Elías Montiel: Con los pies en la tierra


Su timidez se extingue en el primer apretón de manos. De perfil bajo, el joven que en sus tiempos libres estudia Administración de Empresas y que también toma clases de inglés, emana sencillez, y eso se percibe en su cadencia, en los pocos pasos que da hasta tomar asiento para una entrevista profunda, donde recorre su vida y rememora sus orígenes, a solas con EL INFORMADOR: “Hoy siento una vibra distinta, algo diferente que hace un par de años no se veía”, revela ilusionado sobre el presente de la Selección mexicana Sub-20.

Elías Montiel deja ver sus emociones cuando recuerda de dónde viene. Aunque confiesa que no es muy bueno para acordarse de detalles, hace un esfuerzo por invocar momentos que marcaron su infancia y suelta una risa ligera al contar lo que hacía en ciertos momentos. “Si veía un peluche, lo pateaba; si veía una almohada, la pateaba. Mi mamá a veces me retaba, ya sabes cómo son las mamás, que se enojan por cualquier cosita (risas)”.

Elías es el hermano del medio, entre Mariel y Melanie, dos mujeres que completan la familia. “Con mis hermanas me llevo bien desde pequeño; en la familia siempre nos inculcaron el deporte, la competencia. En la casa andábamos como pirinolas todos, todo el rato en movimiento. La relación con mi familia es muy linda, de mucha hermandad”, resume.

En la conversación surge la inquietud de si él imagina qué hubiese sido de su vida si no fuese deportista profesional. “Si yo no hubiera sido futbolista no sé qué hubiera sido, no lo he pensado, pero seguro que hubiera hecho lo posible para poder sacar a mi familia del barrio en donde mis papás viven. Siempre he tenido ese pensamiento, sobre todo por el tema de la seguridad para ellos y que puedan tener una vida mejor. De chiquito ves cosas y aunque tus papás no te digan nada tú te das cuenta. Hubiera hecho algo para darles una vida mejor. En nuestra casa nunca faltó algo, pero nunca sobró. Yo me fui del pueblo cuando era chiquito; a los 10 años mi vida empezó de cero y cambió todo, y estoy agradecido por el esfuerzo que han hecho mis padres por mis hermanas y conmigo”.

El joven que fue distinguido por la FIFA al ganar el Balón de Bronce de la Copa Intercontinental de la FIFA 2024, que lo reconoció como el tercer mejor jugador del torneo, solo detrás de Vinícius Júnior y Federico Valverde, del Real Madrid, también estudia una carrera y un idioma, y presta atención a su desarrollo mental y psicológico.

Ya sea cuando visita a su familia en Tula, o en las concentraciones de Pachuca o viajando por el mundo con México, el joven que cumplirá los 20 años este 7 de octubre sigue alimentando sus ambiciones y, cuando apoya la cabeza en la almohada, sus ilusiones se agigantan.

“Sueño con jugar el Mundial 2026, es un objetivo que nadie me va a sacar de la cabeza. Me quiero meter sí o sí. Voy a hacer lo que tenga en mis manos para mostrarme y decirle al profe: ‘Pues estoy aquí levantando la mano’, esperando tener la oportunidad”.

Especial desde Chile / Octavio Petrich

El joven surgido de las Fuerzas Básicas del Pachuca juega un papel importante en el club. IMAGO7

El origen de un sueño

Pensar durante conversación qué hubiese sido de no dedicarse al futbol fue apenas un planteamiento hipotético, un tema contra fáctico, porque la realidad es que Montiel sí llegó a ser futbolista profesional, y hoy viste el escudo con los colores de su país y de Pachuca.

Por fortuna para él, pudo dedicarse a lo que le apasiona, y por fortuna para México, que cuenta con un jugador talentoso y asentado entre sus juveniles más destacados: “Me acuerdo que empecé a los cinco o seis años en una filial de Cruz Azul Jasso, que en realidad era una escuelita. Jugábamos en cancha de pasto pero… medio medio -se sonríe-, muy diferente al césped de los campos donde juego ahora”.

Y a partir de allí empezó un camino ascendente que llega a su memoria con detalles. “Fue por mi padre, veía cosas en mí, veía que desde chiquito tenía cosas diferentes a mis compañeros. Un día de la nada, era fin de semana, y mi papá me dijo: ‘Vamos a patear la pelota’. Yo pensé que nomás íbamos a jugar él y yo, pero en realidad resultaba que eran unas visorías, unas pruebas. Se acercó el profe, me metió al partido y cuando acabó el encuentro le dijeron a mi papá que me querían llevar a Pachuca”.

En ese instante se produjo el punto de inflexión en su vida personal y su futuro profesional. “Yo tenía 10 años. Mi papá vino a hablar conmigo y a comentarme esa situación, yo no entendía nada. A esa edad no dimensionas que pueden venir juveniles, fuerzas básicas y luego primer equipo. Yo solo le dije: ‘Quiero jugar fútbol, si me dan la oportunidad yo voy a ir contento’. Así pasó. Luego fuimos a hacer unas pruebas más internas en el club, me seleccionaron definitivamente y empecé mi carrera. Eso fue a los diez años; ahí se produjo un quiebre en mi carrera y todo cambió”.

En la Copa Intercontinental de 2024, Montiel fue reconocido como el tercer mejor jugador del breve torneo. AFP

Mentalidad a prueba de todo

Con 19 años, el jovencito de Tula ya viste el pintoresco uniforme del Tri y se muestra muy consciente del lugar que le toca representar. “Estoy muy contento, feliz, disfrutando el momento. Somos conscientes de que el futbol te presenta escenarios que no te imaginabas, que se presentan una vez en la vida. Cuando Eduardo Arce habla de que debemos mejorar el tema de la mentalidad, tiene razón. Es eso. Yo he convivido con varios jugadores extranjeros de Sudamérica y de Europa, y la mentalidad es muy importante”, señala.

“Hoy en día, por todo lo que se vive en el futbol mexicano y en Selección, a veces hay cierto relajamiento, pensamientos de que lo tienes todo y de repente estás en zona de confort. Nosotros hemos preparado bien esa parte mental, veo al grupo bien, motivado. Hace dos o tres años no veía esto; hoy se siente muy distinta la vibra, esos sentimientos que nos transmitimos entre nosotros”, comparte sobre la mentalidad del Tri Sub-20.

Y el joven Montiel no limita su visión al balompié. “En mi caso, además del futbol miro tenis porque me gusta la exigencia que demanda ese deporte en la parte mental; creo que me gusta por eso. Yo sé que aunque tengas 20 años o 35 años, cada jugador puede seguir aprendiendo e identificando aspectos del juego a mejorar”, expone.

Luego vuelve a referirse a su familia como un soporte de contención ante el exitismo y las exigencias que florecen en su carrera: “Mis padres han sido un soporte para mí y me ayudan a tener los pies sobre la tierra. Me cuentan sobre los comentarios de la gente y la prensa, los escucho o me los comentan, me dicen que los asuma con tranquilidad. Además de jugadores, primero somos personas. No me mueven esos comentarios o lo que se diga, me enfoco solamente en crecer dentro de la cancha”, dispara con sentido.

En su corta pero vibrante carrera, Elías Montiel experimentó sucesos que lo marcaron: “Haber participado en la Selección Mayor es un objetivo que tenía. Ese proceso que pasé con ellos fue maravilloso, estar conviviendo con jugadores que veía por la tele, que los tengo como mis referentes o figuras, es algo que te motiva y te ilusiona. Principalmente a mí me gustaba Rafa Márquez, por su trayectoria, la persona que es; solamente con platicar con él te cambia todo”.

Respuestas rápidas de Elías Montiel

Otro deporte: tenis
Ídolo en su puesto: “De antes Andrés Iniesta, de ahora Pedri, es un mago”
La “fuerza” del apellido Montiel en Argentina: “Es una locura lo que le tocó vivir a él, pateando ese último penal que le dio un Mundial a su país, ¿por qué no pensar que me pueda pasar a mí?”
Hobbies: “En mi tiempo libre sigo estudiando, estudio administración de empresas e inglés”
 

Cortesía de El Informador



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