Perder los lentes graduados antes de manejar parece algo inofensivo, pero puede convertirse en un gran problema. Ciudad de México considera que todo conductor debe evitar acciones que pongan en riesgo su integridad y la de los demás. Manejar sin ver con claridad puede interpretarse como distracción, lo que equivale a una infracción sancionada con multa y puntos menos en la licencia.
El artículo 38 del Reglamento de Tránsito capitalino establece que está prohibido llevar objetos que obstruyan la visibilidad del conductor o lo distraigan. Esa redacción abre la puerta a un vacío legal: no dice nada sobre los lentes graduados, pero deja claro que la responsabilidad recae en quien conduce. Si una persona necesita lentes para ver correctamente, la falta de ellos puede ser interpretada como negligencia.
La sanción por manejar bajo esta condición varía entre 5, 7 o hasta 10 veces la Unidad de Medida y Actualización vigente, lo que equivale a 575 pesos, 791 pesos o hasta una multa de 1,131 pesos. Además, implica la pérdida de un punto en la licencia. Aunque el texto no menciona de forma explícita el uso obligatorio de lentes, la autoridad puede aplicar la norma según el criterio del agente que detenga al conductor.
En la práctica, esto significa que si la policía detecta un comportamiento irregular o maniobras erráticas, podría asumir que la causa es una falta de visibilidad. En ese momento, el conductor tendría que demostrar que su vista no requiere corrección o que el olvido de sus lentes no afectó su capacidad de manejo.
Manejar sin lentes graduados podría costarte hasta 1,131 pesos en CDMX.
A diferencia de México, otros países como Colombia no dejan espacio a la interpretación. En Bogotá, desde el 26 de mayo, conducir sin las gafas obligatorias registradas en la licencia implica una multa de 604,100 pesos colombianos, aproximadamente 2,876 pesos mexicanos. La sanción está definida como infracción C13 en la ley 769 de 2002, dentro del Código Nacional de Tránsito.
El proceso para determinar si alguien necesita lentes inicia durante los exámenes médicos al tramitar la licencia. Si los especialistas concluyen que el conductor depende de ellos para ver con claridad, esa condición se registra en el documento oficial. En consecuencia, manejar sin cumplir esa restricción equivale a violar la ley.

Manejar sin ver bien no es solo un descuido, es una imprudencia.
¿Entonces es legal o ilegal manejar sin lentes graduados si los necesitas?
En México, el examen médico para obtener la licencia varía según la entidad. Algunas solo piden una revisión básica, mientras otras exigen pruebas visuales más precisas según el tipo de documento solicitado. Esto explica por qué no existe una regla general sobre el uso de lentes graduados, lo que deja un espacio gris que afecta tanto a conductores como a autoridades.
La pregunta es simple: ¿puede multarse a alguien por no llevar sus lentes graduados si no existe una cláusula que lo exija de manera directa? La respuesta es sí, si el agente demuestra que esa omisión generó una conducta peligrosa. En otras palabras, el problema no es el olvido del accesorio, sino el riesgo que representa para quienes circulan alrededor.

El problema no es el olvido del accesorio, sino el riesgo que representa.
Manejar sin ver bien no es solo un descuido. Es una imprudencia que puede costar una multa, un punto menos en la licencia y, en el peor de los casos, un accidente. En un país donde la cultura vial aún lucha por consolidarse, recordar los lentes antes de encender el motor puede hacer la diferencia entre llegar con seguridad o enfrentar una sanción.
Foto portada | Wikipedia
Cortesía de Xataka
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