
Puede no gustarte el reguetón pero, así hables inglés o español, entiendes que este tipo es una bomba. Bomba-bomba. La gente lo escucha y lo respeta, y él lo sabe. Y no son sólo sus canciones: es su discurso, que suele vindicar el poder latino y se empeña en poner en su lugar al racismo más recalcitrante, ignorante y ofensivo, como el de Donald Trump. “Es probablemente el músico pop más importante de nuestro tiempo”, escribe sobre él la icónica revista The New Yorker. Bad Bunny marcó Puerto Rico recientemente con su “Residencia” de dos meses, una serie de conciertos que priorizaron a la isla y dejaron una derrama económica fortísima en un territorio aún lastimado por el huracán “María” (2017). Trump odia a Puerto Rico. Trump odia a Bad Bunny. Pero el medio millón de fans que tomó un vuelo a la isla vecina de Cuba para acudir a los conciertos fue como un abrazo enorme, para él y para la patria boricua. Con su música, fans y otros artistas le han dicho al mundo que alguien se hunde en odio y amargura. No es la cultura latina la que se hunde, ni el intérprete de trap latino, ni Puerto Rico. Es otro: el tipo maquillado de amarillo que vive en Washington.
Ciudad de México, 11 de octubre (SinEmbargo).– Benito Antonio Martínez, mejor conocido como Bad Bunny, no fue un conejito en su respuesta. Todo lo contrario. El pasado sábado 4 de octubre recurrió a uno de los programas de mayor audiencia en Estados Unidos, “Saturday Night Live” de la NBC, para responder a los que lo interpelan, entre ellos el Presidente Donald Trump, porque es el encargado de amenizar el medio tiempo del Super Bowl LX de 2026.
Transformado en huracán, Bad Bunny le dijo a la ultraderecha en el poder que la herencia hispana en Estados Unidos “nadie la podrá sacar o borrar”.
Su monólogo fue una recopilación de noticieros estadounidenses que lo han criticado como figura estelar de la final de la National Football League (NFL). Bad Bunny, de 31 años de edad, se dijo “muy feliz” y emocionado por estar en el espectáculo de medio tiempo, y con un tono sarcástico aseguró que su participación también “tiene a todo el mundo feliz, incluido a Fox News”, cadena de televisión identificada con la derecha y, con la llegada de Trump al poder, con la ultraderecha.
El discurso de apenas 4 minutos en “Saturday Night Live” –los invitados suelen abrir con un monólogo desde 1975, año en el que nació el programa– fue más allá del sarcasmo. Bad Bunny cambió el inglés por el español y destacó en su idioma: “Más que un logro mío, es un logro de todos [los latinos], demostrar que nuestra huella y nuestra aportación a este país [Estados Unidos] nunca nadie la podrá sacar ni borrar”.
Cortesía de Sin Embargo
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