Fase dos: guerra contra la dictadura venezolana

En 1971 el presidente Richard Nixon declaró por primera vez la guerra contra las drogas. Medio siglo más tarde la historia se repite con nuevas drogas, nuevos escenarios y la segunda dictadura más antigua y corrupta de las Américas.

Lo dijo el presidente Trump: La guerra contra las drogas está entrando en su fase dos.

Todo indica que los cambios serían significativos: de narcos anónimos a objetivos claves, de pequeñas embarcaciones al corazón de los carteles, de ataques lejanos a incursiones por tierra.

Van por los peces gordos. Hace unos días el régimen reconoció que han registrado el vuelo de aviones de combate F-35 cerca de sus costas.

Vladimir Padrino, Ministro de Defensa de Venezuela, lo reconoció. Son incapaces. Pueden detectar, pero no repeler el poderío aéreo de los Estados Unidos.

Estados Unidos sabe que a las narcodictaduras no se les erradica con palabras. Tras un mes de despliegue militar, destructores, submarinos nucleares, buques anfibios, drones, F-35 y una recompensa de 50 millones, la dictadura de Venezuela tiembla, pero no se quiebra.

Un conflicto armado: La administración Trump esta dispuesta a terminar el trabajo. Ya notificó al Congreso que está en un conflicto formal contra los carteles de la droga y que tomará todas las acciones necesarias para combatir una amenaza a la seguridad nacional.

Estados Unidos no negocia con terroristas

El Jefe del Pentágono, Pete Hegseth, ha dicho que el nuevo Ministerio de Guerra ya no está a la defensiva sino a la ofensiva. No esperan que las drogas lleguen a su país, sino que van a capturar y aniquilar a quienes las trafican.

Maduro y las tres mentiras: Intelectuales radicales y las grandes petroleras afirman que Maduro no es terrorista, que el Cartel de los Soles no existe y que combatir el narcotráfico es un crimen de guerra.

En otras palabras, quieren que Estados Unidos vuelva a ser un observador pasivo y un tigre sin dientes ni garras.

El diálogo con los dictadores no funciona. Por años Maduro ha dialogado con mentiras en Noruega, Barbados, Lima e incluso en la OEA.

Es por eso que la actual administración ha decidido ignorar las cartas de Maduro y ponerle las cartas sobre la mesa.

Asfixiar las finanzas del ejército chavista. El control total del tráfico de drogas en el Mar Caribe esta golpeando severamente los ingresos del Cartel de los Soles.

La lealtad del Ejército se desgrana y ni siquiera los asesores cubanos pueden evitar lo inevitable.

América primero es las Américas primero

El presidente Trump ha priorizado Latinoamérica por encima de Europa, Asia o Medio Oriente. Está convencido de que no puede haber un mundo libre sin un Hemisferio Occidental libre, próspero y seguro.

Las potencias globales no pueden ni deben renunciar a su liderazgo regional. Estados Unidos pareciera estar determinado a garantizar un territorio libre de narcoterrorismo.

Más allá de una acción aislada pareciéramos estar presenciando una nueva doctrina americana.

Los próximos 90 días serán claves para romper con las estructuras criminales del narcotráfico en Venezuela. La lista de objetivos podría estar ya definida y las acciones calendarizadas.

La administración Trump ha dicho que la paz solo se logra a través de la fuerza y eso es lo que está ocurriendo ahora. ¡Enhorabuena!

*El autor es periodista nicaragüense exiliado, exembajador ante la OEA y exmiembro del Cuerpo de Paz de Noruega (FK).

Cortesía de El Economista



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