Por qué vale la pena ver “El caso Teresa Battaglia”, la serie italiana que combina drama personal con hecho policial

Si bien no es un estreno rigurosamente hablando, sí es una novedad dentro del catálogo de Flow y que, además de nutrir más su oferta, mantiene la vara con una historia entretenida, que aborda lo policial desde una perspectiva diferente. Porque El caso Teresa Battaglia es una serie italiana que cruza bien dos géneros diferentes, en los que el personaje central, que en este caso forma parte del título, está a caballito de las dos categorías.

Teresa Battaglia es una comisaria de Udine, especialista en desentrañar todo tipo de crimen, pero apenas comienza la ficción queda claro que su salud la empieza a tener en jaque. Y pareciera que, más que la enfermedad en sí, lo que la inquieta es no poder ejercer su trabajo a la perfección. Es de las mujeres policías de la televisión que rompen el molde de lo políticamente correcto. Maneja el sarcasmo y el corte de rostro sin piedad.

Y, al mismo tiempo, con el correr de los seis episodios de su primera temporada (se mueven entre los 50 y los 60 minutos), la protagonista (en una muy buena composición de la actriz italiana Elena Sofía Ricci) va dejando ver su vulnerabilidad. No es que la muestre ni mucho menos, pero de a poco, al menos a su entono, le abre el juego de su fragilidad.

Basada en la saga de novelas de la escritora Ilaria Tuti, la serie que estrenó la RAI en 2023 tiene un neto corte de trama policial, atravesado por lo humano, no sólo por las víctimas, sino que el “caso” a resolver empieza siendo el de una seguidilla de asesinatos y amenazas, con un pseudo fantasma como prinicipal sospechoso, y termina anclando en el principio de Alzheimer de Battaglia, como bien indica el título de esta producción que llegó a Flow la semana pasada.

Mientras ella avanza entre la nieve -el escenario principal es en la región de Dolomitas, en el noreste cordillerano- y las pistas que confunden más de lo que aclaran, el guión va marcando las capas de su modo de trabajo: siempre tenaz, estudiosa, metódica, cero condescendiente, amable con los familiares de las víctimas, poco paciente con un alcalde que parece embarrarle la cancha.

Y en esa cancha no juega sola. Son clave dos personajes de su equipo: su mano derecha, el inspector Parisi (Gianlucca Gobbi), que la conoce de memoria y tienen confianza mutua, y “el nuevo”, el inspector Massimo Marini (Giuseppe Spata), recién llegado a Udine, con poca experiencia pero con un potencial que Teresa sabrá aprovechar.

El vínculo de ellos dos es una de las atracciones de esta historia, que arranca con cierto destrato de ella y mucha tolerancia y capacidad de aprendizaje de él. No sería spoilear contar que el afecto profundo y los cuidados y detalles entre los dos no tardarán en aparecer.

Como una segunda línea narrativa, pero en permanente retroalimentación con el trabajo de la comisaria, asoma un grupo de cuatro niños con historias dolorosas que terminarán siendo fundamentales en la búsqueda de la verdad.

Y si hubiera que definir una tercera pata que sostenga bien esta trama encontraríamos en la geografía de Udine y sus alrededores un rol casi protagónico para condimentar esta historia que no tiene estridencias, ni de colores ni de brillos de producción, pero que entretiene, aunque por momentos se hacen desear las sorpresas. Es una serie que “se lleva” sin necesidad de moverse de donde uno está.

Drama policial Protagonistas: Elena Sofía Ricci, Gianlucca Gobbi y Giuseppe Spata Director: Carlo Carlei Emisión: Primera temporada de seis episodios en Flow (también está disponible una segunda, con otra historia).

Cortesía de Clarín



Dejanos un comentario: