
Los universitarios cursan macro, micro y cálculo, pero rara vez aprenden a gestionar su propia economía. Yenny Saldarriaga, contadora y autora, propone empezar hoy: claridad de ingresos y gastos, presupuesto con propósito y disciplina para sostener hábitos.
En entrevista con El Economista, Saldarriaga explicó que su brújula es simple: divide tu dinero en tres frentes:
- Vivir porque todos necesitamos disfrutar del presente.
- Crecer porque invertir en educación y proyectos o emprendimientos es sembrar un futuro.
- Dar (contribución y vínculos), porque el dinero también se multiplica cuando circula con gratitud y propósito.
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Complementa con ingresos diversificados apalancados en tecnología, siempre con ética. Dijo que la libertad financiera, no es suerte: es la suma de decisiones consistentes tomadas a tiempo.
Explicó que la importancia de las finanzas personales para estudiantes va más allá de cubrir colegiatura o renta. “Ordenar el efectivo evita endeudamientos costosos, mejora la salud mental y abre espacio para oportunidades académicas”.
Ahorro
En México, el bajo uso de servicios financieros formales y la informalidad del ahorro siguen siendo retos; por eso, aprender a registrar flujos, separar cuentas y utilizar instrumentos básicos —cuenta digital, fondo de emergencia, inversión de bajo riesgo— resulta decisivo desde el primer semestre.
Además, planear impuestos y entender obligaciones mínimas si haces trabajos freelance previene sanciones y protege tu historial crediticio para etapas futuras. Saldarriaga insistió en hábitos de impacto: anotar lo que se gana, lo que se gasta y lo que se sueña; construir un presupuesto que oriente, no que limite, y revisar avances cada mes.
Con esa base, sugiere metas graduales:
- Reunir un fondo de emergencia de tres meses.
- Eliminar deudas caras.
- Automatizar ahorro e inversión.
- Aprender a generar ingresos paralelos —freelance, contenidos, productos digitales o servicios técnicos— sin descuidar la ética ni los estudios.
El dinero, dijo, es una herramienta para elegir mejor: tiempo, proyectos, aprendizajes y relaciones. Tratarlo con respeto permite que trabaje a favor, no en contra.
Sobre el libro
“En el cielo no hay impuestos”, la autora mezcla contabilidad práctica con desarrollo personal. La obra se divide en cuatro capítulos:
- Desarrollo Personal
- Finanzas
- Espiritualidad
- Grimorio Personal
Saldarriaga explicó que el “Grimorio” funciona como cuaderno de trabajo para que cada lector registre fórmulas, aprendizajes y rituales que consoliden hábitos. “No requiere formación contable previa; explica conceptos con lenguaje claro, ejercicios aplicables y listas de verificación que facilitan convertir teoría en acción”.
Incluye ejemplos de escenarios estudiantiles: ingresos variables por prácticas, becas sujetas a reglas fiscales y primeros contratos de prestación de servicios.
Yenny Saldarriaga es contadora pública, autora y coach financiera. Integra estrategia fiscal y educación práctica para ayudar a jóvenes y emprendedores a construir hábitos sostenibles y decisiones de dinero con propósito.
Cortesía de El Economista
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