Ventas inmobiliarias en Miami: casi la mitad en efectivo

El mercado inmobiliario de Miami se ha posicionado como un destino clave para inversionistas internacionales, especialmente de América Latina, quienes encuentran en las compras de bienes raíces en efectivo una manera eficaz de diversificar su patrimonio. 

De acuerdo con el más reciente informe de Miami Realtors, en julio del 2025, 48.8% de las 921 ventas de condominios y townhouses en Miami-Dade se cerraron en efectivo. Así, el volumen total de ventas superó los 772 millones de dólares, con un precio promedio de 838,728 dólares por unidad.

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Peggy Olin, presidenta y CEO de OneWorld Properties, explicó que los principales compradores en efectivo provienen de países de América Latina, como Argentina, México, Brasil y Colombia.

“La estabilidad económica, protección patrimonial, cercanía cultural, la posibilidad de generar ingresos en dólares y el prestigio de Miami es lo que los hace elegir este destino internacional”, comentó en entrevista.

Según la experta, para inversionistas provenientes de economías inestables, pagar en efectivo representa una estrategia de blindaje patrimonial. Al mismo tiempo, permite cerrar operaciones sin la necesidad de pasar por procesos hipotecarios que en Estados Unidos pueden ser complejos y prolongados.

¿Riesgo de lavado de dinero?

El alto porcentaje de compras en efectivo también plantea riesgos. Uno de los principales es el lavado de dinero, un fenómeno presente en los mercados inmobiliarios internacionales donde circulan grandes montos.

Al respecto, Peggy Olin afirmó que Miami opera bajo regulaciones para mitigar estos riesgos. En primer lugar, todas las transacciones deben cumplir con las normas federales de Anti-Money Laundering (AML) y Know Your Customer (KYC).

Estas incluyen la verificación de identidad de los compradores, el origen de los fondos y la obligación de reportar operaciones sospechosas a la Financial Crimes Enforcement Network (FinCEN).

Por otro lado, el mecanismo Geographic Targeting Order (GTO) obliga a reportar las compras en efectivo por encima de ciertos montos en mercados como Miami.

Focos rojos

Para la presidenta de OneWorld Properties, los cinco indicadores de riesgo de lavado de dinero en operaciones inmobiliarias en efectivo son:

  • Compra en efectivo de alto valor sin justificación clara del origen de fondos.
  • Uso de múltiples sociedades de responsabilidad limitada (LLC) para ocultar la identidad del comprador.
  • Pagos fraccionados o realizados por terceros sin relación con la transacción.
  • Adquisición de inmuebles sin intención de uso o renta.
  • Compra y reventa en plazos muy cortos sin justificación de valor agregado.

“El riesgo existe, como en cualquier mercado donde el uso de efectivo es alto, pero Miami tiene regulaciones estrictas. El vacío más persistente es la posibilidad de adquirir propiedades a través de estructuras complejas (como fideicomisos o LLCs extranjeras), que dificultan identificar al beneficiario final”, apuntó Olin.

Zonas atractivas para inversionistas

El interés de los inversionistas latinoamericanos se concentra en Brickell, Downtown Miami, Edgewater y Miami Beach, zonas caracterizadas por su conectividad, oferta cultural y proyectos de alta calidad.

Olin remarcó que las propiedades más deseadas por los latinoamericanos en Miami son las que ofrecen flexibilidad en el arrendamiento a corto plazo, lo que permite generar ingresos inmediatos.

También destacan las unidades “ready-to-use”, cómo el proyecto residencial 7200 Collins, que se entregan totalmente amuebladas y listas para habitar; así como los proyectos de lujo como JEM Private Residences, con amenidades exclusivas y ubicación estratégica.

“Mientras Miami siga siendo un refugio confiable para inversionistas internacionales, la tendencia (de compras en efectivo) se mantendrá. Factores como la apreciación del dólar o políticas fiscales podrían influir, pero la solidez del destino global asegura que la compra en efectivo seguirá siendo predominante”, concluyó Olin.

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Cortesía de El Economista



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