Durante más de una década parecía que la televisión de paga estaba condenada a desaparecer frente al empuje de Netflix, Disney+ y las demás plataformas de streaming. Pero ocurrió lo imposible. Según el informe de Tendencias de Video de TiVo para el segundo trimestre de 2025, 31.9% de las personas que habían cancelado su suscripción de cable o satélite decidieron volver a contratarla, un aumento de 10% respecto al año anterior.
No es que el streaming haya dejado de dominar. De hecho, TiVo reporta que los usuarios consumen en promedio casi 11 diferentes fuentes de video, desde apps de streaming premium hasta redes sociales. Sin embargo, la saturación de plataformas, los precios en constante aumento y la dificultad para encontrar contenido han llevado a un grupo de usuarios a mirar de nuevo al viejo cable.
El hartazgo del streaming: demasiadas apps, demasiadas cuentas
El auge de plataformas generó un enorme ecosistema de entretenimiento pero fragmentado. Según Ars Technica, lo que parecía un paraíso de opciones se ha transformado en una experiencia que muchos usuarios describen como cansada y costosa. El 25.4% de los encuestados por TiVo dijo haber cancelado al menos una suscripción de streaming en los últimos seis meses y la razón principal no fue la falta de interés, sino el costo y la fragmentación.
Ars Technica explica que la “revitalización del cable” es pequeña en comparación con el abandono, pero es real. Un número creciente de consumidores prefiere pagar por un paquete único que le resuelva todo, en lugar de lidiar con cinco o seis apps distintas y una interfaz distinta para cada catálogo.
El regreso de los paquetes como modelo de conveniencia
La saturación también obliga a los servicios de streaming a reinventarse. De acuerdo con MSA Focus, el gasto anual promedio en streaming en Estados Unidos ronda los 1,000 dólares por hogar, una cifra comparable o incluso superior a la de un plan de cable tradicional cuando se suman las tarifas de internet.
El resultado es que las plataformas empiezan a crear paquetes entre sí, lo que recuerda el modelo clásico de los “bundles” de cable. Disney y Warner Bros. ya ofrecen combinaciones con Disney+, Hulu y Max en una sola suscripción con descuento. Amazon, por su parte, actúa como agregador a través de su función de “canales”, lo que permite centralizar pagos y acceso en una sola interfaz.
México: entre la nostalgia y la realidad económica
En México, el panorama es distinto pero con síntomas muy parecidos. De acuerdo con datos del IFT, al cierre de 2024 había 38.1 millones de suscriptores de streaming frente a 21.8 millones que aún pagan TV restringida. Aunque el número de clientes de televisión de paga cayó un 7.7% anual, regiones como el Estado de México, la Ciudad de México y Jalisco siguen concentrando millones de usuarios que sostienen este negocio.
El precio también juega un papel crucial. La tarifa promedio de la televisión de paga fue de 120.5 pesos mensuales en 2025, un incremento moderado respecto al año anterior y aún por debajo de la inflación, según el Inegi. En contraste, los mexicanos que combinan varias plataformas de streaming pueden gastar en promedio más de 700 pesos al mes en suscripciones, muchas veces sin aprovechar todo lo que pagan.

Quién domina el consumo en México hoy
La balanza de consumo en el país también revela matices importantes. Según datos de The Gauge México, estudio realizado por Nielsen, la televisión abierta lidera con un 32.7% del consumo total, seguida del streaming con un 25% y la televisión de paga con apenas 9.2%. YouTube encabeza el ranking del streaming en el país, con un 12.1% de la audiencia total, muy por encima de Netflix (4.9%) o Prime Video (1.1%).
Esto significa que, a diferencia de Estados Unidos, el regreso al cable no es todavía masivo en México, pero los elementos de cansancio con el streaming y de conveniencia del cable empiezan a resonar en segmentos específicos de la población.
Cabe mencionar que el regreso parcial al cable no es simple nostalgia. Según el Informe de TiVo, la importancia del contenido local (noticias, deportes, clima) aumentó de 54.8% a 61% en un año y este tipo de programación sigue siendo el fuerte de la televisión lineal.
Cortesía de Xataka
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