Tras el robo de las valiosas joyas de la realeza francesa en el Museo del Louvre en París, con un insólito pero efectivo método, en las redes se viralizó un video del momento en el que los ladrones se escapan con el tesoro valuado en 88 millones de euros —unos 102 millones de dólares—.
En las imágenes, registradas a plena luz del día, se observa la parte trasera del museo más visitado del mundo, y un camión hidráulico con una escalera mecánica elevada hasta el primer piso del edificio. En tanto, en los primeros segundos del video, se ve el momento en el que dos hombres vestidos con chalecos de color amarillo y naranja, como los que usan los empleados de mantenimiento, descienden por la escalera con aparente agitación, por lo que se intuye que corresponde a los minutos posteriores al inmenso robo.
No obstante, el momento de mayor tensión del video ocurre segundos después, cuando se escuchan las alarmas del museo, lo que sugiere que el robo acababa de ser detectado por el sistema de seguridad del recinto.
Finalmente, mientras los turistas esperaban que el museo abriera sus puertas, los ladrones lograban escapar inmediatamente con las ocho joyas de la realeza en motos. En tanto, el camión quedó abandonado y estacionado en el muelle Francois Miterrand, frente al río Sena.
Por el momento, las joyas multimillonarias robadas no fueron encontradas. Las autoridades y la Policía de Francia continúan con la búsqueda del grupo delictivo y de las ocho piezas sustraídas del museo.
Por su parte, la directora del museo, Laurence des Cars, se refirió al hecho durante una conferencia de prensa como un “terrible fracaso”. Dijo que ofreció renunciar, pero su renuncia fue rechazada. Declaró además que la corona incrustada con diamantes y esmeraldas, caída al suelo mientras los ladrones huían con joyas imperiales, podría ser restaurada.
El fabricante del camión celebró la austicia de los ladrones
Alexander Böcker, un alemán de 42 años, aseguró esta semana que el camión que se usó para robar las joyas de la realeza francesa fue fabricado por su empresa. Si bien condenó la sustracción de las piezas millonarias, aprovechó el caso para promover sus productos con tono humorístico en las redes sociales.
En sus cuentas de Instagram, Facebook y LinkedIn publicó una foto de su camión, tomada por la agencia francesa AFP el día del robo, y añadió en la descripción: “Böcker Agilo puede transportar hasta 400 kilos de tesoros, a una velocidad de 42 metros por minuto, gracias a un motor tan silencioso como un murmullo“.
“Por supuesto que este acto es absolutamente condenable“, expresó el hombre, nieto del fundador de la empresa. Según explicó, quiso “beneficiarse de la fama del museo más conocido y visitado del mundo” para hacer publicidad con humor.
Además, según precisó a esa misma agencia de noticias, el camión en cuestión se lo había vendido “hace unos años a un cliente francés que alquila ese tipo de aparatos en París y su región“. Sin embargo, ese mismo cliente había sido robado la semana pasada, según contó. “Retiraron el logo del cliente y cambiaron la placa de matrícula“, consignó Böcker.
¿Cómo fue el robo al Museo del Louvre?
Los hechos ocurrieron el domingo 19 de octubre, justo después de la apertura del museo, cuando un comando de cuatro individuos estacionó un camión montacargas bajo uno de los balcones, dos de ellos subieron a él y con una sierra radial entraron en la sala a través de una ventana.
Los ladrones robaron nueve joyas, entre ellas una diadema de perlas de la emperatriz Eugenia y un conjunto de collar y pendientes de zafiros de la reina María Amelia. En su huida, una de las piezas, una corona, fue abandonada.
El ministro del Interior de se país, Laurent Nuñez, precisó que “más de un centenar de investigadores” están trabajando en el caso.
El robo del Louvre es el último de una serie de hurtos perpetrados en museos franceses. Menos de 24 horas después del espectacular robo en París, trabajadores de un museo de Langres, en el norte de Francia, constataron el lunes la sustracción de monedas de oro y plata, parte de su “tesoro” hallado en 2011 y compuesto de unas 1.900 piezas acuñadas entre 1790 y 1840, indicó la alcaldía.
El mes pasado, delincuentes irrumpieron en el Museo de Historia Natural de la capital francesa, llevándose muestras de oro valoradas en 700.000 dólares. Ese mismo mes, ladrones robaron dos platos y un jarrón de un museo en la ciudad central de Limoges, con pérdidas estimadas en 7,6 millones de dólares.
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Cortesía de Página 12
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