Con un enorme “ticket” de 24 metros de altura, Greenpeace denunció el costo del impacto de fenómenos meteorológicos en México ocurridos como consecuencia del cambio climático en los últimos 10 años. La organización estimó la factura en más de 177,000 millones de pesos y responsabilizó a las empresas pertenecientes a la industria de combustibles fósiles. Sin embargo, advirtió que el costo lo están pagando las comunidades más vulnerables del país.
La gigantesca manta fue desplegada en el edificio La Fortaleza, en Acapulco Guerrero, el cual se encuentra actualmente abandonado debido a los daños ocasionados por el paso del huracán Otis en 2023. En un comunicado, Greenpeace explicó que el edificio es solo un símbolo del abandono que sufren hasta el día de hoy muchas otras regiones afectadas en Acapulco, así como en otros estados como Veracruz, Hidalgo, Puebla, Querétaro y San Luis Potosí, los cuales este año fueron afectados por las intensas “lluvias extraordinarias” que ocasionaron inundaciones.
La crisis climática en México
Greenpeace explicó que la continua expansión de industrias como la del petróleo, el gas y el carbón, junto con sectores como la ganadería industrial, el turismo de explotación ambiental y el desarrollo inmobiliario. Esto provoca la deforestación de bosques y selvas, los cuales son esenciales para capturar los gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global. No obstante, la organización denunció que cuando llegan huracanes, incendios o lluvias torrenciales, no son estas empresas las que resultan afectadas, sino familias que ya enfrentaban condiciones complicadas y que ven destruidos sus hogares.
La organización recordó que en 2025 se cumplen 10 años del acuerdo de París, por lo que el ticket muestra el costo de los daños generados por estas industrias desde la adopción del acuerdo. Recordó que este año, México debe presentar la Contribución Determinada a Nivel Nacional NDC 3.0, es decir sus compromisos en materia climática. Mencionó que el país debe ejecutar medidas ambiciosas para reducir emisiones y atender los impactos climáticos.
Imagen | Greenpeace.
La COP30
La acción de Greenpeace se lleva a cabo tan solo un día antes de que dé comienzo la conferencia internacional sobre el clima COP30, la cual tendrá lugar en Belém, Brasil. Dicho evento reunirá a líderes mundiales, científicos, así como a miembros de la sociedad civil y de organizaciones no gubernamentales como Greenpeace, para debatir las medidas prioritarias para hacer frente al cambio climático.
Algunos días atrás, y con motivo de la proximidad de la COP30, la Oxfam también publicó un informe en el cual señaló que tan solo el 0.1% de los multimillonarios en América Latina y el Caribe contaminan 250 veces más en un año que el 50% de las personas más pobres. En su estudio, los expertos advirtieron que los principales responsables son los empresarios del sector de combustibles fósiles, mientras que los principales afectados son los más vulnerables.

Los activistas denunciaron que, aunque la industria energética basada en combustibles fósiles es altamente contaminante, los recursos financieros de los países son destinados a dicho sector, sin tomar en cuenta los beneficios de una transición energética justa. Por su parte, Oxfam apuntó en su informe que varios países ricos y con altas emisiones han suavizado sus leyes con respecto al cambio climático tras recibir donaciones provenientes de empresarios pertenecientes a la industria de hidrocarburos.
Finalmente, Greenpeace demandó al gobierno destinar más recursos para mitigación y adaptación climática, y añadió que la factura del cambio climático no debe seguir recayendo en la población, sino en las industrias responsables de la contaminación: “la crisis climática no puede seguir pagándose con vidas humanas”, sentenció y advirtió que se requiere de políticas públicas que implementen financiamientos para la transición energética, la cual, consideró, “es fundamental para salvar las vidas de las comunidades más vulnerables“.
Cortesía de Xataka
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