Milei retoma la relación con Macri tras la derrota electoral en Buenos Aires

Javier Milei ya no piensa en “pintar Argentina de violeta”, por el color de su partido, La Libertad Avanza. Tampoco clama a los cuatro vientos que es “un león” enviado por “las fuerzas del cielo” para terminar con el comunismo internacional. Derrotado por un millón de votos por el peronismo en la provincia de Buenos Aires, hace tres semanas, su esfuerzo está puesto ahora en obtener al menos un resultado digno en las legislativas nacionales. Tan duro ha sido el golpe en las urnas que hasta ha recuperado el contacto con aliados políticos a los que, cuando estaba en su mejor momento, consideró innecesarios y desechó. En el listado está el expresidente Mauricio Macri. El acercamiento se inició el miércoles pasado con un intercambio de mensajes telefónicos y se consumó el domingo, en la residencia oficial de Olivos.

“El domingo tuvimos una larga reunión con el presidente Milei y [el jefe de ministros] Guillermo Francos. Es bueno haber retomado el diálogo después de más un año, siempre con la misma vocación: decirle la verdad al presidente sobre lo que pienso de la situación del país y encontrar las oportunidades para trabajar para que la Argentina salga adelante”, escribió Macri este martes en sus redes sociales. Confirmó así un encuentro que ambas partes habían mantenido en secreto.

El texto de Macri tiene varios mensajes entre líneas. Que llevaba un año sin verse con Milei ya lo había dicho semanas atrás, cuando tras la derrota de La Libertad Avanza en Buenos Aires desde el Gobierno comenzaron a coquetear con la idea de un acercamiento. “Decirle la verdad” a Milei supone enrostrarle que su partido, Pro, se sintió mal pagado y destratado luego de haber garantizado con su apoyo la gobernabilidad de una gestión en minoría parlamentaria y sin siquiera un partido propio de alcance nacional. En cuanto a “las oportunidades para trabajar”, Macri lleva desde el primer día ofreciendo a Milei dirigentes con experiencia para suplir el evidente déficit de gestión del Gobierno.

Durante el primer año de su mandato, Milei recibía a Macri en Olivos con un plato de milanesas y al grito de “Hola, presi”. Pero la relación se enfrió a medida que los éxitos del libertario en su guerra contra la inflación lo convencieron de que podía arreglárselas solo. Los aliados de Macri pasaron a ser entonces “noños republicanos”, por sus constantes críticas a los modos del presidente y su desprecio por el diálogo.

La sangre llegó al río con las elecciones legislativas en la ciudad de Buenos Aires, donde Milei presentó candidatos propios y venció en su feudo al macrismo. Derrotado, Macri hasta aceptó una alianza electoral con los libertarios en varios distritos, incluso resignando sus siglas, la del Pro, y su color, el amarillo, que prácticamente desapareció del mapa argentino.

Cuando la relación parecía no tener retorno, Milei cayó estrepitosamente en la provincia de Buenos Aires a manos del peronismo. El Gobierno entró en un espiral descendente, con la economía en picada y una oposición envalentonada en el Congreso.

En lo peor de la tormenta financiera, Macri salió en apoyo de Milei y rompió el hielo. “Es momento para ser muy prudentes. Nunca he sido de aquellos que cree en que cuanto peor, mejor”, dijo Macri tras largos meses de silencio. Milei estaba en Nueva York y se aprestaba a aceptar la mano tendida de Donald Trump con un rescate financiero de 20.000 millones de dólares. “Le escribí a Mauricio Macri y le di las gracias por las declaraciones generosas que tuvo en las últimas semanas”, explicó Milei este martes en una entrevista. “A partir de ahí retomamos el diálogo y estamos trabajando en recomponerlo. La verdad es que nos llevamos muy bien, por más que en un año no hablamos”, dijo.

La incógnita es ahora qué resultados concretos tendrá este acercamiento. Las elecciones legislativas se celebrarán dentro de menos de cuatro semanas y es posible que ya sea demasiado tarde. El consenso es que habrá que esperar al resultado en las urnas para ver hasta dónde Macri está dispuesto a ayudar.

Cortesía de El País



Dejanos un comentario: