Mujeres musulmanas exigen a SRE usar hiyab en foto de su pasaporte: “no queremos un trato especial”

Hace casi dos años, Ana María García, una mujer mexicana que profesa la religión islámica, acudió a tramitar su pasaporte para poder visitar a su familia en el extranjero, pero le negaron el documento porque en su fotografía no podía llevar el hiyab o velo en la cabeza.

Ana María, de aproximadamente 57 años de edad, no es la única mexicana musulmana que no ha podido obtener su pasaporte ante la negativa de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para expedirlo y aunque su caso será revisado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), hay más mujeres que promovieron juicios de amparo y presentaron quejas ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos bajo el argumento de que se vulneran sus derechos a la libertad religiosa, a la no discriminación, y al libre desarrollo de la personalidad.

El Heraldo de México publicó en mayo pasado el caso de Evamaría Belem Lozano, que también llegó a la SCJN luego de que la joven perdió una oportunidad laboral en el extranjero por no tener el documento, incluso cientos de mujeres mexicanas musulmanas formaron el movimiento Marea Hiyabi para exigir que se les permita usar el velo islámico en el pasaporte, pues lograron que el Instituto Nacional Electoral (INE) tome la fotografía de la identificación oficial con el hiyab puesto.

Ana María es musulmana conversa desde hace aproximadamente ocho años, con ayuda del Concilio Islámico Mexicano presentó una demanda de amparo y el Juez Décimo Primero de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, Agustín Tello Espíndola, le concedió la protección de la justicia federal.

SRE tomó fotografía a mujer con hiyab y después le negó el documento 

En entrevista con este diario, Laura Itzel Bizarro, directora de esta asociación religiosa, detalló que a Ana María le tomaron la fotografía con el velo en la oficina de la SRE, pero después rechazaron entregarle el documento.

“Primero, para sacarle la fotografía le dijeron que tenía que firmar una responsiva, para que bajo su propia responsabilidad así se sacara la fotografía y si por temas de seguridad se lo tenían que retirar o invalidar ya iba a ser responsabilidad de ella.

“Entonces, ella accedió, firmó la responsiva, le sacaron la fotografía y cuando ya iban a firmar el pasaporte fue donde le dijeron que no, que ni con responsiva pasaba y que ya era una orden directa de la Dirección General”, explicó.

Mujeres musulmanas buscan defender obligaciones y costumbres religiosas

 

El Reglamento de Pasaportes y del Documento de Identidad y Viaje establece en la fracción cuarta del artículo 14 que la fotografía de este documento debe tomarse con la cabeza descubierta.

Al promover el juicio de amparo, Ana María señaló que como musulmana tiene diversas obligaciones y costumbres establecidas en esta religión, ya que el libro sagrado El Corán indica que cuando las mujeres llegan a la pubertad deben llevar el hiyab como acto de adoración y protección.

En su sentencia, el juez determinó que esta norma es inconstitucional y al igual que la Jueza Primero de Distrito de Chihuahua, Flor Gómez, que amparó a Evamaría, Tellez Espíndola indicó que esta porción reglamentaria transgrede el derecho de Ana María a profesar libremente su religión.

Para el juzgador, la identidad de una persona se puede conocer únicamente con que se encuentre descubierto el rostro, por lo que es suficiente que se vean sus facciones, como el color de ojos, nariz, boca, color de piel, etcétera.

Además, para la identificación se pueden tomar las huellas dactilares, propuso.

“A manera ilustrativa, de las pruebas exhibidas por la quejosa, se advierte copia simple de la credencial de elector, documento que al igual que el pasaporte, tiene como una de sus finalidades identificar a su portador y, en la misma, Ana María García aparece con el “hiyab” puesto y de su imposición no se advierte que deteriore la debida identificación de la quejosa”, señala la sentencia.

La Cancillería mexicana impugnó la decisión judicial y el Décimo Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa de la Ciudad de México solicitó a la Corte que analice el asunto debido a su importancia.

Este caso fue admitido por la entonces Primera Sala de la SCJN y turnado a Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, pero debido a que no podría revisarse en próximas sesiones, el ministro lo devolvió a la Secretaría General de Acuerdos.

El pasado 25 de septiembre, la nueva Corte decidió admitir el asunto y resolverlo.

‘El hiyab es una instrucción directa de Dios’

Utilizar el velo es una instrucción de Dios, no de un esposo o un hombre y aunque hay mujeres musulmanas que deciden no portarlo o que están proceso de colocarlo, como las conversas, una vez que se decide usarlo es por convicción y no se quita por un trámite, destacó Laura Itzel.

“El velo es una instrucción directa de Dios hacia las mujeres cuando alcanzas la pubertad. Es parte de la sumisión que la mujer tiene con Dios, no con su familia ni con su esposo ni con ningún hombre. Es con Dios. Es un medio de adoración. Es una protección.

“Y es parte de la identidad de la musulmana. Entonces es una instrucción directa, por lo cual no es flexible, digo, obviamente cada quien decide hacerlo por convicción. No se nos impone, no, ni hay una consecuencia por parte de alguien o de la comunidad”, explicó la mujer de 38 años de edad, que se convirtió a esta religión a los 22.

‘Quítate tu trapo’, ha sido una de las burlas que enfrentan las mujeres musulmanas en México al acudir a las oficinas de la SRE, pero en el caso de Laura Itzel también en el aeropuerto, pues en una ocasión fue retenida durante cinco horas en una habitación del Instituto Nacional de Migración por portar el velo.

“Por el simple hecho de traer el velo me empiezan a cuestionar de dónde vengo, me empiezan a hacer preguntas random de ‘a ver, dime tu código postal, a ver, enséñame fotos de tu casa. No, es que no te creo que seas mexicana, a ver’ y te detienen”, recordó.

La mujer hizo un llamado a los ministros a resolver de forma favorable para las mexicanas musulmanas.

“Las musulmanas no queremos un trato especial, simplemente queremos tener el goce de nuestros derechos como cualquier persona en este país. No queremos que se nos vea desde un punto de vista como una población minoritaria que quiere algo diferente o algo especial, que es así como lo ve la Secretaria de Relaciones Exteriores”, enfatizó.

Incluso, dijo que están a la expectativa de si para la Clave Única de Registro de Población (CURP) biométrica les permitirán usar el hiyab.

Cortesía de El Heraldo de México



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