
El emprendimiento femenino en el sur de México está cobrando fuerza, impulsado por dos factores fundamentales: el acceso al financiamiento y la capacitación financiera.
Aunque históricamente las mujeres del sur del país han enfrentado mayores retos para iniciar o hacer crecer sus negocios, cada vez más iniciativas buscan cerrar esta brecha y fortalecer su papel en la economía local.
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De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el país existen 1.6 millones de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) creadas por mujeres y la mayoría se concentran en el sur sureste del país, principalmente en Oaxaca, Guerrero, Yucatán, Chiapas y Campeche.
Oscar Cruz, presidente de la Sofome Avanza Solido reconoce que aun existe una brecha de financiamiento entre los negocios de mujeres en el norte y sur del país. “Desgraciadamente sí. En estados como Chiapas, que es muy grande, hay comunidades rurales que no tienen acceso a servicios de la banca tradicional”.
A nivel nacional, solo el 36% de las mujeres tiene acceso a un crédito formal, según datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2024. Asimismo, el informe destaca que mientras el noroeste tiene el mayor porcentaje de personas con crédito formal (46.2%), el sur del país tiene el menor (29.9%)
Capacitación y acompañamiento
Oscar Cruz, detalla que para que las mujeres en el sur del país consoliden y crezcan sus negocios requieren mayor acceso a financiamiento, pero no solo eso, sino acercarles las herramientas adecuadas como: educación financiera, enseñarles a hacer un presupuesto, llevar el control de pago a proveedores, entre otros.
De acuerdo con el Inegi, las mujeres hablantes de lengua indígena presentan menor acceso a productos financieros, solo el 50% tiene acceso, mientras que el porcentaje de hombre es de 66 por ciento.
Avanza Solido ha otorgado más de 1,300 millones de crédito a nivel nacional, principalmente en Chiapas, donde brindan créditos con un monto promedio de 23,000 pesos, que las mujeres emprendedoras usan para adquirir insumos.
El liderazgo femenino transforma la manera de hacer los negocios, porque las mujeres están conscientes que tienen a su cargo a los hijos y/o a la mamá”, Oscar Cruz
Para acompañar a las microempresarias, como artesanas y dueñas de tienditas a crecer sus negocios, la sofome hace un diagnostico de calidad de vida y pobreza que consiste en un semáforo que inicia en rojo, porque suelen tener poco acceso a servicios de salud, vivienda y educación y luego del financiamiento y acompañamiento poco a poco avanza a amarillo y verde.
También les ayudan a combatir la discriminación y empoderarlas. “Hay muchas zonas rurales donde está el tema de discriminación hacia la mujer, donde antes tomaban un crédito, ella lo tramitaba y le quitaba el crédito el marido. Todas esas cuestiones hemos tenido que educarlas, concientizarlas. Decirles es tu nombre y de tu nombre dependen tus hijos, la mamá”.
Cortesía de El Economista
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