Es Chicago zona de guerra, según Trump

Chicago. El gobierno de Donald Trump calificó ayer 5 de octubre, a Chicago como “zona de guerra” como justificación para desplegar soldados, mientras que un juez impidió que la Casa Blanca enviara tropas a otra urbe gobernada por demócratas.

La oposición acusa al presidente de ejercer el poder de manera autoritaria.

El sábado, Trump autorizó el despliegue de 300 soldados de la Guardia Nacional en Chicago, la tercera ciudad más grande de Estados Unidos, a pesar del rechazo de cargos locales, entre ellos gobernador del estado de Illinois, J.B. Pritzker.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, defendió el domingo la medida, afirmando en Fox News que Chicago es “una zona de guerra”.

Pero Pritzker, en CNN, acusó a los republicanos de intentar sembrar el caos. “Quieren crear la zona de guerra para poder enviar aún más tropas”.

Una encuesta de CBS publicada el domingo reveló que una minoría de estadounidenses, el 42%, está a favor de desplegar la Guardia Nacional en las ciudades, mientras el 58% se opone.

Trump, quien el martes habló de usar el ejército para una “guerra interna”, no da señales de ceder en su campaña de línea dura.

“Portland está en llamas. Hay insurrectos por todas partes”, indicó este domingo, sin aportar pruebas de ello.

Mike Johnson, presidente republicano de la Cámara de Representantes dijo ayer en “Meet the Press” que las tropas de la Guardia Nacional desplegadas en Washington habían acudido a una “zona de guerra literal”.

No a la “ley marcial”

Pero la campaña de Trump para recurrir al ejército para mantener la seguridad interna se topó con un obstáculo la noche del sábado en Portland, Oregón, cuando un tribunal dictaminó que el despliegue militar en la ciudad era ilegal.

Trump ha calificado repetidamente Portland de “ciudad devastada por la guerra”, pero la jueza federal de distrito Karin Immergut emitió un bloqueo temporal al despliegue militar, argumentando que “la determinación del presidente simplemente no se ajusta a los hechos”.

“Esta es una nación de derecho constitucional, no de ley marcial”, escribió Immergut en su fallo. Aunque Portland ha sufrido ataques aislados contra agentes federales y propiedades, Trump no ha logrado demostrar “que esos episodios de violencia formen parte de un intento organizado de derrocar al gobierno” que justificara el uso de la fuerza militar, afirmó.

Uno de los asesores clave de Trump, Stephen Miller, calificó la orden de la jueza de “insurrección legal”.

Cortesía de El Economista



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