La Asamblea General de la ONU rechazó por mayoría el bloqueo de EE.UU. a Cuba

La Asamblea General de la ONU adoptó este miércoles por una amplia mayoría una nueva resolución que reclama el fin del bloqueo a Cuba por parte de Estados Unidos, cuya ofensiva diplomática logró restar votos a La Habana. En los días previos a la reunión en Nueva York, Cuba denunció que Estados Unidos desplegó una “campaña calumniosa” y “mendaz” para presionar a países de América latina y Europa a no respaldar la resolución. El gobierno de Trump desató una agresiva campaña diplomática que vinculó a mercenarios cubanos con el ejercito ruso en la guerra de Ucrania.

La resolución que desde 1992 pide el levantamiento del embargo económico, comercial y financiero de Washington recibió 165 votos a favor, 7 en contra (entre ellos Estados Unidos, Israel y Argentina) y 12 abstenciones. Se trata de una vasta mayoría, pero es menor a la de los últimos años, que rondaba los 190 apoyos. La resolución de la ONU no solo condena el bloqueo económico que desde 1960 Estados Unidos impone a Cuba, sino que también pide a Washington levantar todo el entramado de leyes que prohíben, por ejemplo, que la isla caribeña pueda comprar productos extranjeros con dólares. 

Parte del debate de este año giró alrededor de la acusación de Estados Unidos de que Cuba permitió el envío de mercenarios cubanos a luchar con Rusia en la invasión de Ucrania. En 2024 la resolución había recibido 187 votos a favor, dos en contra (Estados Unidos e Israel) y una abstención (Moldavia). Este año, además del voto negativo de Argentina y Paraguay, hubo dos abstenciones en América latina: Costa Rica y Ecuador. Los otros países que votaron en contra son el propio EE.UU., Israel, Ucrania, Hungría y Macedonia del Norte.

“Presión contra terceros países”

El embajador estadounidense en la ONU, Mike Waltz, calificó a Cuba de “régimen ilegítimo y brutal que quiere hacerse pasar por la víctima de una agresión describiéndose como un ‘enemigo de Estados Unidos'”. Cuba “está permitiendo que mercenarios luchen en la guerra en Ucrania”, dijo el martes Waltz. Ante esta acusación, el canciller cubano Bruno Rodríguez respondió que se trata de una campaña “calumniosa” dirigida “no sólo a distorsionar la imagen de Cuba, sino a generar elementos de presión contra terceros países”.

El miércoles pasado Rodríguez afirmó que La Habana disponía de “información fidedigna” sobre gestiones de Washington dirigidas a “países de América latina y Europa” con el fin de modificar su posición histórica de apoyo a la resolución. Según el canciller cubano, EE.UU. habría amenazado a gobiernos aliados con posibles represalias económicas y diplomáticas, que incluían la “privación de visados” y la imposición de “tarifas comerciales o restricciones sobre sus compañías privadas” en caso de no acompañar las exigencias de Washington.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, resaltó la aprobación mayoritaria de este miércoles en la ONU. “Cuba, digna, resiliente, sin ningún miedo al imperio (Estados Unidos) revuelto, brutal, cínico y mentiroso, volvió a derrotar al bloqueo (embargo) genocida de seis décadas”, apuntó en sus redes sociales el mandatario, quien agregó que “las groseras presiones yanquis lograron quebrar a unos pocos”, aunque “la mayoría del mundo volvió a votar junto a Cuba por la Vida”.

Aliado de Cuba, el embajador venezolano Samuel Moncada acusó a Washington de tratar “de confundir a la comunidad internacional” con una “operación de desinformación”. “Somos el objetivo de un ataque similar por parte del régimen imperial estadounidense (…) hemos recibido los ataques de esta guerra económica y estamos a punto de recibir ataques militares”, agregó Moncada en referencia al despliegue de Estados Unidos en el Caribe para frenar el narcotráfico. Según Caracas, esa operación militar tiene como objetivo derrocar a Nicolás Maduro.

Un bloqueo de larga data

El especialista cubano en Relaciones Internacionales y académico de la Universidad de Dever, Arturo López-Levy, consideró imposible explicar “el nivel de esfuerzo y la prioridad” que el Departamento de Estado dio a la votación de este año sin la voluntad del influyente secretario de Estado Marco Rubio, de ascendencia cubana. El mensaje de Rubio para el influyente lobby de Miami es que “arrancarle votos a esa resolución es una victoria”, señaló López-Levy.

Washington decretó las primeras sanciones contra Cuba en 1959, al poco tiempo del triunfo de la revolución en la isla, pero el primer gran bloque de medidas llegó en 1962, bajo el presidente John F. Kennedy. Las medidas variaron de intensidad durante estos 65 años de bloqueo. En enero de 2021, en el crepúsculo del primer mandato de Donald Trump, Estados Unidos incluyó a Cuba en su lista de países patrocinadores del terrorismo, lo que derivó en una fuerte intensificación del bloqueo. 

El demócrata Joe Biden, sucesor de Trump, mantuvo esa designación durante sus cuatro años de mandato. Solo a una semana antes de abandonar la Casa Blanca antes del regreso de Trump, Biden retiró a Cuba de esta lista, aunque el magnate republicano solo tardó unos días en revertir la decisión de su antecesor. En su informe anual sobre los efectos del bloqueo, La Habana estima que el costo de las sanciones entre marzo de 2024 y febrero de 2025 ascendió a 7.556 millones de dólares.

Cortesía de Página 12



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