En recientes años, Guadalajara se ha convertido en una de las paradas más importantes en el calendario de la Women’s Tennis Association (WTA). Desde 2019, a excepción de 2020 cuando se suspendió toda actividad por la pandemia por COVID-19, la Perla Tapatía se acostumbró a recibir anualmente a algunas de las mejores representantes del deporte blanco a nivel mundial.
La capital jalisciense ha sido pionera de grandes eventos tenísticos en México, y para muestra el WTA Finals de 2021 que posicionó a la ciudad como la primera metrópoli de Latinoamérica en organizar un evento de este calibre, ya que reunió a las mejores ocho tenistas de la temporada de ese año.
Sin embargo, Guadalajara no siempre se interesó por traer competencias tenísticas de talla mundial y, por mucho tiempo, los eventos de esta disciplina se realizaron de manera intermitente. En un lugar que predomina el gusto por otros deportes, el tenis no era el principal y ni siquiera existía una sede en específico para poder practicarlo o que se llevasen a cabo competencias internacionales.
De los primeros registros que se tienen, EL INFORMADOR publicó el 9 de abril de 1972 una nota sobre la reunión que sostuvieron autoridades locales para ultimar detalles del “Primer Torneo Internacional de Tenis”, el cual contó con jugadores nacionales y extranjeros, quienes compitieron por una bolsa de 41 mil 500 pesos que fue repartida entre los primeros ocho jugadores.
En dicha competencia, estuvo presente Vicente Zarazúa, quien es tío de la mejor tenista mexicana actual, Renata Zarazúa; ese año finalizó en tercer lugar y como premio recibió tres mil pesos.
Otro antecedente importante data de 1997, cuando se realizó el “Primer Torneo Challenger” en Guadalajara. Este evento se llevó a cabo en las instalaciones del Club Puerta de Hierro, pero sólo reunió a exponentes nacionales, destacándose integrantes del equipo mexicano que estuvieron presentes en la Copa Davis.
Con la edificación del Complejo Panamericano de Tenis, mismo que fue inaugurado el 15 de octubre del 2010, se abrió paso a que más eventos de la disciplina pudieran realizarse en la ciudad. Este inmueble se construyó con la principal intención de albergar a los atletas que compitieron en los Juegos Panamericanos de 2011 y sirvió para que el deporte blanco fuera más visto en la capital jalisciense.
Antes que se disputaran los Juegos Panamericanos, el recinto fue puesto a prueba con el “All Star Challenger”, el cual reunió a algunas leyendas y otros tenistas que se presentaban como jóvenes promesa. Entre los nombres más destacados estuvieron André Agassi, Jim Courier, Mark Philippoussis, Wayne Ferreira, el tapatío David Roditi, entre otros.
Al ser un evento de exhibición y de poco renombre, el Complejo Panamericano de Tenis no vivió sus mejores entradas, ya que muy poca gente se dio la oportunidad de asistir a observar a estos deportistas y solo los verdaderos y conocedores fanáticos del deporte blanco fueron quienes ocuparon algunas gradas del inmueble.

Discretos pasos a la consolidación
Con un inmueble nuevo y capaz de recibir competencias mundiales de tenis, en 2011 se presentó el Jalisco Open, evento que perteneció a la gira Challenger de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP). Este torneo resultó de gran importancia porque por primera vez en Guadalajara se tuvieron a jugadores profesionales disputándose puntos que se vieron reflejados en el ranking mundial.
Este Challenger Tour fue un trampolín para las futuras estrellas del tenis profesional, ya que les dio la oportunidad de sumar unidades que les permitió escalar puestos en el ranking de la ATP. En total, se realizaron ocho ediciones, siendo la última en 2018 y como una de las figuras más destacadas que se tuvo fue el canadiense Denis Shapovalov, quien quedó como subcampeón en 2017, después de caer ante el bosnio Mirza Basic.
Aunque se planeó retomar las actividades para el 2020, el Jalisco Open ya no se disputó más y tanto el estado como la ciudad ya no fueron sedes de un torneo de la ATP, quedándose sin la oportunidad de recibir a más jugadores profesionales de este circuito.


