Las prensas: donde las letras cobran vida


Por 108 años, el proceso de impresión de EL INFORMADOR ha estado a la vanguardia de los avances tecnológicos de las imprentas en el mundo. Desde la “Manuelita”, la primera prensa que llegó a Guadalajara para la producción del periódico, hasta los modelos más recientes de las prensas Goss, con las que la empresa ha tenido una larga relación, la impresión del periódico se ha caracterizado por buscar la calidad antes que la rapidez, siempre conscientes del alto estándar al que están acostumbrados los lectores.

Desde 1917 hasta 1970 es conocida como la etapa “en caliente”, en la cual se utilizó la “Manuelita”. Los textos llegaban por telegrama y/o por teletipo, con letras en mayúsculas y sin composición, para posteriormente ser corregidos por los cablistas. Todo se entregaba a los operadores del linotipo para armar las líneas de metal de la máquina, para el contenido del periódico y los anuncios, mientras que las notas locales eran redactadas en máquinas de escribir.

Con los tipos móviles se armaban las “cajas” de metal o de madera para los encabezados y las notas, mientras que, una vez armada la página, se preparaba un troquel en cartón húmedo con la forma de tambor de la imprenta, se le inyectaba plomo y se obtenía la pieza de impresión. Entonces, “Manuelita”, con estas placas, imprimía directo en el papel por ambos lados. Las imágenes, en tanto, se procesaban con las técnicas de revelado e impresión de la película fotográfica en blanco y negro. Las fotografías nacionales e internacionales se recibían por radio y se imprimían en papel fotosensible. Con ellas, ya en papel, se hacían los grabados en metal con los tonos adecuados para plasmarlas en el periódico.

“La Manuelita”. En las instalaciones de Independencia 300, antes de ser trasladada a su nueva ubicación. EL INFORMADOR/Archivo

Para la década de los setenta, el diario entró en la etapa conocida como “en frío” u Offset, recuerda el ingeniero Luis Bodart, coordinador de producción de esta casa editorial. Este cambio representó un gran avance tecnológico en la maquinaria utilizada. Ahora se utilizaban láminas de aluminio con un relieve prácticamente indetectable, además de agua para limpiar la parte de la placa que no imprime. La parte seca era a la que se le llenaba de tinta para realizar la impresión en papel. Estos eran los modelos Urbanite de la empresa Goss. EL INFORMADOR contaba con tres de ellas.

Este método es el que se ha mantenido desde entonces. 

El modelo Urbanite se utilizó desde la década de 1968  hasta 2014, cuando, ante la necesidad de contar con mayor calidad, se optó por utilizar enteramente el modelo Community. Ambos modelos eran usados de manera simultánea, pero este cambio representó un avance importante y una transformación profunda en el proceso de producción del periódico, reconoce Bodart.

Esta prensa formó parte de la reingeniería que emprendió EL INFORMADOR en la década de los noventa, cuando Don Carlos Álvarez del Castillo Gregory asumió la dirección del periódico de parte de su padre, Don Jorge Álvarez del Castillo. 

“La Roja”. Imprimió las páginas de EL INFORMADOR desde el año 2014 hasta el 2025. EL INFORMADOR/Archivo

En tanto, a partir de 1998 se comenzó a utilizar color en el periódico, lo cual hacía más atractivo el contenido para los lectores. Además, los editores tomaban información nacional y/o internacional de agencias, mientras que los reporteros locales escribían sus notas en el procesador de textos de su computadora o dispositivo móvil. 

El método de paginación automatizó, en gran medida, el proceso de armado. Los redactores escribían prácticamente sobre el papel, con lo que podían ver en el monitor cómo se verían  ya impresas las páginas.

En esta etapa, Juan Carlos Álvarez del Castillo Barragán, actual director de EL INFORMADOR,  comenzó su vinculación con el diario. También se consolidó la presencia del periódico en medios digitales y se sentaron las bases para que la redacción dejara de estar dividida en web e impreso y pasara a ser un ente unificado.

En 2020, tras más de 100 años, la “Manuelita” se puso en exhibición con un evento multitudinario con autoridades municipales y estatales. Fue colocada detrás de un ventanal  en la fachada del edificio de EL INFORMADOR en el Centro Histórico de la ciudad, hasta que en marzo de este año fue reubicada a la explanada de la Biblioteca Juan José Arreola, entre el Ágora Jenkins, como un elemento histórico no sólo de Guadalajara, sino de Jalisco. 

Ahora, detalla Bodart, con la intención de seguir mejorando y automatizando los procesos, se adquirió el modelo más reciente de Community, bautizada  como  “Doña Stella”.

“Doña Stella”. Esta es la nueva prensa donde se imprime EL INFORMADOR. EL INFORMADOR/A. Navarro

Línea del tiempo: la evolución  tecnológica 

1917-1970

Etapa “en caliente”. La “Manuelita” era la prensa del periódico y se encontraba en el edificio de Independencia 300.

1968-2014

Etapa Offset o “en frío”. Marca Goss, modelo  Community Urbanite: prensa destinada a ciudades “compactas”, que privilegiaba la velocidad frente a la calidad.

1990-2014

Máquina Community “prensa blanca”. Privilegiaba la calidad en la impresión de textos e imágenes contra la inmediatez. Parte de la reingeniería de EL INFORMADOR en la década de los 90’s.

2014-2025 

Máquina Community  “prensa roja”. Una prensa que era aún más automática, que permitía controlar el proceso de forma remota  y permitía un mayor control de la imprenta.

2025 

Prensa Community “Doña Stella”.  Nombrada así en honor a la mamá del director de EL INFORMADOR, Carlos Álvarez del Castillo Gregory. Es el modelo más reciente de la marca y,  ahora, tras la salida del edificio de Independencia 300, se encuentra en las nuevas instalaciones de la imprenta del diario: en el cruce de las calles Nicolás Régules y Carteros, en las inmediaciones de la estación de ferrocarril del parque Agua Azul, en la colonia Moderna.

Cortesía de El Informador



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