
Este viernes estalló una bomba atómica en el palacio de Miraflores, más potente que las de Hiroshima y Nagasaki. Fue tan poderosa que generó un silencio sepulcral en las filas del Chavismo. El premio Nobel a María Corina Machado los aniquiló moral y políticamente.
Dos dictadores y una dama de hierro. Durante un cuarto de siglo María Corina ha enfrentado con hidalguía y honor a la dictadura de Hugo Chávez y posteriormente a la de Maduro. Ha soportado ataques físicos, verbales y psicológicos. jamás la han podido quebrar. Ahora es imposible.
La voz de María Corina es más potente que nunca. Su liderazgo, legitimidad y longevidad trascienden fronteras e idiomas. Su voz se une a la de Gandhi, Mandela y Madre Teresa de Calcuta. Su bandera de paz hizo historia y cambió el curso de la historia.
Con el bozal en Venezuela. Medios públicos y privados en Venezuela no dicen una palabra sobre el premio Nobel a María Corina. Es el fruto de la censura y la autocensura de 26 años de dictadura, muerte y represión. Sin embargo, en las casas y en las calles es día de fiesta nacional.
El Nobel a María Corina acelera la caída de la dictadura de Venezuela. Lo que antes era una sospecha ahora es una certeza. Los días de la tiranía están contados y la libertad, que parecía imprescindible ahora es inminente.
¡Esto es un carajazo! La frase que Edmundo González le dijo temblando de alegría a María Corina le salió con alma y sin teleprompter. Un golpe demoledor, directo y decisivo. El oponente fue vencido por nocaut.
El Chavismo había comenzado la semana de fiesta, pero la terminó de duelo. Políticos, petroleras e incluso demócratas en el Congreso de Estados Unidos intentaban frenar la operación antidrogas contra el Cartel de los Soles. Todo fracasó.
La desesperación de Maduro. El dictador prometió sacar a Irán, Rusia y China de Venezuela, entregar el petróleo y el oro a Estados Unidos, liberar a presos políticos con tal de negociar quedarse en el poder. Estados Unidos le dio un portazo y cortó todo tipo de contactos diplomáticos.
Las tres victorias. El pueblo de Venezuela ya tiene un Nobel de la Paz, el presidente Trump tiene luz verde para combatir el narcotráfico en las costas venezolanas y Richard Granell ya no puede negociar con Maduro. Excelente semana.
El golpe a las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela. La bomba expansiva del premio Nobel a María Corina tiene un efecto devastador en las otras dictaduras bananeras que matan, encarcelan y roban a nuestros pueblos. Los servicios de inteligencia cubana fracasaron.
México vuelve a ser vergüenza mundial. La primer presidenta mujer de la historia de México, Claudia Sheinbaum, dijo que no tenía comentarios para María Corina Machado. Una vez más su silencio, sumisión y servilismo fue en favor de las dictaduras del siglo XXI.
El mensaje de María Corina: Este inmenso reconocimiento a la lucha de todos los venezolanos es un impulso para concluir nuestra tarea: Conquistar la Libertad.
* El autor es periodista exiliado, exembajador ante la OEA y exmiembro del Cuerpo de Paz de Noruega (FK). Es exalumno del Seminario de Seguridad y Defensa del National Defense University y el curso de Liderazgo de Harvard.
Cortesía de El Economista
Dejanos un comentario: