permitir pagos transfronterizos en tiempo real las 24 horas del día, los siete días de la semana, lo que también debería abaratar el proceso, dado que actualmente puede llevar varios días.

SWIFT, con sede en Bélgica, también tiene previsto aprovechar los recientes proyectos piloto para hacer que sus sistemas sean “interoperables” con los nuevos que están surgiendo para las monedas estables, los depósitos bancarios tokenizados y las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC) que están desarrollando países como China y el Banco Central Europeo.

La principal ventaja de SWIFT es que su red actual ya se puede utilizar en más de 200 países y conecta a más de 11,000 bancos que la utilizan para enviar billones de dólares cada día.

El hijo del presidente estadounidense, Donald Trump, y defensor de las criptomonedas, Eric Trump, describió recientemente a SWIFT como “anticuado”, pero su esperanza es que, al añadir la funcionalidad blockchain, pueda evolucionar y seguir proporcionando las características de cumplimiento y resiliencia que requieren los bancos tradicionales.

Las stablecoins están pasando rápidamente de ser instrumentos criptográficos nicho a convertirse en algo habitual. Un informe de Citi de la semana pasada estimaba que en el 2030 podría haber hasta 4 billones de dólares en stablecoins en circulación, con 100 billones de dólares en transacciones realizadas con ellas al año.

Alrededor de 90% de los bancos centrales del mundo exploran ahora versiones digitales de sus monedas fiduciarias.

SWIFT prevé que el libro mayor digital compartido, un registro seguro y en tiempo real de las transacciones entre bancos, “registre, secuencie y valide las transacciones y aplique las normas mediante contratos inteligentes”.

Cortesía de El Economista



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