Salud mental en el trabajo: Una gestión más obligada que intencional

La gestión de riesgos psicosociales en el trabajo, un aspecto importante para la salud mental, es vista más como un cumplimiento normativo que como una herramienta para mejorar el bienestar de las personas, elevar la productividad y construir mejores entornos laborales. Este enfoque, coinciden especialistas, se traduce en medidas poco efectivas y en algunos casos, costosas. 

“El problema se sigue atendiendo desde una orientación al cumplimiento de una regulación y muchas de estas organizaciones a partir de ese cumplimiento regulatorio, no dan un seguimiento y planes de acción adecuados para la contención de estos riesgos”, dice Ariel Almazán, líder de Consultoría en Salud y Bienestar en México y Latam para Mercer Marsh Beneficios (MMB).

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De acuerdo con el estudio Redefiniendo la Salud Mental 2025 de MMB, la principal razón por la que las empresas miden los riesgos psicosociales y adoptan programas es por la exigencia legal y regulatoria del país, este motivo fue mencionado por el 72% de las compañías consultadas.

El segundo motivo para la atención de estos riesgos, es el compromiso directivo con el bienestar de las personas (52%) y muy lejano, se encuentra la intención por reducir el ausentismo y elevar la productividad (21%).

Este viernes 10 de octubre se conmemorará el Día Mundial de la Salud Mental, un marco en el que es importante reflexionar sobre los retos que hay en los entornos laborales para el bienestar mental de los trabajadores, desafíos que van más allá de las regulaciones.

En los últimos siete años, México ha avanzado en normatividad vinculada con la salud mental en el trabajo, en 2018 se publicó la NOM 035 sobre factores de riesgo psicosocial en el trabajo, un marco regulatorio que marcó un hito en la prevención, y en el 2023 se reconocieron por primera vez trastornos mentales como enfermedades laborales. Si bien son cambios que han impulsado acciones en las compañías, en la mayoría de los casos se han adoptado medidas sólo para un cumplimiento normativo.

El enfoque en “evitar sanciones” implica que la mayoría de las acciones son reactivas y no preventivas, no están alineadas a una estrategia de bienestar y tampoco acorde a indicadores de negocio, señala Ariel Almazán. “Se asume que tener iniciativas cosmético, se ven preciosas y bonitas, pero no suelen ser puntuales y limitan la efectividad”.

En eso coincide Jorge Gutiérrez Siles, consultor senior de Kaysa Salud y Bienestar. “Se ha gastado mucho en paliativos, pero el estrés y la violencia laboral siguen incrementándose”.

A decir del especialista, es necesario que las organizaciones se cuestionen si las acciones son las adecuadas y se refleja en indicadores clave. “La Norma 035 no exige que tengamos servicios de psicología o programas de bienestar, es bueno tenerlos, pero eso no es la prevención de riesgos psicosociales. La norma es para revisar los riesgos y apoyar a las personas para que disminuyan”.

Para Jorge Gutiérrez, el “cumplimiento cosmético” sólo es costoso, pero la gestión de riesgos psicosociales basados en la Norma 035 no es cara, aunque requiere de voluntad. “Seguimos viendo altos niveles de violencia laboral y estrés porque no se corrigen los temas que afectan, las cargas de trabajo siguen sin atenderse, el ritmo acelerado del trabajo continua así, la autonomía es escasa y el grado de liderazgo autócrata es alto”.

Desde la perspectiva de Ariel Almazán, hay diversas medidas que son de bajo costo y tienen un alto impacto. “La realización de evaluaciones periódicas, hay que perderle el miedo a preguntarle a las personas, estrategias de comunicación y educación, promoción del balance vida-trabajo, entrenamientos y capacitación para líderes y mandos medios, espacios seguros para el diálogo, hay muchas acciones de bajo costo y muy alto impacto”, expone.

Las facturas en el ausentismo y la rotación

Existen aún estigmas que impiden hablar sobre salud mental en el trabajo, y son conversaciones importantes porque influyen en ausentismo y rotación laboral, señala Alejandra Toscano, directora de DNE Consulting.

“Si no atendemos bien esto, lo que seguiremos viendo es una falta de desarrollo de personal, lo veremos también en niveles de compromiso y sentido de pertenencia, y son costos ocultos que se van incrementando”, señala.

El enfoque de mero cumplimiento administrativo, agrega Alejandra Toscano, es un mensaje que manda la organización a sus colaboradores: no eres importante para mí, sólo nos preocupa evitar sanciones. “Pero es más barato prevenir que cualquier porcentaje de rotación”.

Los especialistas coinciden que la gestión adecuada de riesgos psicosociales tiene el potencial de crear entornos de trabajo sanos para las personas, pero también impulsar la productividad de los trabajadores, y por lo tanto, de las empresas.

Cortesía de El Economista



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