Protestan por el asesinato del alcalde de Uruapan


Michoacán vivió este lunes 3 de noviembre una jornada de movilizaciones en demanda de justicia por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, ocurrido la noche del sábado 1 de noviembre en el centro de la ciudad.

En Morelia, unos 3 mil estudiantes universitarios se concentraron en dos puntos -Las Tarascas y el monumento a Lázaro Cárdenas- para marchar hacia el palacio de gobierno. Uno de los contingentes hizo una parada en la sede del Poder Legislativo, donde los manifestantes expresaron su indignación y exigieron que la violencia no sea normalizada. “Levantamos la voz por Carlos Manzo, por Bernardo Bravo y por los miles de víctimas que no tuvieron micrófono ni cargo público”, señaló una joven frente al Congreso estatal.

Durante la manifestación, algunos normalistas e integrantes del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS) rompieron vallas y lanzaron piedras, tubos y cohetones contra los cristales del edificio, lo que generó enfrentamientos con la Guardia Civil. Autoridades detuvieron a cuatro jóvenes. La protesta, iniciada a las 12:30 horas, culminó cerca de las seis de la tarde tras el uso de gases lacrimógenos y balas de pintura para dispersar a los agresores.

Paralelamente, en Pátzcuaro, más de un centenar de personas recorrieron las calles en homenaje a Manzo, conocido como “El Señor del Sombrero”, y realizaron un mitin en la plaza principal. José Antonio Arreola, líder del contingente, advirtió: “No nos vamos a quedar callados, vamos a seguir su legado”.

En Uruapan, cientos de habitantes se sumaron nuevamente a las calles para exigir seguridad y justicia, mientras que en Apatzingán, pobladores y agricultores organizaron manifestaciones similares, recordando también a Bernardo Bravo, líder limonero asesinado el 20 de octubre.

Las protestas reflejan el descontento social y la exigencia de que las autoridades garanticen seguridad y sanciones efectivas frente a los recientes actos de violencia en la región.

Cuatro sexenios, cuatro planes de seguridad

Felipe Calderón y la guerra contra el narco

El ex presidente Felipe Calderón implementó durante su sexenio el “Operativo Conjunto Michoacán”, que marcó el inició de la “Guerra contra el narcotráfico” y que tenía como propósito disminuir los niveles de violencia en la entidad.

Días después de que Calderón llegó a la silla presidencial, ordenó el despliegue del Ejército en Michoacán, azotado en ese entonces por el grupo delictivo de “La Familia Michoacana”.

Para 2007, el entonces presidente acudió a la tierra caliente de Michoacán vestido como militar, como reto al crimen organizado.

El Plan de Peña Nieto

Tras el fracaso de la estrategia de seguridad para Michoacán por parte de su antecesor, el ahora ex presidente Enrique Peña Nieto, presentó, en 2014, el “Plan Michoacán”, este difería del plan anterior presentado por Calderón, pues tenía como premisa que “la violencia no se combate con más violencia” y tenía como fin prevenir.

El programa se implementó en cuatro municipios de la tierra caliente: Morelia, Apatzingán, Uruapan y Lázaro Cárdenas, y pretendía prevenir la violencia con acciones sociales “y la reconstrucción del tejido social en el estado”.

El apoyo de AMLO

En 2021, luego de dos estrategias fallidas para la tierra michoacana y con los niveles de violencia sin descender, casi al término del gobierno de Silvano Aureoles, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador presentó el “Plan de Apoyo Michoacán”, que preveía un reforzamiento de la seguridad, programas sociales, mejoramiento de infraestructura hospitalaria y la federalización de la nómina magisterial.

“Expresar de manera muy clara nuestro apoyo al pueblo michoacano, vamos a seguir apoyando y vamos a tener más acción en beneficio del pueblo, más acciones para el bienestar de los michoacanos”, destacó el extitular del Ejecutivo federal durante la presentación.

CT

Cortesía de El Informador



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