2019, el siguiente paso
El 2019 fue el año en el que el Estado recibió por primera vez un torneo de la Women’s Tennis Association (WTA) con el Abierto de Zapopan que fue categoría 125, etiquetándose como el torneo femenil más importante en suelo jalisciense. Esto fue posible gracias a los esfuerzos de Gustavo Santoscoy Arriaga y Gustavo Santoscoy García, padre e hijo, quienes lideran la empresa GS Sports Management.
A este primer evento femenino vinieron tenistas como la china Yafan Wang, la italiana Sara Errani, la francesa Alizé Cornet y la canadiense Eugenie Bouchard, además de las mexicanas Renata Zarazúa y Giuliana Olmos.
En esa ocasión se contó con una cancha principal que pudo albergar a dos mil 700 espectadores y a lo largo de una semana la afición tapatía pudo ser testigo de una competencia sumamente importante.

Hora de mejorar
Después de la suspensión de todo tipo de actividad masiva en 2020 por la pandemia, las acciones tenísticas se retomaron para el 2021 con el Abierto de Zapopan en su categoría 250, lo que significó elevar su nivel y también presentar mejoras en el recinto en el que se llevó a cabo la competencia.
Sin embargo, eso no fue lo más importante en ese año, ya que de forma inesperada, en septiembre se anunció que Guadalajara sería sede del WTA Finals, último torneo del circuito en el año que enfrenta a las ocho tenistas que más puntos sumaron en la temporada.
El hecho que la Perla Tapatía se convirtiera en la primera ciudad de Latinoamérica en tener un torneo de ese calibre fue producto de la suerte y la viveza de la familia Santoscoy. Principalmente, porque el evento se había programado a celebrarse en Shenzen, China, pero como las jugadoras no estuvieron de acuerdo en pasar la cuarentena previa al torneo, se decidió llevar el WTA Finals a otra ciudad y ahí fue donde Guadalajara y los Santoscoy levantaron la mano.
Con la exigencia de mejorar para poder recibir a las mejores tenistas del mundo, en el Complejo Panamericano se llevaron obras a marchas forzadas para construir un estadio con capacidad para seis mil personas y ahí fue donde todo cambió para que Guadalajara se consolidara como la capital del tenis a nivel nacional.

Con la mira en las futuras estrellas
Para 2022, Guadalajara volvió a ser referente y realizó un torneo de WTA en su categoría 1000, el primero en el país. Con la intención de seguir ofreciendo gratas experiencias, el Complejo Panamericano de Tenis volvió a modificarse y se mejoraron las áreas comunes, sanitarios, el área de staff de jugadoras, gimnasio y, por supuesto, las canchas en las que las jugadoras pudieron mostrar su mejor tenis.
A partir de ese momento, el GDL Open AKRON llegó para quedarse y posicionarse entre el gusto del público tapatío que, de manera ininterrumpida desde 2022 a la fecha se ha dado cita en el Complejo Panamericano para poder observar a las tenistas de élite y fortalecer su gusto por el deporte blanco.
Además del Abierto de Guadalajara, también arribó el UTS y con ello regresaron jugadores profesionales a la capital jalisciense. En febrero pasado, el UTS hizo su primer torneo en Latinoamérica y la Perla Tapatía volvió a poner el ejemplo al traer torneos inéditos a México.
Además, el UTS trajo consigo el que se lograra abrir la primera academia en Latinoamérica del prestigioso entrenador Patrick Mouratoglou, la cual tiene la firme intención de formar jugadores mexicanos de élite en un plazo máximo de siete años, refrendando el compromiso que se tiene con la afición local.
De esta manera, se confirma la evolución y el crecimiento del tenis en nuestra ciudad. Un incremento que no se dio de la noche a la mañana y que necesitó de innovación, promoción y trabajo duro para brindarle la oportunidad a los jaliscienses de no solo ver a grandes estrellas del deporte blanco, sino también de soñar en convertirse en una de ellas.
Cortesía de El Informador
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