Prejuicios y estereotipos frenan a las mujeres en la Alta Dirección

La falta de presencia femenina en puestos de toma de decisiones detiene el desarrollo de las organizaciones y de las mujeres. Entre los principales motivos se encuentran los prejuicios sociales y falta de flexibilidad.

Por ejemplo, el prejuicio por dedicar más tiempo al trabajo que a la familia, incluso creer que cuando entran a la tercera edad aportan menos al mundo laboral.

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“Entre más grande es la mujer menos vale, pero entre más grande se hace un hombre, más vale. Entonces siguen siendo estereotipos sociales que prevalecen mucho”, comenta Michelle Ferrari, presidenta de Women Economic Forum Iberoamérica.

Aunado a que 44% de las líderes de negocio en México consideran que la principal barrera para ocupar cargos en la Alta Dirección es la discriminación por estereotipos, sesgos inconscientes y microagresiones, de acuerdo con el estudio “Mujeres de la Alta Dirección en México y Centroamérica 2025”, realizado por la consultora KPMG.

El problema de las gerencias

Una de las razones por las que no hay suficientes mujeres en la Alta Dirección es que cuando ocupan un puesto gerencial se presentan prejuicios y no son tomadas en cuenta.

Además, presentan un desbalance en la vida laboral y personal y aunque la empresa otorgue flexibilidad para ejercer la maternidad, muchas veces se sienten presionadas a nivel social.

“Puede ser que la organización sí tenga una infraestructura, las prácticas y las políticas, pero la sociedad aún no. Entonces hay una expresión social donde también la pareja o los padres de familia dicen, ‘¿cómo vas a seguir tu carrera? Si tienes que estar en casa y tienes que cuidar a tus hijos’”.

La menopausia y la Alta Dirección

Michelle Ferrari puntualiza que la permanencia de las mujeres en las organizaciones es primordial para generar un impacto en la sociedad, pero para lograrlo, es necesario comprender sus necesidades.

Sin embargo, explica que se está llevando a cabo un movimiento en las organizaciones en el cual se comienza a descartar a las mujeres que tienen 50 años para ascensos, ya que las consideran menos hábiles.

A la par, comienza la menopausia y en algunos casos, dejan sus puestos por el cuidado de los hijos adolescentes o invierten más tiempo al cuidado de los padres cuando envejecen.

Se está tratando de dar un giro al valor de la mujer arriba de los 50 años, que eso conlleva a entender qué pasa a nivel salud. Para el tema de la menopausia, las organizaciones tienen que actuar de la mano del gobierno”.

Importancia del sistema de cuidados

Para que las empresas sean más sustentables, Michelle aconseja incluir a las mujeres en la toma de decisiones, ya que al excluirlas cuando se convierten en madres, pasan por la menopausia o tienen arriba de 50 años, se genera una fuga de talento.

“No se ha incluido a la mujer totalmente en la economía, en las decisiones en temas del cambio climático o para negociar la paz. No hay suficientes mujeres gobernando comités, pero cuando la ponen en el centro, hay ejes que se empiezan a mover, como la educación y salud”.

Además, señala que es importante tener un sistema de cuidados para preservar la permanencia de las mujeres en el ámbito laboral. Por ejemplo, flexibilidad durante la menstruación y en la menopausia son temas pendientes para las organizaciones.

Cortesía de El Economista



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