El cierre del Gobierno federal de Estados Unidos cumple este sábado 11 días. Demócratas y republicanos no han conseguido todavía ponerse de acuerdo para sumar los 60 votos necesarios en uno de los dos proyectos presupuestarios temporales y destrabar la situación vigente desde el 1º de octubre.
Las consecuencias se sienten. La administración de Donald Trump ordenó este viernes los primeros despidos bajo el pretexto del cierre parcial del Gobierno. “Las RIFs (reducciones forzadas de personal) han comenzado”, escribió el director de la Oficina de Administración y Presupuesto, Russell Vought, en un mensaje en la red social X.
Estos ceses responden al deseo de Trump de terminar puestos de trabajo que no encajen en las prioridades, según explicaron, y reducir el gasto público. En otros cierres, los trabajadores fueron puestos en suspensión y cuando se reabrió el Gobierno recuperaron sus puestos de trabajo.
Aunque no hayan sido despedidos todavía, el cierre del Gobierno federal está provocando que miles de trabajadores no acudan a sus empleos por falta de fondos, provocando escasez especialmente en algunos sectores, sobre todo en el tráfico aéreo. La falta de controladores está provocando retrasos en los principales aeropuertos del país como Boston, Chicago o Las Vegas, entre otros.
La próxima semana más de 1,3 millones de miembros de las Fuerzas Armadas estadounidenses deberían recibir su paga, sin embargo, ahora está amenazada por el cierre del Gobierno. Además, los principales museos de Washington cerrarán este domingo sus puertas al público debido a la falta de fondos para seguir operando por la clausura del Gobierno.
Cortesía de Página 12
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