Un hallazgo fortuito en la costa mediterránea de Israel ha revelado la primera tumba monumental intacta del Bronce Final descubierta en el país desde la década de 1960. La excavación ha sacado a la luz un complejo funerario sellado del siglo XIV a. C. en el antiguo puerto cananeo de Yavneh-Yam. El descubrimiento ofrece nuevos datos sobre los vínculos entre las élites cananeas y el poder de Egipto de la época de el-Amarna, un periodo caracterizado por la expansión del poder faraónico en el Levante.
El descubrimiento de una tumba excepcional
El yacimiento de Tel Yavneh-Yam se sitúa en un pequeño promontorio entre Jaffa y Ashdod que domina una de las ensenadas naturales más favorables del litoral sur del Levante. Aunque las excavaciones anteriores solo habían documentado restos dispersos de cerámica y pequeñas sepulturas del Bronce Tardío, la aparición de esta tumba excavada en la roca demuestra la existencia de una comunidad local próspera y jerarquizada vinculada al comercio marítimo. El contexto sugiere que Yavneh-Yam operó como un enclave portuario activo bajo el dominio egipcio, según se menciona en las célebres Cartas de el-Amarna del siglo XIV a. C.
El hallazgo se produjo en 2022, cuando unas obras en el Parque Nacional de Palmachim perforaron accidentalmente el techo de una gran cámara funeraria excavada en la piedra arenisca característica de la costa israelí. La cavidad contenía centenares de objetos intactos depositados en torno a los cuerpos de al menos diez individuos. Se identificaron siete adultos, dos niños y un individuo de edad indeterminada, dispuestos en posiciones supinas o flexionadas a lo largo de las paredes de la cámara.
La arquitectura de las tumbas
La estancia principal, de planta casi cuadrada (6,3 × 6,5 m) y unos dos metros de altura, presenta un pilar central tallado en la misma roca que sostiene el techo. La entrada consta de un arco labrado que cierran dos grandes losas. La embocadura daba acceso a un espacio interior de sorprendente simetría. Las técnicas empleadas en su construcción —la perforación de la roca, el uso de sillares y el cuidadoso acabado de las superficies— reflejan una inversión de recursos y conocimientos inusitada en el contexto funerario cananeo.
Durante la primera noche tras el hallazgo, la cueva fue parcialmente saqueada, lo que ocasionó la pérdida de alrededor del 10 % del material. Sin embargo, gracias a la documentación fotogramétrica realizada justo después de la apertura, los investigadores pudieron reconstruir la disposición original de los objetos con gran precisión.

Un repertorio funerario sin precedentes
El inventario de la tumba comprende más de 140 vasijas completas, en su mayoría conservadas en la posición original. Entre ellas, destacan piezas de importación procedentes de Chipre y del Egeo que testimonian las conexiones del puerto con las redes comerciales del Mediterráneo oriental. También se recuperaron jarros chipriotas, copas egeas, pequeñas botellas piriformes y cuencos.
El análisis espacial de los objetos indica que se dispusieron de forma intencionada. Ocho grandes tinajas de almacenamiento, alejadas de los cuerpos, rodeaban el pilar central, mientras que las áreas cercanas a las paredes se reservaron para las ofrendas individuales. En la parte posterior de la cámara, se identificaron dos estructuras de piedra de dos o tres hiladas, destinadas, quizás, a albergar a los individuos de alto rango. En la estructura occidental aparecieron puntas de flecha con restos de los astiles de madera, mientras que en la oriental se identificó un conjunto de nueve jarros chipriotas que acompañaba los restos de una inhumación singular.
Entre los objetos excepcionales, figuran un pendiente de oro, un vaso modelado con la forma del dios egipcio Bes —divinidad protectora de la fertilidad y del hogar— y un escarabeo inscrito con el nombre del faraón Tutmosis III (1479–1425 a. C.). La presencia de estos objetos refuerza,s egún los arqueólogos, la vinculación del enclave con la administración egipcia del Bronce Final.
El estudio tipológico de la cerámica sitúa el uso del sepulcro entre mediados del siglo XIV y comienzos del XIII a. C., es decir, durante el periodo de el-Amarna y las primeras fases de la dinastía XIX egipcia. Este marco cronológico coincide, pues, con el apogeo del control faraónico sobre Canaán.

El espacio ceremonial exterior
Las excavaciones en el exterior de la cueva revelaron un pequeño recinto cuadrado de 2,8 × 2,8 m construido con piedras de campo y sillares, que conectaba un patio abierto con la entrada sellada del sepulcro. En este espacio, se hallaron capas de sedimentos oscuros con cenizas, fragmentos cerámicos, huesos animales y restos de figurillas, que se han interpretado como evidencias de banquetes o rituales funerarios. La presencia de una tinaja completa y restos de cerámica de cocina sugiere que los alimentos se preparaban y consumían allí mismo.
Estos datos representan la primera prueba arqueológica sustancial de la celebración de banquetes funerarios en Canaán durante el Bronce Tardío II. Un caso similar, aunque mucho más modesto, se conocía en una sepultura del Bronce Tardío I de Ascalón. La complejidad del conjunto de Yavneh-Yam, por tanto, parece indicar que los funerales de las élites cananeas incorporaban una secuencia ceremonial bastante elaborada.

Arquitectura y poder en el Yavneh-Yam amarniense
Los autores del estudio subrayan que el sepulcro de Yavneh-Yam constituye el único ejemplo documentado y completo de una tumba monumental excavada en la roca del Bronce Tardío II en todo Canaán. El nivel técnico y la simetría arquitectónica del sepulcro, unidos al uso de sillares y al esmero de su factura, lo convierten en un testimonio excepcional tanto de la organización social como de la influencia egipcia en la región.
La energía invertida para construir el complejo, así como la calidad de los objetos presentes, sugiere que los individuos enterrados pertenecían a una élite local estrechamente vinculada con el aparato administrativo egipcio. Quizá fuesen funcionarios, comerciantes o jefes portuarios al servicio del faraón. La asociación entre las comunidades locales y el poder imperial egipcio ya es patente en las Cartas de el-Amarna, donde los gobernadores cananeos se presentan a sí mismos como siervos del soberano de Egipto. El complejo funerario de Yavneh-Yam ofrece, por primera vez, una expresión material de esa jerarquía política.
Un laboratorio para la arqueología funeraria de Canaán
Los análisis geoarqueológicos, zooarqueológicos y arqueobotánicos en curso permitirán reconstruir con precisión los alimentos, los materiales y las sustancias utilizadas en los rituales funerarios. Por otro lado, los estudios petrográficos y de residuos ayudarán a determinar el origen de las cerámicas y de los contenidos orgánicos, iluminando así otras prácticas sociales en esta ciudad portuaria. Este enfoque multidisciplinar, por tanto, sitúa al hallazgo de Yavneh-Yam en el centro del debate sobre las relaciones entre Egipto y Canaán durante el siglo XIV a. C.
Referencias
- Evian, Shirly Ben-Dor, Assaf Yasur-Landau, Israel Finkelstein, Meir Edrey y Gilad Itach. 2025. “A monumental burial complex from an Amarna-age port at Yavneh-Yam, Israel”. Antiquity. DOI: 10.15184/aqy.2025.10204.
Cortesía de Muy Interesante
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