El traspaso de Finamex incorporará 30,000 nuevos clientes con instrumentos financieros equivalentes a 90,000 millones de pesos.
Eduardo Carrillo, CEO de Finamex Casa de Bolsa, dijo en entrevista que tras un acuerdo con Vector se transfirieron 21 fondos de inversión más algunos clientes con instrumentos como bonos y acciones.
“Llegamos a un acuerdo con Vector, un acuerdo económico específico para comprar los fondos y para transferir las cuentas. Son dos acuerdos separados”, explicó Carrillo.
Los negocios que adquirió Finamex involucran el cuidado del patrimonio de los clientes y de la inversión de dinero en activos bursátiles.
Si los 30,000 clientes de Vector deciden quedarse en Finamex y no se cambian de institución financiera, Finamex tendrá 150,000 clientes en total y 220,000 millones de pesos en activos.
Adicional a los clientes y los fondos de inversión, Finamex se quedará con alrededor de entre 150 y 200 empleados de Vector que permitirán asesorar a los clientes en este traspaso.
Uno de los problemas que plantea este acuerdo es que Vector tenía alrededor de 16 o 17 oficinas a nivel nacional en lugares donde Finamex no tiene presencia, por lo que Carrillo analiza el proceso para transferir a esas personas a nuevas oficinas o reubicándolos.
El directivo espera que el traspaso de los 30,000 clientes más cerca de 200 empleados de Vector se formalice antes del 20 de octubre, la fecha en que el gobierno de Estados Unidos dio como límite para que que entren en vigor las sanciones en contra de Vector, Intercam y CI Banco.
Estamos concentrados es en darle estabilidad a los clientes (…) Llevan tres meses de mucha incertidumbre, de que no saben qué va a pasar, lo primero es transmitirles a los clientes tranquilidad y que sepan que están en un buen lugar
Finamex, al no tener experiencia en el manejo de fideicomisos, optó por no buscar entrar en ese negocio mientras que el negocio cambiario de Vector fue considerado “riesgoso”, por lo que también desistieron de adquirirlo.
“Es un negocio en el que nos hemos mantenido alejados, no nos ha gustado porque creemos que sí tiene riesgos e implicaciones con las que no nos sentíamos preparados para poder medir esos riesgos de manera correcta, pero no quiere decir que hacia adelante no lo hagamos”, destacó.
Para Carrillo, el aprendizaje que dejó el señalamiento del Departamento del Tesoro hacia las tres instituciones financieras fue un “jalón de orejas” para todo el sector financiero en México, para que se trabaje en la prevención de lavado de dinero.
“Más que ganadores en esta transacción, nosotros tenemos agradecimiento con el gobierno mexicano y con los clientes; vendrá mucho trabajo en las próximas semanas”, destacó.
Carrillo destacó que las negociaciones se hicieron con Vector, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y la interventora que asignó el gobierno.
“El gobierno se mantuvo al margen, fueron imparciales y se enfocaron en buscar que se ciudara la estabilidad del sistema financiero”, dijo.
Queda pendiente el negocio cambiario de Vector, el negocio de fideicomisos, así como la licencia de la Casa de Bolsa y la licencia de la operadora de fondos. Se espera que Vector Internacional, el negocio que opera en Estados Unidos, tenga comprador en ese país.
Cortesía de Expansión
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