Fitch mejora nota de Pemex por segunda vez en dos meses

Fitch Ratings mejoró la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex) de “BB” a “BB+” en sus notas de largo plazo en moneda local y extranjera, con perspectiva estable. Esto se da apenas dos meses después del ajuste al alza que dio Fitch a Pemex, con base en la misma causa: el apoyo con que cuenta la petrolera por parte del gobierno mexicano.

La calificadora detalló este jueves que también retiró la observación positiva en la que mantenía a la empresa pública del Estado.

Esta mejora se produce tras la exitosa ejecución por parte de Pemex de una oferta pública de adquisición por 9,900 millones de dólares en ocho series de valores, financiada con fondos en efectivo del gobierno mexicano, explicó Fitch.

“La transacción indica un mayor vínculo entre Pemex y el soberano, lo que resultó en un aumento en la evaluación de Supervisión, Vinculación y Apoyo (OLS) de la compañía. Fitch ahora califica a Pemex sólo un nivel por debajo de la calificación soberana de México, en lugar de dos niveles por debajo, lo que resultó en la mejora”, publicó la firma de evaluación crediticia.

Pese a la mejora de calificación, la agencia consideró que la petrolera todavía tiene un “perfil financiero débil”, con limitaciones de liquidez y bajos niveles de producción. Y alertó sobre el riesgo de subinversión en activos estratégicos, tanto en exploración como en refinación.

Tras observar diversos retos operativos y financieros, Fitch destacó que el perfil crediticio independiente de Pemex se mantiene en “ccc”.

La deuda financiera de Pemex ronda los 99,000 millones de dólares y la que mantiene con sus proveedores alcanza casi 23,000 millones de dólares.

Apenas el primero de agosto pasado, Fitch Ratings mejoró la calificación de la petrolera y explicó que la colocación de las notas precapitalizadas la motivó a fortalecer su evaluación del subfactor precedentes de Apoyo, según sus criterios para entidades relacionadas con gobiernos federales.

“México ha implementado medidas legislativas que permiten a Pemex compartir el límite de deuda con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la transacción P-Cap aborda significativamente los vencimientos a corto plazo de la compañía. Estas acciones indican una mayor supervisión gubernamental y una mejora en la toma de decisiones”, explicó Fitch.

Posteriormente, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, presentó un plan integral de capitalización y financiamiento con el que se buscará que Pemex no requiera de apoyo financiero del gobierno a partir del 2027.

Sheinbaum y el secretario de Hacienda, Edgar Amador Zamora, dijeron que el gobierno tiene como objetivo que Pemex financie sus propios gastos operativos a partir del 2027 y que se busca que reduzca su deuda a 77,300 millones de dólares para el 2030.

Cortesía de El Economista



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