
Grupo México, de Germán Larrea, el segundo hombre más rico de México, presentó una oferta cuasi hostil por la compra de Banamex.
A casi 10 días de que Citi anunció un acuerdo de compra venta con Fernando Chico Pardo, el octavo hombre más rico de México, la puja por el banco, se calienta de manera imprevista.
Banamex, objeto del deseo
Es un duelo a billetazos entre dos pesos pesados de los negocios en México que se disputan la propiedad de Banamex, convertida en la novia más deseada del vecindario bancario en el país.
La operación podría realizarse en un monto que ronda los 9,000 millones de dólares.
A contracorriente de quienes aseguraban que Banamex había perdido valor y que la tardanza en su proceso de colocación a través de los mercados era porque no había mucho interés, hoy es objeto del deseo de dos poderosos magnates mexicanos.
Sheinbaum y accionistas, la decisión
En ésta circunstancia, el destino de Banamex depende en primer lugar de la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quién ya había dado su beneplácito a Chico Pardo.
Habrá que ver si da su visto bueno a Larrea, quien fuera descarrilado de la puja en el sexenio lopezobradorista.
Hay que recordar que el ex presidente, impuso una serie de condicionantes para la operación de compra venta y al final, dijo públicamente que el gobierno la compraría.
Poco después, Citi, decidió que la venta, en lugar de realizarse a través de una operación de compra-venta entre privados de manera directa, se haría mediante una Oferta Pública Inicial (OPI) en los mercados.
Con esa estrategia, la firma financiera internacional, dio tiempo a que terminara el sexenio lopezobradorista.
Ahora, en el primer año de gobierno, Sheinbaum registra este cambio inesperado en el proceso de venta de Banamex, en el que el interés de dos poderosos empresarios podría forzar el camino hacia una operación de compra-venta directa.
Para el gobierno de Sheinbaum, sin duda, es una gran noticia que dos de los más encumbrados hombres de negocios se disputen la compra de Banamex porque implica confianza en México y en la administración sexenal.
Veremos en qué sentido se manifiesta la mandataria y si da su aprobación a la propuesta del Rey del Cobre, como se conoce a Germán Larrea, por el imperio minero que ha construído con Grupo México.
Pero serán los accionistas de Citi, quienes tendrán que tomar la mejor y más rentable decisión.
Al final de cuentas se trata de una decisión de negocios y tendrá que tomarse la más pragmática, en función de los intereses de la institución.
Una oferta, ¿irresistible?
De entrada, el viernes que se hizo público a través de la Bolsa Mexicana de Valores el anuncio de Grupo México, Citi difundió un comunicado en el que aseguró que no había recibido hasta ese momento la propuesta de Grupo México.
Señaló que había llegado a un acuerdo con Chico Pardo y que se mantenía la prioridad con ese acuerdo y el proceso de colocación de la OPI.
Sin embargo, también señaló que si recibía la propuesta de Grupo México la revisará y estaría sujeta a la aprobación de las autoridades.
Resulta muy extraño que Grupo México hiciera pública su intención de compra, a través del servicio de información de emisoras de la Bolsa Mexicana de Valores, sin que se la hubiera hecho llegar directamente a Citi.
Citi en su comunicado, aunque deja claro que ya tiene un acuerdo en principio con Chico Pardo, revisará la nueva propuesta. Un tema clave es que destacó que tal propuesta dependía de que la aprueben las autoridades locales.
Larrea, obviamente pretende el control y ofrece comprar el 100% de Banamex y que Banamex sea un grupo mayoritariamente mexicano.
A Chico Pardo le propone mantener el 25% en calidad de accionista minoritario.
En los próximos días veremos cómo se define ésta puja inesperada.
Por lo pronto, sin duda, resulta una extraordinaria noticia para el gobierno mexicano y en particular para la presidenta Claudia Sheinbaum.
Para Citi y sus accionistas, será una decisión muy difícil de resolver, aunque seguramente tendrá que imponerse el pragmatismo.
Al tiempo.
Atisbos
El viernes 03 de octubre se publicaron los reglamentos de seis leyes secundarias del marco normativo del sector energético.
Estos reglamentos, realizados por la Secretaría de Energía, encabezada por Lourdes Melgar Palacios, regulan las actividades en los sectores hidrocarburos, eléctrico, planeación y transición energética, biocombustibles, geotermia e ingresos sobre hidrocarburos.
La Ley de Planeación y Transición Energética armoniza los instrumentos del sector y asegura un desarrollo ordenado de corto, mediano y largo plazo.
El Reglamento de la Ley del Sector Eléctrico garantiza la prevalencia del Estado en la generación de energía, regula permisos y autorizaciones. El Reglamento de la Ley del Sector Hidrocarburos establece los requisitos y procedimientos para las actividades de exploración y extracción, las especificaciones para las Asignaciones para el Desarrollo Mixto y la trazabilidad en todas las cadenas de valor de los hidrocarburos.
Cortesía de El Economista
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