Siete familias o grupos empresariales son los que dominan el mercado del gas L.P. en México, pese a investigaciones y sanciones por colusión siguen recibiendo contratos del gobierno, mientras los accidentes por fugas y explosiones exigieron una regulación misma que llega tarde.
En México, ocho de cada diez hogares utilizan gas LP. Pero el precio que pagan no se decide a través del mercado, o sea mediante la oferta y demanda: durante años un pequeño grupo de siete empresas se organiza para fijar los precios y se ha repartido un negocio tan elemental como necesario, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) órgano recién desaparecido, investigó las prácticas de este clan entre los años 2017 y 2022.
La Cofece con el expediente DE-022-2017, reveló que existen siete grandes grupos que deciden las condiciones del negocio en la zona, se trata de las empresas: Tomza, Uribe, Global Gas, Soni, Simsa, Gas Metropolitano y Gas Express Nieto, las cuales, para simular “competencia”, a decir de la propia institución, emplearon al menos 49 razones sociales mediante las cuales distribuyen el gas en pipas y tanques.
No obstante, a través de esas 49 empresas, los siete actores antes mencionados, trabajan de manera coordinada y bajo un mismo acuerdo, no invadir clientes ajenos, respetar los precios fijados y obedecer las órdenes del grupo, todo queda en las familias y con los de casa.
Según la Cofece, dichas familias o empresas Tomza, Uribe, Global Gas, Soni, Simsa, Gas Metropolitano y Gas Express Nieto, tienen su propio reglamento y sistema de vigilancia, quien rompía los acuerdos enfrentaba sanciones; quien cumplía, mantenía su zona, estas prácticas anticompetitivas según el extinto órgano regulador generaron un daño estimado en al menos 12,566 millones de pesos (mdp) a los consumidores de la zona Metropolitana del Valle de México, la corrupción sin embargo no detuvo el negocio.
Cortesía de Unomásuno.
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