El reto de los jefes, transformar malas noticias en oportunidades de confianza

Existen varias cosas que suelen generar inconformidad en los colaboradores, como las malas noticias, cambios de horario o de días de descanso, asuntos con los cuales los jefes lidian día a día; sin embargo, requieren amenizar las situaciones para evitar consecuencias mayores.

Sin embargo, pasar por alto la inconformidad de un equipo tiene consecuencias, ya que cuando los colaboradores no se sienten tomados en cuenta, aumenta el ausentismo, la falta de cumplimiento de objetivos, el clima laboral se vuelve tenso y disminuye el compromiso, explica Marisol Molino, coach ejecutiva.

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Por otra parte, en Latinoamérica, el 31% se siente comprometido con su trabajo; sin embargo, sólo 17% de los gerentes se siente comprometido y esto se ve reflejado con sus equipos, de acuerdo con el reporte Estado del lugar de trabajo global 2025, realizado por Gallup.

Hay noticias que no se pueden revertir, porque es una decisión en la que no se puede intervenir, pero también hay situaciones que pueden ayudar a los jefes con las preocupaciones de sus equipos”, comenta David Pons, fundador de Neolíderes.

Evitar escuchar tiene consecuencias en las empresas

Las malas noticias, como el recorte de personal, el cambio de horarios o días de descanso suelen tener una mala impresión en los colaboradores, pero para evitar que escale a más, los jefes deben tener cuidado en cómo dan la noticia y qué hacer cuando la inconformidad está muy marcada. 

David Pons menciona que cuando el descontento aumenta, es porque las organizaciones y los jefes no indagan en las consecuencias en el personal, por lo que es necesario conocer la raíz del problema y así evitar daños en la cultura organizacional.

Aunado a que tratar estos problemas es importante, porque en Latinoamérica uno de cada cuatro trabajadores describe con palabras negativas la cultura de su empresa, de acuerdo con el estudio Tendencias de experiencia del empleado 2024, realizado por Ipsos.

Impulsa la comunicación transparente

A pesar de que un jefe vea por el bien de su equipo y busque amenizar la situación, hay ocasiones en las que no es posible intervenir en las decisiones de los superiores, en estos casos los especialistas recomiendan sincerarse y ser vulnerables. 

Es fundamental la comunicación transparente y sincera de la situación. También expresar qué situaciones si están bajo control entre el líder y que no puede controlar”, puntualiza Marisol Molino.

Por ende, mostrarse vulnerable y comunicar que la situación está fuera del alcance del jefe ayuda a generar estabilidad en la comunicación e incluso fortalecer la relación laboral.

Frenar la inconformidad interna

Antes de que una mala noticia dé paso a la molestia prolongada de los colaboradores y por ende una fuga de talento, los jefes pueden sobrellevar estas situaciones y encontrar un punto de equilibrio. 

Asimismo, cuando un jefe ejerce el liderazgo, provoca que los colaboradores se sientan tomados en cuenta. En este sentido, escuchar a los trabajadores es importante porque 40% se encuentra activamente buscando un nuevo empleo; mientras que las personas menores de 35 años se sienten menos comprometidas laboralmente, de acuerdo con Gallup.

En este contexto, los especialistas recomiendan una serie de tips para amenizar la situación:

1. Compartir una visión al futuro: Notificar una mala noticia, como un cambio organizacional impacta negativamente, pero si los jefes explican las causas y qué se espera en el futuro, cambia la percepción de las personas.

Es decir, si el cambio es temporal o esto mejorará las condiciones, los colaboradores no se sentirán con la incertidumbre de qué va a pasar más adelante.

2. Validar la opinión: Lo que menos se espera de estas situaciones es un liderazgo autoritario, en el que nadie se siente escuchado. Por ello, aprender a escuchar la opinión e inquietudes de los demás ayuda a tomar acciones.

“Hay que entender lo que pasa del otro lado y empatizar. Siempre hay que validar lo que sucede con los empleados”, añade David Pons.

3. Evitar tomarlo personal: La sensación de molestia e inconformidad cuando se reciben malas noticias, provoca que las personas digan o actúen bajo la emoción. En este sentido, se recomienda que los jefes no sigan esta premisa, ya que puede empeorar la situación.

“Se necesita estabilidad para reconocer y validar las emociones en los colaboradores y gestionar las propias también. En estas conversaciones hay que evitar estar a la defensiva como líder”, aconseja Marisol Molino.

Cortesía de El Economista



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