
En México, la investigación científica suele quedarse en los laboratorios y rara vez llega al mercado, situación que limita el retorno de inversión y la generación de nuevas soluciones para la sociedad. Así lo señaló Mercedes Gutiérrez Smith, cofundadora del laboratorio Timser.
Destacó que el 90% de la investigación en México se da en los institutos, pero existen pocos medicamentos con la marca de la institución. “Parece que hay algo en el sistema de innovación, o en el ecosistema de innovación en México, que no está permitiendo que las innovaciones salgan al mercado y realmente tengan un retorno a la inversión, y por eso también no hay mucho incentivo para invertir”.
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Ante este panorama, la emprendedora destacó la necesidad de transformar el ecosistema de innovación del país para hacerlo más rentable y accesible. Así como impulsar la colaboración entre institutos de investigación, agencias regulatorias, iniciativa privada y sociedad civil.
“Muchas veces la investigación se queda en la curiosidad científica, y no tenemos muchas veces la visión de sacarlo al mercado. Es fundamental que haya una coordinación entre gobierno, academia, empresas y sociedad civil, para que en conjunto podamos sacar innovaciones”.
El papel de los investigadores
La cofundadora de Timser reconoció que uno de los grandes retos es la desconfianza de los propios investigadores, quienes temen perder el control de sus ideas. “El miedo, aunque es fundado, te puede frenar mucho, porque no lo puedes hacer solo. Las grandes innovaciones, las grandes empresas que traen mucho valor al mercado no las forma una sola persona, las forma un equipo”.
Explicó que es fundamental que los científicos aprendan a formar equipos multidisciplinarios —legales, financieros y comerciales— que los ayuden a llevar sus proyectos al mercado. Para ello, se requiere un ecosistema que los proteja y los motive a crear en conjunto.
Esa desconfianza se tiene que ir mitigando con acciones muy concretas, como apertura de las empresas para escucharlos, incentivos fiscales para que los fondos les inviertan, cultura de resiliencia, pues en la innovación se fracasa muchas veces”.
Timser y la innovación con impacto social
El laboratorio mexicano Timser nació al detectar inequidad en el acceso a la salud, particularmente en la atención de niñas contra el Virus del Papiloma Humano (VPH).
Desde su fundación, la visión fue clara; aliarse con investigadores para desarrollar productos finales, de alto impacto y bajo costo, en el menor tiempo posible.
Así surgió Preventix, una prueba que es capaz de detectar biomarcadores proteicos en la sangre, con una efectividad del 97% para detectar cáncer cervicouterino y 85% para lesiones y se trabaja en medicamentos contra el Virus del Papiloma Humano (VPH)
La empresa ya ha obtenido tres patentes innovadoras, dos enfocadas en la salud de la mujer y una más en enfermedades respiratorias. Sin embargo, Mercedes Gutiérrez puntualizó en que la inversión en investigación y desarrollo en México sigue siendo limitada, apenas del 0.5 por ciento.
La brecha de género en la innovación
Gutiérrez Smith también hizo hincapié en la importancia de impulsar la innovación liderada por mujeres. “Las pocas patentes que se aprueban en el país son de mujeres, menos del 2%”, señaló, al tiempo que pidió mayor apoyo institucional.
Además, destacó que la falta de incentivos fiscales representa otro freno: “no hay recurso público para la innovación. La innovación no es deducible de impuestos”.
A pesar de este panorama, la especialista confía en que México avanza hacia un modelo donde la investigación pueda transformarse en soluciones concretas para la sociedad. “En la medida que este ecosistema empiece a engranarse y tomar un poco más de forma, vamos a ver muchísima inversión en el país en este tipo de investigaciones”.
Cortesía de El Economista
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