La nueva BMW iX no es para tímidos


Es casi imposible no voltear a ver la BMW iX. Sus formas atrevidas aún son un poderoso imán de miradas, aunque no todas positivas. El que le guste, o, aunque no pero que sepa lo bien que se maneja, puede portarla con una sonrisa de superioridad ante esas caras de desaprobación, como quien dijera: si supieras lo bien que estoy aquí, tu expresión facial sería otra.

Claro que la parte dominante es la parrilla que, en un auto eléctrico como este, solo está ahí para mostrar al mundo que se trata de un BMW. Es el primer lugar a donde van nuestros ojos y su parte más polémica, pero no la única. No hay un solo detalle en iX que sea convencional, estéticamente hablando. Ahora hay faros ligeramente distintos, con los leds puestos en forma vertical, así como una fascia rediseñada.

Por dentro, los asientos delanteros nos invitan a estar en el lugar más agradable de la iX. Cómodos, amplios, con calefacción y masaje incluso en la versión 45 que condujimos, la parte delantera de la iX nos pone delante de un par de pantallas (rápidas y de magnífico brillo y resolución), unidas detrás de un solo cristal que hace las veces de reloj de instrumentos configurable y de control general del auto. Hay tantas aplicaciones que no habría espacio suficiente para escribirlas todas aquí, pero diremos que tiene navegación propia, CarPlay, Android Auto y hasta WeChat, esa especie de “WhatsApp” (que también está presente) chino, que deja en claro el mercado para el cual está prioritariamente hecha.

Interiores. Las pantallas dominan el tablero. CORTESÍA

Espacio y desempeño

Atrás, pese a haber buen espacio para cabeza y rodillas, el asiento es muy bajo y nos quedaremos con las rodillas apuntando hacia arriba. Por fortuna difícilmente saldremos a carretera con un auto eléctrico en nuestro país, por el riesgo de quedarnos sin lugar donde cargar. Para ciudad, no representa mucho problema.

Su motor eléctrico manda 414 HP a las cuatro ruedas gracias a una caja automática de un solo cambio. Acelere firme y verá que salta hacia el frente con ganas de probar nuestra resistencia a las fuerzas G. Además, la iX emite un sonido, digamos, “galáctico” para dejar en claro a nuestros sentidos que estamos acelerando muy fuerte y que en 5.1 segundos ya estaremos a 100 km/h.

Su autonomía es de alrededor de 600 kilómetros y su precio, un millón 799 mil 900 pesos. Si eres de los que puede darse el lujo de tener un auto urbano -o de viajes cortos- como este en tu cochera, aunque no seamos enamorados de su estética, queremos que sepas que eres dueño de nuestra envidia. Y no de la buena.
 

Cortesía de El Informador



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