Una frase en un manuscrito renacentista sugiere que Leonardo da Vinci pudo anticipar varios siglos esta eficaz técnica japonesa para proteger la madera

El genio de Leonardo da Vinci vuelve a ser noticia. En una de esas breves anotaciones casi camufladas entre los pliegues del Códice Madrid II, Leonardo da Vinci dejó inscrita una instrucción que ha sorprendido a un grupo de investigadores por su aparente modernidad: “Se conservarán mejor si se les quita la corteza y se queman en la superficie que de cualquier otro modo”. Según un equipo de estudio formado por Annalisa Di Maria, Andrea da Montefeltro y Lucica Bianchi, con esa frase, escrita en el folio 87, Leonardo habría descrito una forma rudimentaria de carbonización superficial del leño. Esta técnica se conocería en Japón, siglos más tarde, como Yakisugi o Shou Sugi Ban. Esta sugestiva coincidencia técnica entre dos culturas separadas en el tiempo y el espacio ha despertado un debate sobre las implicaciones exactas de la frase leonardesca.

Un hallazgo inaudito en la Biblioteca Nacional

La observación de Leonardo fue redescubierta recientemente en el Códice Madrid II por un equipo de tres expertos, formado por Lucica Bianchi, Andrea da Montefeltro y Annalisa Di Maria. Pompeo Leoni (1531-1608) fue el responsable de trasladar los Códices Madrid I y II a España, donde permanecieron extraviados durante siglos, hasta que en 1964 se redescubrieron en la Biblioteca Nacional. En consecuencia, no es de extrañar que la anotación permaneciera en la sombra hasta su recuperación contemporánea.

Según los investigadores, la breve frase encapsula una comprensión profunda del comportamiento de la madera frente al fuego, la humedad y los agentes biológicos. En el contexto del Códice Madrid II, Leonardo analiza este material en sus múltiples vertientes: la selección de especies arbóreas, su tratamiento y su uso en arquitectura e instrumentación.

Los expertos han destacado que Leonardo no podría haber conocido la técnica japonesa de Shou Sugi Ban, puesto que ese método empezó a documentarse en Japón a partir del siglo XVIII. Por lo tanto, el paralelismo correspondería, más bien, a un ejemplo de invención convergente, en el que dos culturas distintas, ante un mismo problema, habrían hallado una solución semejante de modo independiente.

Los investigadores también han barajado otra hipótesis. El equipo ha planteado si los intercambios a escala global, iniciados en los siglos XV y XVI, podrían haber facilitado la difusión indirecta de ideas. Con todo, reconoce que no hay pruebas que lo confirmen, y añade que el aislamiento del Japón de la época parece contradecir esa posibilidad. Por ello, la investigación sugiere que Leonardo practicaba una ciencia de los materiales adelantada a su tiempo que incorporaba experimentación, observación empírica y reflexión teórica.

Shou sugi ban
Ejemplos de Shou sugi ban. Fuente: Caroistda/Wikimedia

La técnica japonesa del Shou Sugi Ban

Para apreciar los paralelismos, vale repasar qué es el Shou Sugi Ban y cuáles son sus beneficios en la conservación de la madera. Esta técnica tradicional japonesa consiste en carbonizar de manera superficial la cara expuesta del leño, de modo que la capa carbonosa actúe como defensa contra los agentes externos.

Hoy se sabe que la carbonización superficial produce, al menos, tres efectos beneficiosos. En primer lugar, impermeabiliza y sella los poros. Así, al aplicar un calor intenso, los poros del leño se cierran y se elimina la humedad residual, lo que hace que la madera resista a la intemperie y el desgaste del agua. En segundo lugar, aporta una mayor resistencia al fuego. Al estar carbonizada en parte, la superficie arde con mayor lentitud, al tiempo que actúa como aislante frente al calor. Por último, genera protección biológica, ya que el fuego destruye aquellos componentes que los insectos y los hongos utilizan para crecer. Estas propiedades hacen que el Shou Sugi Ban se valore positivamente en la arquitectura contemporánea sostenible.

Leonardo da Vinci
Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto

¿Qué dijo exactamente Leonardo y por qué es significativo?

La frase concreta que escribió Leonardo en el folio 87 recto del Códice Madrid II dice: Se conservarán mejor si se les quita la corteza y se queman en la superficie que de cualquier otro modo”.

Según el equipo investigador, ese enunciado contiene varias ideas clave. Al indicar “quitar la corteza”, sugiere que el tratamiento comienza con la eliminación de la capa externa natural del árbol. Con “quemar en la superficie”, señala la acción directa del fuego, aunque no detalla ni su intensidad ni su duración. Por último, al añadir “que de cualquier otro modo”, está expresando que este procedimiento superaba los métodos conocidos de conservación.

Lamune Onsen
Lamune Onsen, complejo arquitectónico en Taketa Ōita diseñado por Terunobu Fujimori que emplea la técnica del Shou Sugi Ban. Fuente: Wiiii/Wikimedia

Relevancia contemporánea y lección para arquitectura sostenible

En el presente, la bioarquitectura valora los materiales naturales tratados con métodos no agresivos, duraderos y ecológicos. La idea de que el conocimiento antiguo puede dialogar con las exigencias modernas encuentra en este hallazgo un ejemplo útil.

Hoy, muchos arquitectos utilizan revestimientos de madera carbonizada en fachadas y elementos exteriores, que aportan beneficios tanto estéticos como funcionales. La intuición de Leonardo de intervenir de forma directa la superficie con fuego implicaba, según los investigadores, un salto conceptual hacia la transformación activa de las propiedades del material. De ese modo, Da Vinci parece anticipar una actitud científica al experimentar con los materiales de forma pragmática y empírica, en lugar de limitarse a copiar lo heredado.

Fuego
Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto

Algunas cautelas y perspectivas futuras

Los investigadores han notado que el método de Leonardo y el Shou Sugi Ban parten de la acción directa del fuego sobre la superficie de la madera. Comparten, además, el interés por la durabilidad exterior: el objetivo es proteger el material frente a los agentes atmosféricos, los insectos y el desgaste natural. Con todo, hay diferencias inevitables. Leonardo no especifica los parámetros de temperatura ni las técnicas de enfriamiento. Su formulación es más sugestiva que operativa. Según los estudiosos, sin embargo, la mera referencia a la carbonización superficial como método protector parece suficiente para considerar que Leonardo anticipó en más de dos siglos un método semejante al Shou Sugi Ban.

No obstante, conviene subrayar algunas reservas. La interpretación moderna de la frase deriva de nuestro conocimiento actual, y no podemos saber si Leonardo comprendía todos los efectos que atribuimos al proceso. Tampoco existen pruebas de que aplicara sistemáticamente esta técnica en proyectos conservados, ni de que existiera conexión alguna con Japón. Aun así, el trabajo abre líneas de investigación prometedoras en lo que respecta a cómo experimentaba Leonardo con los materiales para valorar si otras anotaciones revelan innovaciones similares.

Referencias

Cortesía de Muy Interesante



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