A 11 años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, el paradero de los jóvenes sigue siendo desconocido, mientras las investigaciones sobre el caso no prosperan y, de acuerdo con el Gobierno Federal, el pacto de silencio no se ha roto.
Sin embargo, no ha disminuido un ápice la exigencia de familiares y compañeros de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, cuando se confirman movimientos en los integrantes de ambos bandos. Por un lado, el abogado Vidulfo Rosales renunció a la representación legal y defensa de los familiares de los 43.
Rosales Sierra renunció a la lucha social en el Centro Tlachinollan para mudarse al soberbio edificio de la Suprema Corte de Justicia en Pino Suárez. El abogado aceptó el empleo como nuevo secretario de Estudios y Cuenta en la ponencia de la presidencia de la Corte, a las órdenes del ministro recién entrado en funciones, Hugo Aguilar Ortiz.
Y por otro lado, Alejandro Encinas. El exjefe de Gobierno del Distrito Federal dejó el gabinete de Clara Brugada, en cuyo equipo fue titular de la Secretaría de Planeación, Ordenamiento Territorial y Coordinación Metropolitana, para mudarse a Estados Unidos.
Encinas Rodríguez fue propuesto por la presidenta Claudia Sheinbaum como representante permanente de México ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), con sede en Washington, D.C. Dos cambios relevantes en las investigaciones del caso Ayotzinapa, cooptando al abogado de los 43 y exiliando al investigador más eficaz del caso, aunque centrando la investigación y culpabilidad en Tomás Zerón, el director de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de Peña Nieto exiliado en Israel, con un proceso de extradición en su contra.
Encinas juró como embajador y Enrique Irazoque gana terreno para ser su sucesor
Siendo aún abogado de los familiares de los 43, el propio Vidulfo se lanzó contra Encinas asegurando que cuando estuvo al frente de la comisión especial de investigación, hubo resultados hasta que se topó con la resistencia del Ejército, lo que lo llevó a renunciar.
“Encinas hizo un buen papel”, dijo el abogado en septiembre de 2024. “Y entendemos que cuando la investigación fue virando hacia el Ejército mexicano terminó por renunciar” a solicitud de AMLO, insistió Vidulfo sobre Encinas. Aunque, como pudo saber esta redacción, en Palacio Nacional hay un nombre al que buscan proteger más que a nadie.
Y no es otro que el secretario Omar García Harfuch, el cual como mando de la Policía Federal en Guerrero -en aquel lejano septiembre de 2014- habría participado en las reuniones preparativas de la “verdad histórica”, la aberración jurídica que el gobierno de Peña Nieto presentó a la opinión pública como la versión oficial sobre la desaparición.
Esto advierten en la cúpula de la oposición del PRI y del PAN que, sobra decirlo, es la menos interesada de que se llegue a la verdad en el caso de los 43. Otro asunto importante en Palacio por razones del mismo orden es la creciente presión contra las Fuerzas Armadas luego de los casos del huachicol fiscal en la Marina Armada de México.
Cortesía de La Política Online
Dejanos un comentario: